Influencers [Dastián]

T2: O26 - Privada

Maratón 4/4

Días después.....

El día del concierto llegó, alegría para algunos, un plan oscuro para otros.

-Hermano, calmate, éste día será fenomenal.- Isabela trataba de calmar a su hermano, pero fracasaba en el intento. -Me rindo, Camila tu turno.-

-Qué no me digas Camila.- Se quejó la niña entre dientes. -Daniel, calmate plis.-

-Pues si así es tu nombre, Laura Camila Córcega López.- Isabela trataba de hacer enojar a su hermana melliza.

-Ahora si te cargó el payaso, Isabela Córcega López.- Y el enojó de Laura se prendió.

-Como diría Valeria, más vale aquí corrió que aquí murió.- Isabela salió corriendo.

Los demás veían a las mellizas correr, esas niñas lograban sacarle una sonrisa a cualquiera.

-¡PAPIS! Dile a Camila que dejé de perseguirme.- Gritaba la pequeña Isabela, escapando de su hermana.

-Lau, deja a tu hermana.- Dijo Aristóteles tratando de sonar enojado, pero con la escena de sus hijas era imposible.

Laura dejo de correr, se quedó mirando enojada a su hermana, pero luego salió.

-¡Lau, espérame!.- Isabela salió detrás de su hermana.

-Esas niñas pelean más que Daniel y Sebastián cuando eran niños.- Argumentó Valeria.

-Voy con ellas.- Sebastián salió corriendo por el mismo caminó donde fueron las mellizas.

-No sé porqué, pero tengo un mal presentimiento.- Dijo el hermano de Sebastián tocando su pecho y la respiración acelerada.

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Sebastián había perdido de vista a la mellizas y ahora se encontraba tratado de adivinar por donde pudieron haber ido las niñas.

Mientras tantos dos sujetos escondidos detrás de una pared, lo veían.

-Llegó la hora, haz tu trabajó.- Ordenó con una voz fuerte.

El otro que tenía un pasamontañas, se acercó lentamente a Sebastián, como sumo cuidado colocó un pañuelo en la boca del menor.

El ojimiel trataba de safarse del agarre pero era inútil, al instante perdió el sentido del conocimiento y se desmayó.

Las mellizas que desde lejos vieron todo, son miedo en sus miradas lograron pasar sigilosamente a los dos hombres, y corrieron dónde los demás estaban.

-¡AYUDAAA!.- Las niñas llegaron corriendo derramando un par de lágrimas.

-Niñas, ¿Qué les pasa?.- Daniel se acercó a sus hermanas quienes rápidamente se aferraron a él.

-Sebastián...Sebastián fue secuestrado.- Soltó Isabela entre lágrimas.

-¿Qué?.- Daniel miró el rostro de sus hermanas, decían la verdad.

-Dos sujetos, uno traía un pasamontañas y el otro no, era de rostro palido, ojos azules, creo y cabello rojizo alboratado.- Laura describió al señor que lograron verle el rostro. -Y daba miedo.-,

-Nosotras logramos escondernos a tiempo, pero lo vimos todo.- Terminó de hablar Isabela entre sollozos.

-Cancelen el concierto.- Dijo Daniel en un fría voz. -Hagan lo que tenga qur hacer, pero el concierto será cancelado.-

Los de seguridad y producción seguieron las órdenes.

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Sebastián abría lentamente los ojos, trató de moverse pero sus manos y piernas estaban atadas con una soga, miró a su aleredor tratando de averiguar donde estaban, parecía una bodega abandonada.

-¿Dónde estoy?.- Habló en voz baja, para no ser escuchado. -Ayuda, por favor.-

Un día que debía ser felices, se convirtió en una tragedia.