—Creo que está enojado conmigo —confesó Niall mientras Olivia preparaba la comida de esa tarde.
—¿Quién?
—Harry.
—Harry siempre está enojado con todos —dijo ella, desprendiendo la piel del conejo.
—No me ha hablado en dos días, ni siquiera para gritarme.
Olivia dejó lo que estaba haciendo y se limpió las manos con un trapo viejo, se puso la mano en la cadera y miró a Niall.
—¿Hiciste algo?
Niall agachó el rostro, y jugando con sus dedos comenzó a mordisquearse el labio. Olivia arqueó una ceja.
—Pues... creo. No lo sé —dijo bajito.
—No entiendo, ¿hiciste algo o no?
—Bueno, hace dos días... —titubeó por un instante, buscando las palabras adecuadas para contarle a Olivia— quiso hacerlo... conmigo.
—Oh Dios —dijo, ella llevándose una mano a cubrir su boca— ¿Y lo hicieron?
—No, le dije que yo no quería. ¡Pero fue muy insistente! —exclamó Niall—. No supe que hacer, y me puso a llorar como un bebé. Al final nada pasó, y creo que ahora está enojado conmigo.
Niall tenía sus razones para creer que Harry estaba molesto. Después de esa noche, Niall amaneció al día siguiente completamente solo, con el espacio vacío junto a él helado. Zayn lo despertó ese día, diciéndole que el desayuno estaba listo, pero Harry nunca estuvo ahí.
Intentó buscarlo un par de horas después sin suerte alguna, y cuando por fin estuvieron reunidos en el mismo lugar, pasó su tiempo entero hablando con Zayn, sin siquiera dirigirle la palabra.
Ahora habían pasado dos días y Niall no sabía nada de él. Zayn le dijo que había salido con un grupo reducido en busca de neumáticos, pues las llantas de algunos vehículos habían amanecido, extrañamente ponchadas.
Niall no quiso molestar más a Zayn con su encaprichamiento por saber el paradero del General, por lo que lo dejó así.
—No puedo creerlo —farfulló ella, más para sí misma—. Maldito bastardo.
—Está bien, fue mi culpa, sé que no le gusta que lo contradigan...
Olivia puso ambas manos en los hombros de Niall, deteniéndolo en seco.
—¿Estás escuchándote? No tienes nada de que disculparte cielo, no hiciste nada malo. Harry... está acostumbrado a obtener lo que quiere y cuando lo quiere, no creo que esté molesto contigo, solo está... frustrado. Yo hablaré con él.
—¡No! —exclamó Niall con ojos suplicantes, tomándola por sorpresa— Se molestará más.
—No va a hacerme nada Niall, ya he aprendido como lidiar con él. Todo estará bien, ¿sí?
—¿Estás segura?
—Por supuesto —ella asintió animosamente, mostrándo una sonrisa segura, antes de regresar a sus labores.
—A esto me refería con que estar con Harry es... complicado. Ahora me entiendes, ¿verdad?
—Dijiste que esperabas que no se enamorara de mí, ¿por qué? —preguntó exigente. Escuchó a Olivia suspirar.
—Eres un buen muchacho, Niall. No creo que seas el adecuado para tratar con el temperamento de Harry —dijo, comenzando a cortar la carne vigorosamente, como si estuviera descargando sus frustraciones en aquel pobre conejo—. Cuando intenté dejarlo la primera vez fue horroroso. Hubo gritos, muchos golpes y cosas rotas. No pude salir de ahí por un buen tiempo, hasta que las cosas se calmaron.
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voraz; ns
FanfictionUna infección ha infestado las grandes ciudades, atacando las células cerebrales de los habitantes y convirtiéndolos en autómatas sin consciencia. Niall, un adolescente ciego, es abandonado por su familia a su suerte, dejándolo a merced para morir a...