O28 - YouTube

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—No puedo creer que hayas logrado convencernos de grabar este vídeo.— Reprochaba Sebastián.

—Ost, ya deja de hacer berrinches, esto será sencillo.— Contraataco Valeria.

—¡Grabando chicos!.— Gritó Julián detrás de la cámara.

—¡Hey, hola gente!.— Saludaron los tres mirando a la cámara.

—Sé que se preguntarán que hacemos los 3 en ropa de baño ¿Verdad?.— Valeria miró a la cámara. —Pues como pueden ver nos encontramos en el patio de la casa de Daniel, para ser específica, estamos al lado de la piscina.—

—Ya mucho habrán sacado sus ideas o bueno, habrán visto el título del video, pero por si algo se los décimos nosotros...— Daniel miró a Val y Sebastián para que dijeran...

—¡BIENVENIDOS AL "24 HORAS EN LA PISCINA".— Gritaron los 3 adolescentes al unísono.

—¡Uf! Ustedes no se imaginan lo que me costó para que estos dos aceptarán grabar este vídeo.— Se quejó Valeria mirando a la cámara, se acercó un poco la aparato para susurrar algo. —No se imaginan lo que tuve que prometer para que ellos aceptarán grabar este vídeo.—

—Bueno, menos charla y a la piscina se dijo.— Daniel tomó la mano de Sebastián para ambos tirarse a la piscina.

—Oigan, me hubieran esperado.— Se quejó Valeria para luego tirarse a la piscina. —Oficialmente inicia este retó.—

—Bueno, ya estamos en la piscina ¡¿Y ahora que hacemos?.— Preguntó Daniel.

—Bueno, podemos contar algún storytime que nuestros fans no conozcan.— Sugirió Valeria.

—Pues la idea no está tan mal, ¿Que tal el storytime de cómo nos conocimos?.—  Sebastian miró a Valeria y Daniel quienes asintieron en un "si". —Pero lo mas conveniente es que seria primero el storytime de como Daniel y yo nos conocimos, porque a Valeri la conocimos unos años después.—

—Bueno, cuando Sebas y yo conocimos estábamos bien chiquitos, imaginense a unos niños que apenas ingresaban a grado cero. Yo desde chiquito ya estaba acostumbrado a que mis padres trabajan mucho y solía pasar con mis abuelos y pues como se imaginaran, yo fui de esos pocos niños que no lloran en su primer dia de escuela.— Empezaba a contar Daniel. -—Yo todo tranquilo, yo esperaba que la maestra comenzará a presentarse, en ese entonces vi un niño que estaba llorando al fondo del salón.—

—Ese era yo.— Dijo Sebastián entre risas. —Osea, yo lloraba porque que queria a mis papás.—

El primer dia de clases para la mayoría de los pequeños, es algo triste, pero para el pequeño Daniel el como cualquier dia cualquiera.

—Daniel, te portas bien.Dijo Temo mirando seriamente a su hijo. —No quiero ninguna travesura tuya en el primer dia de clases. —.

—Si papi, voy a tratar.— Daniel sonrió de manera inocente.

—Daniel, hablamos muy en serio.— Aristoteles tambien miro serio a su hijo.

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Daniel se encontraba sentado entre las primeras mesas, el esperaba que la maestra iniciara la presentación, por alguna extraña razón se le dio por mirar atrás, al voltear se encontró con un pequeño niño al fondo del salón, parecía estar llorando. Daniel con intriga decidió ir donde estaba ese pequeño.

—¿Hola?.— Daniel  se acerca al pequeño que lloraba con su cabezita entre sus manos.

—Ho-hola.— Contesto el pequeño niño de ojos negros.

Me llamó Daniel ¿Y tú?.— Daniel miraba al pequeño ojinegro, se veía alguien muy frágil.

—M-me lla-llamó Sebastián.— Dijo el pequeño de nombre Sebastián, lo dijo con miedo.

—No tengas miedo, si quieres podemos ser amigos.— Dijo el pequeño Daniel con una tierna sonrisa.

—Wow, una historia tierna pero también algo chistosa.— Dijo Valeria.

—Pero la forma en que conocimos a ti es más chistosa.— Dijo Sebastián.

—No pues si.— Río Valeria, para luego mirar a la cámara. —Imaginense una pequeña de 7 años que llegaba a un nuevo colegio donde no conocía a nadie, caminado con nervios por los pasillos de esa enorme escuela, con su loncherita entre sus manos y pecho, muriéndose del miedo.—

—Y del otro lado de esa escuela, en el patio a dos niños jugando fútbol.— Explicó Sebastián.

—Acabé recalcar que teníamos 7 años pero ese mismo año los tres cumpliamos los 8.— Explicó Daniel.

Una pequeña niña rubia de ojos verdosos, caminaba por los pasillos de su nueva escuela. Sus nervios se podían notar a kilómetros de distancia.

—Quiero a mi mami.— Dijo la pequeña entre sususurros y sollozos.

Mientras que en otra parte de esa escuela, para ser exactos, la cancha de fútbol, dos pequeños niños jugaban aquél deporte.

—Ahí te va, Sebas.— Daniel Patio la pelota con la intención de que su amigo la atrapara.

—No la vayas a patear tan fuer...— El pequeño ojinegro no terminó de hablar al ver con la pelotita pasaba de largo. —Fuerte...¿Enserio, Daniel? Otra vez perdiste la pelota.—

—Ya no te enojes, fue accidente.— Se defendió, Daniel empezó a correr. —Vamos a buscarla.—

—¡Espérame!.— Sebastián empezó a correr para alcanzar a su amigo.

Por el lado de la pequeña rubia, vio como una pelota venía rodando con rapidez, con su pie derecho detuvo la pelota.

—¡Cuidado!.— Un gritó alarmó a la pequeña que sintió como un cuerpo chocaba contra ella.

—¡Mi lonchera!.— Lloriqueo la pequeña al ver todo lo que su mamá había hecho para ella, tirado en el piso.

—¡Ay Dios! Esto es un desastre.— Sebastián miraba todo el desastre que la lonchera de la pequeña había provocado. —Oye niña, perdona a mi amigo, a veces puede ser algo despistado.—

—Tranquilo, fue un accidente, pero..— La pequeña empezó a llorar al ver su lonchera toda desparramada en el suelo. —Me quedé sin receso.—

—Y pues si, ese día este idiota me tiró toda mi lonchera pero el de buena gente me compartió la suya.— Terminó de explicar, Valeria.

—Y pues esa fue la manera que los tres nos conocimos.— Dijo Sebastián mirando a la cámara.

—No jodas, apenas llevamos una hora en la piscina.— Se quejó Daniel.

Esto.será un largo día o mejor dicho un largó vídeo.

Influencers [Dastián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora