Ya habían pasado más de quince minutos y la electricidad en el hotel había vuelto, dando paso a una escena un tanto extraña, en la que podemos apreciar a cada personaje dentro estando con la guardia alta y apuntando en algún lugar en específico con sus respectivas armas, como si supiesen que se estaban apuntando entre ellos.
Luego de unos segundos en los que solo se dirigieron unas miradas extremadamente serias entre sí, un demonio con una máscara por cara bajaba por las escaleras que mandaban a los demás pisos del hotel, viendo de primera mano el como había un ambiente sofocante por parte de todos que había tomado toda la entrada del hotel; el trío V le dirigió unas miradas entre desconcertadas y tétricas, al mismo tiempo que los Von Eldritch lo veían como si estuvieran diciendole que no les sorprendía un poco el verlo en el hotel, y por último las miradas por parte del Staff, quienes lo miraban con una expresión entre "no te metas" y "vuelve por donde viniste".
Ta'potente - Fue todo lo que Tom Trench dijo para volver a subir las escaleras en reversa por donde anteriormente bajó, sin despegarles la vista a todos hasta que se había ido completamente.
Fuera del hotel.
Habían pasado algunos minutos desde que había terminado la purga, y Cuphead seguía empalada en el mismo lugar donde terminó la pelea, teniendo una mirada vacía en sus ojos por lo recién revelado en la visión.
La vida, la vida es una mierda, la vida es una mierda, ¡la vida es una mierda! ¡¡La vida es una mierda!! - Se repetía Cuphead en voz alta mientras poco a poco lograba levantarse y a la vez quitarse la lanza en su cuerpo - ¡Cuando crées que estás bien, viene la vida y te pega una ostia! ¡Cuando crées que estas mejor, viene la vida y te pega dos ostias! ¡Y cuando te haz levantado, te tropiezas y te caes! - Gritaba con furia mientras algunas lágrimas de dolor salían por si solas de sus ojos - ¡Joder! ¡Dios mío! ¡¿Puede salir algo bien?!.
Luego de unos pocos minutos más en los que seguía maldiciendo todo en voz alta, por fin había logrado quitarse la lanza y caer rendida al suelo, donde el solo estar en contacto con el basto patio del hotel le causaba un dolor inimaginable. Para desgracia de nuestra protagonista, su día que ya daba por terminado aún le tenía algo que ofrecer, puesto que a pesar de estar en las peores condiciones, eso no fue suficiente como para evitar escuchar el constante sonido de aleteo que se dirigía hacía ella.
Sabes, tenía muchas expectativas en tí - Fue lo primero que escuchó Cuphead, quien solo pudo abrir los ojos sorprendida por reconocer la voz que ahora tenía un tono de burla - Y pensar que tuve que liberar a los exterminadores para poder probarte, sin duda todo un desperdicio. ¿Y que rayos es esa rara forma en la que estás? ¿Acaso tienes algún fetiche en estar transformado en mujer o algo así? - Siguió burlandose la persona que poco a poco se dejaba ver a los ojos de la cabeza de taza, a pesar de eso Cuphead ya sabía de quien se trataba de tan solo escucharla.
Cl-clover - Fue lo que dijo para después darse la vuelta, viendo de primera mano como la Demon Time, el segundo tesoro de Lucifer yacía a un lado de ella, con una expresión de felicidad por ver el resultado en que llevó su pequeña venganza contra la cabeza de taza - ¡E-res una maldita! - Insultaba en colera mientras trataba inútilmente de reincorporarse, casi consiguiendolo de no ser por una patada en su estómago que la devolvió al suelo, cortesía de Clover.
No te esfuerces cariño, ésto terminará pronto - Mencionó ella mientras hacía aparecer una de sus lanzas para después apuntarla en el otro brazo de Cuphead, viendo de primera mano lo desesperada que estaba por escapar de allí, algo que sin dudas le hacia gracia. Y todo hubiera salido bien si no hubiera sido interrumpida por una poderosa patada que la mandó vários metros atrás a la vez que la dejaba inconsciente.
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Hazbin Hotel x Cuphead
FanfictionSi estás aburrido, pues bienvenido. Este libro se sitúa mucho, recalco, MUCHO tiempo después de que los hermanos tazas salvaran a los habitantes de las islas inkwell y derrotaran al diablo. Un sin fin de sucesos llevan a nuestra taza roja favorita a...