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Edison arrojaba su cuchillo una y otra vez, enterrándolo en la madera del suelo para matar el aburrimiento. Louis balanceaba a Sam sobre su regazo, jugando con sus pequeños y regordetes dedos. Niall se sentaba a su lado, sobre el catre duro e incómodo de una de las habitaciones sobre el bar.

Edison no perdió la atención de su navaja hasta que escuchó los pasos pesados sobre el suelo del pasillo y la vieja puerta abrirse con un crujido.

El General estaba de pie en la puerta, con un suéter grande y feo, tejido, y unos pantalones de lana. Tenía el cabello repeinado hacia atrás y lucía considerablemente más limpio que la última vez que lo vio.

Una mirada suya fue suficiente para que Edison recogiera sus cosas y se levantara silenciosamente de su puesto, junto con Louis, que lo siguió de cerca. Niall no parecía ni un poco extrañado al escucharlos dejar la habitación. Harry estaba ahí, podía sentirlo. Sabía que tarde o temprano iría a buscarlo, Niall solo esperaba que estuviera lo suficientemente calmado.

Sabía que Walter estaba muerto, de aquello no había duda alguna. No resentía a Harry, sabía que eso pasaría eventualmente en cuanto se enterase, pero tal vez Niall solo quería alargar la llegada de ese momento lo más posible, sin embargo, todo le explotó en la cara.

A pesar de ello, no estaba molesto con Harry. Más bien, se encontraba conmovido después de enterarse de todo lo que podía hacer por él. Mancharse las manos, perder los estribos de tal manera, solo derretían el corazón de Niall, por más enfermizo que se escuchase.

Al parecer, Harry tenía otra idea en la cabeza, pues cuando la habitación se sumió en silencio, se apresuró a tomar asiento junto a Niall, sin atreverse a tocarlo. Niall no entendía que era lo que le tomaba tanto tiempo acercarse a él, pero Harry estaba siendo cauteloso a su lado como nunca antes había sido; cuidadoso, como si Niall tuviera alguna especie de trauma.

—Solo di lo que tengas que decir —masculló Niall contra su brazo, abrazando sus piernas contra su pecho.

Aún le era difícil deshacerse de los gritos que se repetían en su cabeza como un bucle. Podía sentir a Harry nervioso por la manera inquieta en la que se revolvía a su lado, se preguntó si era posible que Harry pudiera sentir nervios.

—Soy un completo estúpido —maldijo, con los dientes apretados. Nialll podía escuchar todo el enojo y rabia que irradiaba su voz. — No querías decirme por miedo a que perdiera los estribos y eso fue exactamente lo que hice.

Los gritos constantes de Walter se detuvieron en su cabeza, una vez su atención estuvo por completo en Harry. Le calentaba el pecho el simple hecho de que Harry pudiera reconocerlo.

—Estás molesto —aseguró, sin siquiera preguntarle.

Niall lo negó rotundamente, pero no sabía que tan seguro estaba de que Harry estuviera mirándolo. No sabía si era una alucinación suya, o Harry tal vez sí estaba desviando la mirada porque le avergonzaba lo que había hecho, por lo que se aventuró, rodeando los amplios hombros de Harry con sus brazos vacilantes.

Sintió su cabeza pesada caer contra su escuálido pecho, dejándose sostener. Sus brazos apenas podían rodear su fornido torso, y a pesar de lo incómoda que era la posición, no quiso soltarlo. Era la primera vez que lo sostenía entre sus brazos, por lo que lo disfrutó sin saber cuándo sería la próxima vez.

—¿Aún me amas? —Harry murmuró contra su camiseta.

Un nudo se formó en la garganta de Niall mientras sentía el escozor enardecedor en sus ojos. Tragó saliva y apretó aún más el cuerpo de Harry contra el suyo, como si estuviera pendiendo de un hilo y él fuera lo único a lo cual aferrarse.

voraz; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora