Una semana había pasado desde que Daniel se enteró sobre el bebé que esperaba Sebastián. Una semana de angustias por la llegada de los padres de ambos jóvenes, le iban a contar sobre la llegada del nuevo integrante a la familia.
—Yo no soy la que está esperando un hijo y le voy a decir a mis padres que serán abuelos y aun así estoy nerviosa. No me quiero imaginar como estarán los chicos, ¿Ya estarán hablando con sus padres?.— Valeria se encontraba caminando de un lado a otro en el Irving de su apartamento, mientras su hermana y novio solo se dedicaban a mirarla.
—Pues los padres de ellos llegaron a Cali ayer en la noche y los citaron hoy al medio día en el depa de ellos, y todavía faltan 10 minutos para las 12.— Informó Juliana mirando la hora en su celular. —El que me preocupa más es Sebastián, él es el hijo menor.—
—Pero ellos ya están grandes, aparte que la hija de Felipe por fín tendrá un primo o prima.— Dijo el pelinegrocon una leve risa.
—¡Julián! Esto es cosa seria.— Valeria le dio un pequeño golpe en el hombro.
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—Tengo miedo, ¿Y si nuestros padres no nos apoyan?.— Sebastián, Quién estaba al pendiente de la ventana que daba a la entrada de la portería. Sentía como los nervios se apoderaban de él.
—No lo creo, de pronto si los saca de onda y se enojaran un poco pero nos van apoyar, saca esos malos pensamientos de esa cabezita.— Daniel abrazó al menor por la cintura y le dio un beso en la mejilla para luego mirar también a la ventana.
En pocos minutos dos autos negro y rojo se detuvieron dentro de la portería del edificio donde vivían los chicos, de esos automóviles salieron los padres cada uno y claro sus hermanos.
Estarían mintiendo si dijeran que no tienen miedo, claramente el miedo sd apoderó por completó de ellos, pero ya no había vuelta atrás.
Con nervios, los chicos esperaron que sus padres llegarán al piso donde se encontraba su apartamento, cuando escucharon tocar la puerta los nervios aumentaron.
Con pasos lentos los chicos se acercaron a la puerta, tomaron aire y con algo de lentitud abrieron la puerta.
Y allí estaban los padres y hermanos de ambod chicos, pero claro que los qur más nerviosos los ponían eran sus padres.
Con unos simples "Hola" los adultos y niños, ingresaron al apartamento de los chicos.
—Gracias por venir.— Empezó a hablar el ojimiel, tratando de no sonar nervioso.
—Nos dijeron que era importante, ahora diganos que es tan importante.— El padre de Sebastián miro seriamente a ambos jóvenes.
—Mamá, papá...emmh y hermano...—Las palabras se atoraban en su garganta, para tomar fuerza entrelazo su mano con la de Daniel. —....Suegros...hay algo muy importante que tenemos que decirles.—
—Chicos, no hagan tanto rodeó y digan de una vez, no creo que se tan malo.— Dijo Aristóteles mirando a su hijo y yerno.
—Pues eso depende de como se lo tomen.— Dijo Daniel entre risas nerviosas. —Desde hace un tiempo Sebastián llevaba sintiéndose mal, tenía vomitos constantes y antojos medio raros...—
—Al principio no le tomábamos mucho importancia, pero hace como una semana fui hacerme un chequeo y....— Sebastián trago saliva para luego seguir hablando un poco más tranquilo.—Y el resultado fue que...—
—Sebastián está esperando un hijo mio.— Dijo rápidamente para luego abrazar al menor.
La mirada de los adultos era neutra, no mostraba nada de emociones, algo que aterro a los muchachos. Las primeras en reaccionar fueron las mellizas que se alegraron con la noticia.
—Lau, ¡Seremos tías!.— Gritó la niña para abrazar a su melliza.
—¡Siii!.— Gritó igual que su hermana melliza. Se separaron del abrazó y corrieron donde los chicos. —Felicidades.—
—Si, felicidades hermanito y a ti también cuñado.— Las niñas al ser muy pequeñas, abrazaron a los chicos por la cintura de cada uno.
—Gracias, terremoto mellizas.— Dijeron los dos al unísono mientras se agachaba a la altura de las niñas.
—Daniel, Sebastián.— La voz del hermano mayor de ojinegro, hizo que se pusieran otra vez nerviosos. —Oigan, no pongan esa cara, felicidades.—
El mayor abrazó a los futuros padres, claro que miro algo feo a Daniel. Por más que lo conocía desde que eran niños, jamás perdonaría que su bermano menor quedará embarazado a los 18 años.
Y por último, sus padres. Parecían todavía no salir su trance, los primeros en salir de trance fueron los padres de Sebastián.
—Ustedes ya cometieron su "error" ahora se hacen cargo.— Dijo el padre de Sebastián con cierta frialdad. —Nosotros ya hicimos nuestro trabajó, educandolos.—
—No piensen que no aceptamos que sean padres tan jóvenes pero entiendan, no esperabamos temendra notícia.— Dijo la madre de Sebastián, apoyando a su esposo. —Felicidades mis niños.—
—Gracias.— Dijeron en un leve susurró.
Y por ultimo, Aristemo.
—Nosotros te educamos para que te hicieras cargo de tus responsabilidades, ¿Te das cuenta que ahora tienes una responsabiñidad mayor?.— Temo miró seriamente a su hijo mayor.
—Lo sé papá, cuidar a un bebé es una gran responsabilidad y créeme que me haré responsable.— Contestó Daniel mirando también seriamente , a su padre.
—Pues entonces felicidades.— Temo se acercó abrazar a su hijo y yerno.
—Pues ni modo, seremos ya abuelos.— Dijo Aristóteles con una sonrisa bromista. —Ay, me va a costar acostumbrarme a eso.—
Todos rieron por el comentario del rizado mayor.
Oh, ¿Y.Erick? El pequeño estaba dormido en los brazos de Aristóteles, por eso no se enteró de nada.
........
•Chalé, ya nos toca ir despidiendonos de esta historia. Permiso, me iré hacer la lloracion 💔
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Influencers [Dastián]
Fanfiction•Donde Daniel y Sebastián son mejores amigos "Youtubers" y se hacen bromas entre ellos. O •Donde sus fans y personas cercanas los shippean creando el shipp "Dastián" ✂--------------------------------------------- •Los personaies pertenecen a mi hist...