Crybaby

<TREINTA Y SEIS>

(JUNGKOOK)

Me paso las manos por el pelo y ahí es cuando me doy cuenta de cómo tiemblan.

"Joder, Jeon, contrólate...".

Intento destensar el cuello un poco y, con los ojos cerrados, me paso las putas manos por la cara. No paran de temblar, pero claro, es normal: estoy de los putos nervios... ¿Quién no lo estaría?

Antes de entrar otra vez a casa de Namjoon y Heejin, respiro lentamente para mandar una orden clara a mi corazón de que se relaje un poco. No lo consigo del todo, pero las manos ya no me tiemblan tanto, así que lo tomo como una buena señal y marco el número de seguridad.

El griterío que me recibe dentro es todo lo contrario a lo que me espero, así que voy corriendo al salón, encontrándome a Heejin completamente fuera de sus casillas. Su mirada se dirige a mí, y agacho un poco la cabeza sin mirarla.

—¡Tú! ¡Contigo también quería hablar yo! —me grita—. ¡¿Cómo te atreves a echarla de esa manera?! ¡¿Es esta tu casa?!

—No... pero...

—¡Nada de peros, Jeon Jungkook!

Noto un suave golpe sobre la cabeza, me atrevo a mirarla y, cuando lo hago, siento otro golpe. Me acaba de tirar dos cojines, y por la cantidad que veo por el suelo, seguro que ha estado tirándoselos también a Namjoon antes de que yo entrase.

—Hee, cariño, no está bien que te alteres de esa manera... Ya sabes lo que han dicho los médicos, intenta respirar.

—¡¿Respirar?! ¿Qué respire? Respiraré después de daros una paliza a los dos. La habéis echado sin dejarme decir una palabra al respecto, ¡¿quién os creéis que sois?!

—Es que no tendría ni que haber venido en un primer lugar... —murmuro, mirando con reproche a Namjoon, que sigue cubriéndose de los cojinazos que le propina su novia.

Recibo otro cojinazo en la cara y comprendo que es el momento de callarme.

—¡Id a buscarla ahora mismo! —exclama cada vez más alterada.

—Cariño...

—¡Os juro que voy yo!

Alzo un poco la cabeza y empiezo a ver como Heejin lucha por incorporarse sin ayuda. Teniendo en cuenta que casi todos los cojines que la rodeaban estan tirados por el suelo, parece que le cuesta todavía que normalmente. Pero la situación no es precisamente para tomársela a broma, porque no debería moverse tan rápido y porque no debería estar tan alterada. Entre Namjoon y yo conseguimos pararla un poco, pero por más que le pedimos que se tranquilice, Heejin solo sabe revolverse, pegarnos con cojines y decir que vayamos a buscar a Hana.

Namjoon me mira, soltando un suspiro y asiente con la cabeza. Sé que es lo que quiere decirme con eso, pero...

—¡Jeon Jungkook, ve a buscarla ya! —grita Heejin.

Y como no quiero que finalmente se levante y vaya a la calle a buscarla (porque la veo muy capaz) me alejo del sofá y abandono el piso.

No sé cuánto tiempo hemos estado batallando con Heejin, pero veo muy improbable que Hana siga cerca; aun así, salgo a la calle y miro en todas direcciones para ver si encuentro su figura por alguna parte.

La calle no está completamente vacía, pero tampoco veo a ninguna chica de pelo largo, con vestido de tirantes y medias de rejilla... Nada.

Me alejo un poco del bloque de apartamentos y sigo por la izquierda. El piso de Hana está al sur de aquí, es decir, debería de haber ido andando hacia la derecha para llegar a su casa. Por lo que creo que es más que obvio que ha girado en la dirección que no es... A lo mejor estoy presuponiendo que la conozco más de lo que lo hago en realidad. A lo mejor Hana ha cambiado tanto como yo en estos cinco meses, a lo mejor ha aprendido a orientarse de una puta vez...