Harry se despegó de los labios de Niall solo para musitar:
—¿Estás seguro?
Luego, volvió a engullirlos entre su boca, besando y succionando, tomándolo con firmeza de la cintura mientras aprisionaba su cuerpo contra la pared.
—No lo sé —respondió Niall de vuelta.
—No lo sé no es una respuesta con la que pueda trabajar. Es sí o no.
—No lo sé.
Ambos continuaron hablando entre besos, pero a pesar de las respuestas burdas de Niall, Harry no se detuvo, y Niall tampoco levantó un dedo para hacerlo. Simplemente se dejó besar, todo el camino desde su mejilla hasta su clavícula.
Harry abrió la puerta de la caravana, tomó a Niall por las axilas y lo levantó de un abrupto tirón, sin romper el beso tan siquiera por un segundo, lo montó en la caravana y lo siguió sin titubear, mientras el brazo que no sostenía la cintura de Niall cerraba la puerta con torpeza. Harry tenía que flexionar incómodamente las rodillas, el techo estaba muy bajo y Niall era demasiado corto.
Todo estaba oscuro dentro del lugar, la luz nocturna apenas era capaz de atravesar las ventanas del remolque y a Harry le costaba ver por donde pisaba.
Sintió el punzante dolor en el hueso de su cadera al golpearse contra la encimera de la cocineta, que lo arrancó inmediatamente del asimiento de Niall.
—¿Qué? —logró mascullar Niall con el poco aliento que le quedaba.
—Mierda, no veo nada —maldijo Harry en voz baja.
—Oh, que pesadilla.
Harry negó con la cabeza y puso los ojos en blanco, asegurándose de soltar un bufido para que Niall fuera capaz de escuchar su frustración. Lo tomó de los hombros y lo empujó sin contenerse hasta la pequeña cama al fondo de la caravana.
Niall se tropezó con sus propios pies y soltó un chillido ante la repentina caída, solo para suspirar sorprendido al sentir un acolchonado aterrizaje. Palpó a su alrededor, estaba en una cama frígida de sábanas frías que le producían picazón.
—¿Dónde estamos? —preguntó, sintiendo el cuerpo de Harry aterrizar sobre él sin cuidado, con ambos brazos puestos a cada lado de la cabeza de Niall, sosteniendo su peso.
—En el remolque de Zayn.
—¿Y no se... —Niall tuvo que empujar a Harry por el pecho, pues sus constantes besos en el cuello le resultaban una distracción de lo más efectiva a la hora de formular sus palabras— ¿Y no se molestará si nos encuentra aquí?
—Hoy no. No está noche —Harry lo besó de nuevo, ésta vez, en los labios, asegurándose de cerrarlos por completo para que Niall no emitiera sonido alguno que no fuera de placer por el resto de la noche.
Harry sonrió a la mitad del beso cuando sintió sus dedos pequeños, de uñas cortas, aferrándose a los músculos tensos de su espalda. Podía imaginárselos, blancos por el agarre fuerte y sus muslos temblando bajo la anticipación.
Relamió el labio inferior de Niall y alcanzó la parte trasera del cuello de su propia camiseta antes de arrancársela del cuerpo. Las manos de Niall cayeron de vuelta a la cama, una descansando a cada lado de su cabeza, mientras su rostro sonrojado miraba hacia el frente, sin saber que esperar. Su pecho subía y bajaba erráticamente, tratando de recuperar su propio ritmo, y Harry solo se paró ahí, sobre sus rodillas, mirando a Niall desde su ventajosa posición.
—¿Estás seguro? —le preguntó, su tono de voz bañado con seriedad.
—Será mejor que dejes de preguntar eso si no quieres que la respuesta cambie.
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voraz; ns
FanfictionUna infección ha infestado las grandes ciudades, atacando las células cerebrales de los habitantes y convirtiéndolos en autómatas sin consciencia. Niall, un adolescente ciego, es abandonado por su familia a su suerte, dejándolo a merced para morir a...