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Niall había perdido a noción del tiempo. Por lo que creía, llevaba al menos dos horas encerrado en la oscuridad cuando se quedó dormido.

Harry lo había dejado abandonado en penumbras por quien sabe cuanto tiempo, y Niall, después de un largo día, había caído rendido en la litera superior. Ya estaba oscureciendo, o al menos eso suponía por la manera en que sus parpados le pesaban; a pesar de que no podía saber con certeza, pues su reloj despertador no estaba ahí con él para recitarle la hora.

─¡Despierta! ─escuchó un sonoro portazo, seguido del sonido de pesada tela de lona azotar contra el suelo. Niall pensó que quizá se trataba de su maleta.

Se sentó de inmediato, el sueño y cansancio abandonando su cuerpo y siendo remplazados con los constantes martilleos de su corazón.

─Es hora de la cena ─gruñó Harry, tirando de los tobillos de Niall sin su permiso y atrapándolo en plena caída de la litera, antes de que sus pies pudieran tocar el suelo─. Comerás, y me acompañarás a una reunión de defensa.

─¿Por qué? ─preguntó Niall, tomándolo del hombro y tratando de seguirle el paso.

─Porque Zayn se apuró de dejarme en claro que "encerrarte" no era lo mismo que cuidarte.

─Bueno... no lo es.

─Así que tengo que arrastrarte a donde quiera que vaya ─se quejó el castaño, caminando por los pasillos de la base como alma que lleva el diablo.

Nadie se metía en su camino, y Niall notó que, aunque escuchaba personas a su alrededor, ninguna se atrevía a interrumpir el paso del hombre.

─¿Cuál era tu nombre? ─Niall quiso saber.

─No necesitas saber mi nombre, solo necesitas quedarte callado y no estorbar.

─Soy Niall, por cierto.

─Tampoco necesitaba saber tu nombre.

─Si vamos a pasar la mayor parte del tiempo juntos...

─Todo el tiempo, diría yo ─Harry rezongó.

─Bien, todo el tiempo. Sería bueno al menos saber nuestros nombres.

Harry caminó un par de metros más arrastrando a Niall en tenso silencio, hasta que, por fin, se aclaró la garganta.

─Me dicen General por aquí, eso es todo lo que necesitas saber.

─¿Y por qué te dicen así?

─¿Qué parte de "eso es todo lo que necesitas saber" no entendiste?

Harry se detuvo de repente, causando que Niall tropezara y su cara golpeara contra la ancha y tensa espalda del castaño.

─Eres muy evasivo.

─Y tú muy molesto. Anda, entra ─ordenó el General.

Niall escuchó el sonido de una puerta abrirse, y una ráfaga de aire despeino incluso más sus desordenados cabellos rubios.

─¿Dónde estamos? ─preguntó Niall, al escuchar el bullicio envolvente.

─En el comedor. Siéntate, te traeré tu cena.

─¿Y qué es la cena?

─¡¿Podrías guardar silencio por un momento?! ─exclamó, haciendo saltar a Niall en su lugar─ Te traeré lo que sea que haya de cenar, y tu permanecerás callado, sin preguntas. Ahora siéntate.

Enmudecido, Niall obedeció, deslizando ciegamente la suela de su zapato por el suelo alicatado hasta que la punta de su pie rozó un objeto contundente a su derecha, muy cerca de él, se topó con la esquina de una mesa. Tomó asiento y esperó hasta que el General regresara con dos bandejas de comida en sus manos.