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—Son ellos, estoy seguro —Zayn maldijo entre dientes—. Es culpa tuya.

—¡¿Culpa mía?! ¡¿Cómo carajos es culpa mía?!

Zayn se detuvo en seco a mitad del campo, el cielo gris amenazaba con lloviznar sobre sus cabezas en cualquier momento, pero ninguno se movió. Zayn, en cambio, se dirigió hacia su amigo con la mandíbula tensa, y sus venas luciéndose prominentemente en su cuello.

—Te lo dije. Matar a Jaxon iba a traer consecuencias. Pues felicidades, éstas son las consecuencias.

—¡Estaba sobre Niall! —gritó Harry de vuelta en su cara— ¡¿Querías que no hiciera nada?! ¡¿Que esperara a que el muchacho se muriera de un infarto o que el otro psicótico lo matara?! Si tú hubieras hecho tu trabajo y lo hubieras vigilado, nunca su hubiera escapado y no estuviera muerto en primer lugar. ¡Joder! Incluso Lucas estaría aquí.

—¡No me culpes por la muerte de Lucas! Tal vez si tú no estuvieras tan metido en el culo de Niall, quizá te darías cuenta de que no puedo con todo sólo —replicó Zayn, tomándose un momento para recuperar el aliento— Necesito ayuda, y la necesito de mi mejor amigo. Despierta ya, Harry, y haz tu trabajo.

Sin decir nada más, y sin esperar respuesta por parte del contrario tampoco, Zayn dio un paso hacia atrás, y luego otro, dándose media vuelta solo para detenerse en seco. Harry lo miró con detenimiento.

—¿Sabes qué? —dijo, más sereno— Creo que fue un error dejarte a ti a cargo de Niall... le daré la responsabilidad a alguien más.

—¡No puedes hacer eso! —clamó a las espaldas de Zayn.

—Vaya que puedo. Recoge tus cosas, nos largamos ya.

—¡Zayn! —lo llamó, antes de que se marchara, pero hizo caso omiso a su amigo.

—¡Solo deja al muchacho en paz, Harry! Tan solo es un niño.

Zayn se fue, dejándolo con el corazón en la garganta y un sentimiento de amargura desagradable que lo consumía. Sentía su sangre burbujear, y de repente tenía el deseo histérico de golpear algo, pero no había nada a su alrededor. Absolutamente nada.

• • •

—¿Por qué estoy aquí?

Quiso preguntar, pero no se atrevió. Walter y Erin estaban enfrascados en una conversación en los asientos delanteros, mientras Niall se aislaba en sus propios pensamientos en la parte de atrás. Eden estaba de un lado mientras Olivia estaba del otro, con la frente apoyada en la ventanilla fría y sus manos frotando su barriga ansiosamente. Se veía cansada y grandes surcos oscuros habían aparecido debajo de sus ojos, pero nadie sabía a qué se debía su repentina palidez.

Niall quiso hacer conversación con ella, para enviar la energética conversación de Erin y Walter al fondo, pero extrañamente ella no quiso hablar.

No comprendía por qué de la nada no podía hacer el viaje con Harry como siempre lo había hecho. No había sabido del General desde que enterraron el cuerpo de Antonio por el estanque, Niall le dijo a Zayn que ahí la tierra estaría más blanda y acabarían más rápido, después de eso Zayn lo asignó a un vehículo que no era su camioneta, conducido por Erin. Pero por más que Niall le diera vueltas al asunto, no hallaba la respuesta.

—¿A dónde se supone que nos dirigimos? —Niall se atrevió a interrumpir la conversación de los pasajeros adelante, ya harto de las risas tontas de Erin.

—A Londres —respondió Walter, igual de animado. Niall pudo imaginárselo con una enorme sonrisa en la cara, como si eso fuera algo bueno. O quizá solo estaba feliz.

voraz; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora