Crybaby

<CINCO>

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Aviso de suma importancia

Este capítulo contiene spoilers gordos, GORDÍSIMOS, de Harry Potter

Si teneis la osadía de no haber leído los libros o haber visto las películas, id a hacerlo ya...Pero ya (Potterheadhere)

Gracias por la atención

Let's get it ;)

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—No tienes ni puta idea —mascullaste sin parar de engullir—. Lo primero siempre es el contacto visual, ¿me entiendes? —Pegaste la frente a la de Tae mirándole sin pestañear con los ojos abiertos en exceso—. Contacto. Visual.

—Para de una vez, das miedo —contestó el chico, empujándote levemente para separarte—. Además, sigo sin compartir esa gilipollez. Lo primero es una sonrisa siempre.

—Eso lo dices porque tu sonrisa es adorable, aquí el niño no puede echar mano de eso —te mofaste, señalando al moreno con desdén. Jungkook te miró abriendo las aletas de la nariz en un claro gesto de protesta—. Tiene paletillas de roedor.

—Ni caso, Jungkookie, tu sonrisa es preciosa —aseguró Tae al tiempo que cogía otra porción de pizza.

—Cuidado con este, niño, que es parcialmente desviado.

Se hizo el silencio por un segundo, antes de que Tae y tu rompieseis en risas ante un confuso Jungkook.

—No me ayudais nada —murmuró el chico, de seguro lamentándose por haber pagado por las pizzas sin obtener nada a cambio.

—De todas formas, ¿para qué quieres saber todo esto, Kookie? —preguntó Tae. Jungkook te dirigió una mirada de auxilio y rodaste los ojos.

—Por que le gusta una de su clase y quiere llevársela al huerto. ¿Ves qué fácil? —murmuraste a Jungkook, que soltó una risilla, pareciendo avergonzado por no haber pensado una excusa tan sencilla.

—¿Y crees que Hana es la más indicada para ayudarte? Yo soy mil veces mejor que ella.

—Tae no te vengas arriba tampoco. Con un chasquido de dedos te tengo en la cama suplicando.

—No si te tengo yo antes... A ti y al tío que quieras —añadio con una miradita de superioridad. Te reíste ante el comentario desvergonzado de Taehyung al momento que Jungkook se dejaba caer de espaldas al sofá, evidentemente frustrado.

Te sentiste un poco mal por el crío, eso debías admitirlo. Llevaba toda la semana insistiendo como un puto grano en el culo porque le ayudases y te había invitado a cenar. Te tocaba ser buena por una vez.

—Mira, niño. ¿Sabes qué es lo más importante de todo? —Jungkook se incorporó como un resorte, mirándote a los ojos—. Que sepa que es importante para ti. Que te intereses por las pequeñas cosas que la hacen feliz. Que seas capaz de enseñarle cosas que no haya vivido jamás; esa es la verdadera clave para llegarle a alguien a la patata.

—Joder Hana, qué poético viniendo de ti —se burló el castaño.

—Tu a callar, parcialmente desviado.

Una vez te sentías al borde del coma alimenticio, paraste de comer. Tae tardó un par de trozos más en darse por satisfecho, pero también lo hizo, echándose en el sofá como si acabase de salir de una maratón: respirando pesadamente y con la vista perdida en el techo.