Hazbin Hotel x Cuphead

Capitulo 14

...

La situación en la que se encontraba nuestra taza roja favorita no era la más agradable.

Éste se encontraba en medio de su habitación, alzando los brazos como si unos policías lo estuvieran a punto de arrestar, ya que a un lado suyo cerca de la puerta se hallaba Vaggie, quién tenía su confiable lanza apuntándolo de forma amenazante con Charlie detrás de ella quién miraba de forma nerviosa a Cuphead; al otro lado estaba Cherry Bomb, esta estaba a unos pocos metros cerca suyo con una navaja apuntándo cerca de la cara de Cuphead, y por último pero no menos importante Elizabeth se encontraba desnuda en su cama con nada mas que una toalla tapandola, tenía un expresión tranquila a pesar de la situación que se desarrollaba frente de ella.

Bueno... - Habló la taza tratando de aliviar el ambiente, a la vez que bajaba los brazos de forma lenta, captando la atención de todos allí. - ¿Quién tiene hambre?

Creo que deberías tomarte esto en serio, cariño - Comentó Elizabeth para después soltar una pequeña risita.

¿Creés que puedes burlarte así de mí y escapar sin sufrir las consecuencias? Pues, dejame decirte algo - Dijo Cherry Bomb, preparando una pequeña granada con su mano libre detras de ella con la cual pensaba volar toda la habitación. - Juega conmigo y terminaras muerto, no me importa que seas amigo de Ángel, la pagaras caro pequeña perra.

En mí defensa, te gustó - Señaló Cuphead de forma tranquila ignorando la amenaza de la ciclope para dirigirse hacía Vaggie y Charlie quiénes seguían ahí - y ustedes qué hacen aquí?

Etto... - Hablaron las dos de forma nerviosa mientras jugaban con sus dedos, no tenían idea de que fue lo que pasó, para cuando reaccionaron ellas ya estaban en la habitación de la taza.

De pronto en la habitación se comenzaba a presentar un aroma embriagador, este mismo era de color anaranjado y muy poco visible.

Pero que?!  - Exclamó Vaggie para luego poco a poco caer dormida seguido de Charlie y Cherry Bomb.

... - Cuphead solo soltó un suspiro para luego dirigirle la mirada a Elizabeth, quién tenía una mirada inocente. - Gracias - Agradeció de forma caballerosa, notando como Elizabeth de un momento a otro tenía un notable sonrojo negro adornada en su cara.

No-o hay d-de que - Respondió de manera nerviosa al ver como Cuphead le respondió con ese tono.

Lo que acaba de suceder fue que Elizabeth aprovechó el descuido de las chicas para lanzar sus feromonas; una de sus funciones son que quiénes lleguen a respirarla caerán dormidos en un profundo "sueño caliente", por así decirlo. Cuphead no es afectado por cualquier clase de hechizo existente por lo cual no debe de preocuparse.

Voy a llevarlas a su habitación - Dijo Cuphead para luego cargar a las tres féminas en su adolorida espalda y así salir de su habitación siendo observado por Elizabeth quién solo tenía una pequeña sonrisa. La situación que se dió hace unos momento le recordaba a su antigua relación con la taza, eso solo la hizo querer llorar ahí mismo, pero se aguantó, ya que toda la maldita culpa la tiene ella, pero simplemente no podía dejar de pensar en él, en la forma en que hace tiempo la ayudo, protegió, trató e inclúso amó.

Ella llegó al hotel con el único objetivo de arreglar las cosas con Cuphead, y tal vez volver a intentar aquello que perdió. No era una tonta, sabía que Cuphead la rechazaría al momento de decírselo, pero no sabía que más hacer, ya que cualquier situación en la que ambos estén solos y puedan hablar tranquilamente, no pasa ni dos segundos en que la taza ya no esté a su lado.

Así que pensó en invadir su habitación y hablar con él cueste lo que cueste, ella estaba decidida. Pero no creyó que las cosas saldrían como esperaba. Aunque si estaba felíz con el resultado despues de todo, así que limpiándose las pocas lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, decidió simplemente esperar a que la taza llegase para tratar de hablar con él.

Luego de unos minutos Cuphead se asomó por la puerta esperando encontrar su habitación vacía, pero se encontró con Elizabeth quién le hacía un ademán con la mano para que se acostase con ella. Cuphead solo ingresó a su habitación cerrando la puerta detras de sí para dirigirse a su armário y quitar unas cuantas prendas. Luego de eso se dirigió a la cama y extenderle las prendas a Elizabeth quién se encontraba confundida por eso.

