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Niall despertó a la mitad de la noche cubierto en sudor. Sentía su cabello pegajoso y su camiseta adherida a su cuerpo, llena de sangre seca y humedad. El lado de su torso ardía, dolía y palpitaba, todo al mismo tiempo, mientras el sufrimiento se hacía más presente que antes. Ahora que su cuerpo se había enfriado, estaba más consciente de la herida en su costado.

Buscó a su alrededor con desesperación algo que delatara su paradero, pero no sintió nada más que un suave colchón bajo su cuerpo y una sobrecama.

Debió haber hecho más escándalo del pretendido, pues en pocos segundos, ya tenía a Liam arrullándolo como si fuera un niño pequeño. Niall se despegó de inmediato, tomando a Liam por los hombros y guiando sus dedos hasta su áspera barba, solo para asegurarse que se trataba de él.

—¿Dónde estamos?

—En un orfanato vacío —respondió Liam, intentando recostar a Niall de nuevo en la cama, solo para hacerlo respingar— ¿Estás bien?

—Sí. ¿Qué hacemos en un orfanato? ¿Cómo llegué hasta aquí?

—¿No lo recuerdas Niall? Después de llevar a Louis con Julia, te encontré sentado contra el neumático de una de las camionetas, estabas empapado y llorando, te ayudé a entrar y te conseguí una cama caliente.

Todo fluyó a la memoria de Niall como el agua en un arroyo, sin embargo, aún no recordaba el por qué lloraba, ni entendía cómo es que habían ido a parar en un orfanato. Se lo debía a su estado enfermizo; se sentía más debilucho de lo normal, y el mareo no había cesado desde que bajaron de las camionetas, incluso podía apostar que se encontraba más pálido que nunca.

—¿Seguro que estás bien? Te ves terrible. —Niall asintió.

—Estoy bien, creo que solo necesito descansar...

—Ni —interrumpió Liam, con una mano sosteniéndole el hombro para mantenerlo en su lugar—, ya es el día siguiente, dormiste toda la noche.

—¿Es hora del desayuno? —preguntó Niall atontado, aún envuelto en los brazos de la somnolencia. Liam soltó una irrisión nasal.

—No creo que haya algo para desayunar. Zayn conoce un lugar cercano en donde encontrar provisiones, se llevó a Lucas y al General hace un par de horas, deben estar por llegar.

Por primera vez, Niall sintió un pinchazo en una parte del cuerpo que no era su costado. Por algún motivo, aún sentía su pecho arder cada vez que el recuerdo de Harry abordaba su mente, y no podía concebir el por qué. ¿Sería miedo? O es que el antiguo miedo al General se había transformado en otra cosa.

—¿Qué hacías aquí, Liam? —Liam suspiró, restregándose las manos sobre el rostro. 

—Estaba vigilando a Louis, por si despertaba.

—¿Está aquí? —Liam asintió, a pesar de que Niall no pudo verlo.

—A un par de camas de distancia de la tuya.

—¿Quiénes más durmieron aquí?

—Yo, Quentin, Jackie, Aaron, Zeke y Lucas. Creo que Zayn y el General tienen sus propias habitaciones.

Por algún motivo, Niall se sintió decepcionado, pero no externó sus preocupaciones al rápidamente tratar de ocultar sus verdaderos pensamientos con más preguntas.

—¿Qué fue lo que pasó allá? Escuché que venían con más personas.

—Oh, eso —Liam no parecía muy interesado en el nuevo tema de conversación—. Al parecer el General encontró a dos mujeres que solía conocer, ambas hermanas. Una de ellas fue su novia, aunque realmente no sé cuál de las dos, tal vez la embarazada, parecía tenerle mucha confianza, la otra no parecía apreciarlo demasiado, pero de nuevo, ¿quién miraría al General con afecto? Es demasiado aterrador.

voraz; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora