Crybaby

<DIECISIETE>

Cinco días eran los que te separaban de la fecha en la que tendrías que presentar los cuadros a falta de pintar uno. Sin idea de qué podrías hacer, sin el más mínimo de inspiración y con ganas crecientes de quemar todos tus cuadros y echarle culpa al fuego por no poder presentar la exposición.

Las clases habían terminado por esa tarde, y te dirigías a la cafetería acompañada de Hoseok y Heejin con la excusa de tomar un café para no volver a ponerte frente el abismo que te suponía tener la fecha de presentación tan cerca.

—¿Y sigues sin hablar con Namjoon? —comenzó a investigar Hoseok al momento que su culo tocó la superficie de la silla.

—He hablado algo, tonterías... pero no sé cómo decirle que quiero estar con él —respondió una cabizbaja Heejin.

—¿Qué tiene eso de complicado, Hee? —cuestionaste incorporándote a la conversación—. Le dices que lo sientes, que quieres estar con él y punto, a otra cosa —aconsejaste despreocupada. Tus dos mejores amigos te miraron como si se te hubiera ido la poca cordura que te quedaba— ¡¿Qué?! —exclamaste ofendida.

—¿Y en qué punto de tu idea de decirle eso a Namjoon incorporaría el pequeño detalle de haberse acostado con Jungkookie? —preguntó Hoseok con dulzura, queriendo hacerte comprender lo estúpido de tu idea.

—P-pues, bueno eso... puedes omitirlo, ¿no?

—¿Cómo voy a omitirlo? Le estaría mintiendo... —murmuró Heejin.

—Venga, tampoco es para tanto. No estabais juntos al fin y al cabo; él te dejó, él se jode si te tiras a otro.

—Es que no es simplemente otro, Na —atajó Hobi haciendo que Heejin asintiese, apoyando su frase—. Es un amigo de toda la vida y ahora Namjoon se preguntará si no fue nada más que una noche, y si tienen sentimientos el uno por el otro y si...

—¡Bueno, bueno, para el carro! —le cortaste con la cabeza embotada de tantos problemas—. Hee no siente nada por el enano, solo le quiere como un hermano, le dice eso y ya.

Hoseok emitió un murmuro de desacuerdo y miraste a tu amiga para que validase tu opinión. La manera en que agachaba la vista jugueteando con los dedos alrededor del café te puso los vellos de punta por un momento.

—Hee... dijiste que había sido un error, ¿verdad? —preguntaste con voz temblorosa, deseando oír un "sí" lo antes posible.

—No lo sé...

—¿Q-qué? Espera, vamos a calmarnos un poquito porque creo que he escuchado un no sé —murmuraste con risa nerviosa.

—Es que no lo sé, Na... Sé que fue un error porque lo hice en un mal momento, pero Jungkook es muy especial para mí y creo que siento algo más que un simple amor de hermanos... —musitó la rubia.

Con esa frase, Heejin se encargó de darte un puñetazo en el estómago sin necesidad de usar las manos. Te habías quedado sin aire por soltarlo en un solo suspiro agitado. Hoseok te miraba, y al darte cuenta, tragaste saliva aparatosamente. Diste un sorbo de café hirviendo para ocultar los nervios que sentías y te lo bebiste a pesar de que tu boca amenazaba con salir ardiendo en cualquier momento; pronto tu esófago se unió a la sensación y tuviste que toser, con lágrimas saliendo de tus ojos por el dolor. Hoseok propinó unas palmadas contra tu espalda inmediatamente y musitaste un "estoy bien" con la voz rota.

Taehyung apareció en el momento que te limpiabas las lágrimas y se sentó con una sonrisa inocente, reparando al momento en la cara de angustia de tu amiga, la de duda de Hoseok y la tuya, al borde de la muerte por pura ansiedad.

—¿Un mal día? —preguntó de forma retórica sin perder la sonrisilla.

—Uno de puta mierda —confirmaste aún con la voz recuperándose del accidente.