Luego de que Lucifer presentara a Cuphead ante los demás la reunión siguió su curso, con algunos dando su opinión, otros ideando estratégias por si los ángeles logran invadir el infierno, etc.
Cuphead estaba recostado sobre su silla con los ojos cerrados y los brazos cruzados, cualquiera de allí pensaría que el estaría durmiendo y no prestando atención a la reunión, y en parte así era.
Hace unos momentos se le había informado el tema por el cual se habia hecho la reunión, en un primer momento pensó que Lucifer tendría alguna forma de contrarrestar cualquier amenaza del cielo, pero se sorprendió un poco al saber que él junto con Clover serían en parte la salvacion por si esa situación realmente llegara a ocurrir.
Por lo que creyó conveniente recitar un hechizo sin que nadie se diera cuenta, este hechizo permite desconectar uno de tus ojos y mandarlo a vigilar a un lugar en el que ya hallas estado antes; tenía pensado en ver que tenían preparado los ángeles y confirmar del todo las sospechas de Lucifer, o simplemente para escapar de lo aburrida que se había vuelto la reunión.
Por el momento nadie se había dado cuenta de lo que había hecho, por lo que estaría así por un buen tiempo, él solo tenía en mente que todo lo que estaba haciendo iba a valer la pena.
Cielo.
Cuphead apareció en el primer sitio en el que pensó sería conveniente, al momento abrir el ojo pudo encontrarse con una mesa igual de larga que la anterior en donde se encontraba, dicha mesa tenía sobre ella comidas que con solo verlas se le hacía agua la boca, desde muchos platos exquisitos que facilmente rozaban a los de la alta clase, hasta deliciosos postres y frutas bien colocadas que daban una vista increíble.
Hermano mío, ¿me pasas la sal? - Preguntó una mujer de piel blanquecina, unos ojos color marrón y un largo cabello color naranja; ésta era una de las ángeles de élite encargadas de mantener el órden en el paraíso, ella se encontraba recién almorzando junto a un grupo de siete ángeles igualmente de la élite.
Claro, hermana - Respondió con gentileza un muchacho de alrededor de diecinueve años, ojos color verde claro, cabello rubio y piel blanca.
Cuphead pensaba muchas cosas en ese momento, pero la pregunta principal que se hacía era el cómo podía escuchar la conversación siendo solamente un ojo en ese momento, pero luego de unos segundos lo dejo pasar y solo se concentró en ver a su alrededor, al parecer nadie lo podía ver en ese estado, perfecto.
Al parecer se encontraba en el comedor de los ángeles, principalmente en una de las tantas mesas en donde los ángeles más aptos tomaban un pequeño descanso del gran trabajo que hacían en el paraíso.
La unica razón por la que apareció en ese lugar fue para ver si el hechizo seguía funcionando, por lo que ahora que lo confirmaba solo le quedaba ir a donde realmente conseguiria respuestas, y lo hubiera hecho de no ser por unas voces que lo sorprendieron y rapidamente captaron por completo su atención.
Lamentamos la demora - Se disculpó una ángel hermosa, junto a ella se encontraba un ángel que a simple vista pareciera ser el hermano mayor de la ángel.
Clara, Elías, no se queden ahí parados y acompáñenos a comer - Ofreció en un tono tranquilo un ángel que se encontraba sentado degustando su exquisito plato.
Clara Brunt era una ángel de veintisiete años aproximadamente, tenía el color de cabello violeta que le llegaba hasta la cintura, ojos color celeste y un cuerpo que destacaba por dos grandes razones, media unos 1,73 metros.
Elías Brunt era un ángel bastante alto y fornido pese a su edad, aparentaba tener alrededor de unos veintinueve años, media alrededor de 2 metros, tenía el cabello corto y color castaño, sus ojos eran de color celeste.
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Hazbin Hotel x Cuphead
FanfictionSi estás aburrido, pues bienvenido. Este libro se sitúa mucho, recalco, MUCHO tiempo después de que los hermanos tazas salvaran a los habitantes de las islas inkwell y derrotaran al diablo. Un sin fin de sucesos llevan a nuestra taza roja favorita a...