Cuphead inhaló profundo tratando de elegir las palabras correctas para lo que hiba a decir - Si vas a dormir conmigo te sugiero que te pongas ropa, no dormire contigo desnuda. - Habló con vergüenza para después colocar las prendas en la cama y dirigirse al baño a darse una ducha bien merecida.

Elizabeth tomó las prendas un poco grandes con alegría, aceptaba vestirse si eso significaba dormir en la misma cama con su interés amoroso, así que se levantó de la cama y procedió a vestirse, aunque podría ponerse su propia ropa que se encontraba debajo de la cama de Cuphead, ya que ahí ella las dejó, prefirió ponerse la ropa que eligió la taza ya que tenía el olor del mismo y eso la fascinaba de cierta forma.

Luego de unos minutos Cuphead salió del baño ya vestido y listo para dormir, volvió a inhalar ondo para lo que estaba apunto de hacer y sin más se acostó en su cama a un lado de Elizabeth, ya que la cama no era para dos personas obligaba a ambos a  acercarse un poco y estar pegaditos, cosa que no le importaba a ninguno de los dos, así comenzando una larga y tranquila noche donde ambos solo se dedicaron a descansar.

Al Día Siguiente.

Ya era más del medio día, y en la oficina de Charlie se llevaba a cabo una pequeña reunión con todo el personal del hotel, junto con Ángel Dust.

Muy bien chicos, la fiesta se llevará a cabo dentro de dos días - Hablaba la dueña del hotel a sus empleados, Cuphead, Husk, Niffty, Alastor y Vaggie quiénes prestaban atención a las palabras de la princesa del infierno. - Ya tenemos todo los preparativos, solo necesito de toda su ayuda para el día de mañana para decorar el escenario donde se llevará a cabo la fiesta.

Entre los empleados Cuphead levantó la mano en señal de querer decir algo.

Si, Cuphead? - Preguntó Charlie, dándole la palabra a la taza roja.

¿La fiesta no contara con una atracción principal? Ya sabes, esas cosas que se hacen en las fiestas para que estás no se sienta tan vacías. - Mencionó Cuphead llamando la atención del resto quiénes pensaron en lo dicho por la taza.

Es cierto, lo que sucede es que como dueña del hotel, este me está tomando más tiempo del previsto y por eso mismo no he preparado nada como medio de entretenimiento - Habló apenada mientras bajaba la mirada, ella quería que la fiesta fuera un total éxito para celebrar que su metodo de redención de demonios funciona, pensar en que pueda ser aburrida por lo contado de su empleado le preocupaba, Cuphead al ver esto volvio a tomar la palabra.

Bueno, si esa es la razón, ¿Por qué no discutirlo ahora? - Preguntó mientras recibía las miradas sorprendidas de todos los presentes - Aún tenemos dos días para la fiesta, quizás podamos hacer algo antes de tiempo - Habló tratando de convencer a los demás.

Creo que podría funcionar, mi buen amigo - Respondió Alastor con su típico tono de locutor de rádio - Ya que es una fiesta, lo importante es divertirse, ¿y como podremos hacerlo sin un buen espectáculo?.

Concuerdo con los dos pendejos - Señaló Husk al par mientras miraba a Charlie de forma aburrida.

Si, no tenemos nada que perder, y tal vez esto ayude a que haya más huéspedes - Ángel Dust daba su opinión estando de acuerdo con la idea.

Charlie veía con estrellitas en los ojos el como sus amigos llegaban a estar de acuerdo en la fantástica idea, eso solo la hizó feliz y captando la atención del resto habló.

Muy bien chicos, entonces hagamoslo - Respondió decidida a la vez que tomaba entre sus manos unos papeles en blanco junto con un lapiz - Bien, que tienes en mente, Cuphead.

Cuphead solo sonrió por la actitud de Charlie, de cierta forma le recordaba a su hermano Mugman cuando está decidido a hacer algo.

Yo opinó que un show de canto - Habló tranquilo sorprendiendo aún más al resto, Charlie solo miraba a Cuphead con una expresión radiante, ¿cómo no lo había pensado antes? se preguntaba la hija de Lucifer.