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11

—Mi libro —lloriqueó Niall.

—Te conseguiré otro si tan solo cierras la boca.

Apretó su agarre en el brazo de Niall, arrastrándolo por el claro rumbo a la base, tan rápido, que casi levantaba sus pies del suelo.

—¿A qué crees que se refería ese hombre cuando dijo "ya tenemos todos los que pidió"?

—No tengo idea, pero estamos a punto de averiguarlo.

Y cuando Harry abrió las puertas de la base, por un momento se alegró de que Niall no pudiera ver el desastre frente a ellos. Huellas de lodo y sangre en el mosaico, mesas volteadas, gente despatarrada en el suelo mientras temblaba.

—¡Auch! —escuchó a Niall quejarse a su lado. Sin saberlo había estado presionando de más el flacucho brazo del chico.

Decidió tomarlo por la muñeca esta vez, solo para evitar que volviera a suceder.

—Cuidado por dónde pisas —advirtió el General en cuanto comenzaron a avanzar de nuevo.

—¿Por qué? ¿Qué hay?

—Brazos, piernas, tripas...

Niall chilló asqueado, y una sonrisa se hizo paso a través del rostro del General, que fue rápido en esconder.

—Tranquilo topo, solo es lodo y porquería.

Dejando escapar un suspiro aliviado, Niall por fin se deshizo de la tensión en sus hombros.

—¿Qué se supone que vamos a hacer ahora? —cuestionó.

—Buscar a Zayn, si no lo han matado ya.

El General sintió a Niall retraerse, como si el pensamiento de Zayn muerto le resultara impensable. Era algo que no podía entender, apenas se conocían, no podía importarle alguien que acababa de conocer ¿o sí?

—¡Hey, Harry!

—¿Qué carajos pasó aquí? —refunfuñó el General.

—Tranquilo, solo tenemos dos heridos, nada grave.

—Me importa una mierda si alguien está herido, casi me perforan el culo con una bala. ¡LOS TENÍA PISÁNOME LOS TALONES!

—¿Podrías calmarte, troglodita? —Zayn se cruzó de brazos, parándose alto.

—Solo quiero saber por qué un grupo de imbéciles irrumpió en la base para dispararnos.

Zayn suspiró pesadamente, dejándose caer en una de las bancas del comedor, palpando el lugar a su lado.

—Siéntate...

—Una mierda, no quiero sentarme —escupió Harry.

—No te lo decía a ti, ven aquí Niall.

Incómodamente, Niall, quien rezagado había escuchado todo sin emitir ni un sonido, se movió en dirección a la voz de Zayn, hasta que la punta de su pie rozó con la madera de los bancos.

—¿Te encuentras bien? —le cuestionó Zayn en cuando se sentó a su lado— ¿Por qué estás todo mojado?

—Ha... El General y yo nos metimos en el lago para escondernos de los tipos que estaban tras nosotros.

Zayn asintió comprensivamente, dándole una mirada a Harry, que permanecía con una expresión pétrea e inquebrantable.

—Buena idea, ¿no están heridos?

Niall negó con la cabeza, hasta que recordó el ardor constante en su barbilla.

—Creo que me raspé al caerme sobre una raíz.