Niall se sentía extraño, como si en cualquier momento todo fuera a explotarle en la cara. Había escuchado hablar de ese refrán que mencionaba la calma antes de la tormenta, pero nunca pensó que fuera a vivir aquella ansiedad de primera mano.
A pesar de que la persona que menos quería que descubriera sus moretes lo había hecho, Niall aún parecía insistente en mantener en secreto sus golpes. No quería a nadie más haciendo preguntas innecesarias.
Ahora estaba en el salón de la casa de los Dawson. Zayn los había reunido a todos para una seria conversación, y Niall sabía que Harry estaba ahí, y el hecho de que estuviera demasiado callado como para siquiera notarlo le daba mala espina.
Decidió preguntarle a Olivia, que estaba a su lado en el sofá.
—Está escondido entre las sombras como un vampiro, en realidad es bastante aterrador.
Niall pasó saliva, sentándose erguido en su lugar con un sentimiento de pesar abrumándolo. No sabía cómo comportarse frente al General ahora, y definitivamente no sabía si lo estaba mirando o de plano, ignorándolo por completo. Para su fortuna, Zayn no le dio rodeos a la situación y habló de inmediato, evitando que se pusiera más ansioso.
—Como saben, hemos estado aquí un par de días —comenzó Zayn—. Gracias a la amabilidad de Dawson, aquí presente.
El grupo aplaudió sonoramente, algunos gritos y silbidos hicieron eco por el vestíbulo, y Dawson hizo una reverencia tímida, mientras su hija mayor, que cargaba a su hijo sobre su cadera con un brazo, le puso una mano cariñosa en su espalda.
—Creo que hemos tenido el tiempo suficiente para descansar, limpiar nuestras heridas y poner nuestros asuntos en orden —el rostro de Zayn de inmediato se tornó serio—. Pero se nos acaba el tiempo y tenemos que atravesar Londres lo antes posible, no sabemos cuánto más esperarán a Olivia y a Erin antes de zarpar a Francia.
—¿Y eso significa...? —intervino alguien al fondo del salón.
—Que debemos irnos pronto.
El rumor se hizo presente en la sala, haciendo los oídos de Niall zumbar. Pudo sentir a Olivia retorciéndose a su lado, y Niall supo que a ella tampoco le agradaba la idea de dejar la granja tan pronto, pero no podía decidir no ir.
—¡Bien, bien! Fue suficiente —exclamó Zayn, haciéndolos callar a todos con imponencia— Sé que todos estamos cómodos aquí, y que nadie quiere irse aún, pero seamos sinceros... somos demasiados, y no podemos terminarnos las provisiones de los Dawson, así son las cosas.
—No nos molesta si es que quieren quedarse —voceó una de las hijas de Dawson—. Nos han ayudado mucho en la granja, a proteger este lugar y a reforzar el perímetro. Mi padre es un hombre viejo y Desmond está enfermo, no dan abasto con un lugar tan grande.
—Lo sabemos, pero necesitamos llegar a la costa lo antes posible si es que queremos salir de aquí...
—Yo me quedaré —Antonio alzó la voz, interrumpiendo a Zayn.
El salón se enmudeció de inmediato, mientras pasmados todos miraban la alta y prominente figura de Antonio elevándose. Tenía el rostro estoico y parecía estar hablando en serio.
—Antonio... Inglaterra está infestada.
—Lo sé. Pero este parece ser un buen lugar para vivir el resto de mis días, además, el viejo necesita ayuda ¿no lo escuchaste? Creo que sería buena idea dejar algunos de tus hombres para que ayuden a esta gente a sobrevivir.
—No puedo forzar a nadie a quedarse...
—Estoy hablando de voluntariado— dijo Antonio, pareciendo más animado—. No quiero ofenderte, pero ya estoy cansado de correr por mi vida. Si es que llegamos vivos a Dover, ¿quién nos asegura que el padre de Erin esté aun esperándolas? Y si lo está, ¿crees que dejará a un montón de extraños subirse a su yate de ricachón?

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voraz; ns
ספרות חובביםUna infección ha infestado las grandes ciudades, atacando las células cerebrales de los habitantes y convirtiéndolos en autómatas sin consciencia. Niall, un adolescente ciego, es abandonado por su familia a su suerte, dejándolo a merced para morir a...