Capítulo 35

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MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.

Capítulo 35

Narra Alex...

Estaba profundamente dormido en la mejor compañía cuando escuché el timbre, miré la hora eran las ocho de la mañana, ¿a quién se le ocurría molestar a esa hora? Giré la cabeza y ahí estaba la señorita más hermosa, aún dormía, tenía el cabello en su rostro, dejé un pequeño beso en sus labios y me levanté, entonces ella   enrolló  sus piernas en las mías, aún con voz adormecida susurró.

—Cariño, ¿adónde vas? Es muy temprano.

—Nena están tocando la puerta —besé dulcemente sus labios—, abro y regreso rápido.

Me abrazó ejerciendo presión con sus piernas en mis caderas, era muy difícil resistirme   ya que estaba totalmente desnuda, enredó sus manos en mi cuello y mordió suavemente mi labio inferior.

—Quédate conmigo, no abras es muy temprano.

—Ya regreso —la besé dulcemente—,lo prometo, miro quien es y regreso contigo.

Hizo un gesto en señal de puchero, dejé un beso en su frente. Me levanté, me puse una sudadera y una camisilla, estaba por salir del cuarto cuando murmuró.

—Te amo, te espero, no tardes

Le guiñé un ojo. Bajé lo más rápido que pude, insistían al tocar. Tenía que ser muy importante para insistir tanto, abrí la puerta, me sorprendió bastante al ver quien tocaba, dos agentes de policía y una mujer.

—Buenos días, ¿esta es la casa de Rodrigo Fernández y Estefanía Montalvo?

—Sí, Rodrigo es mi papá y Estefanía su esposa —Sentí una sensación extraña, un frío que congelaba  mis huesos.

—¿Podemos hablar un momento? — Cruzaron miradas, al parecer algo andaba mal.

—Mucho gusto, me llamo Dani soy psicóloga — Los hice pasar a la sala, la mujer se presentó, arqueé una ceja, no entendía nada —,siéntate por favor, estás sorprendido, es normal, déjame explicarte.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Tengo entendido que aquí también vive Paola Román.

—Sí, creo que aún duerme, pero qué es lo que pasa, hablemos sin rodeos.

—Iremos directo como lo pides — otra vez cruzaron miradas, esto no me gustaba nada, habló uno de los agentes—,el viernes en la noche sus padres tomaron un crucero, lamentablemente por mal clima el barco naufragó con todos sus ocupantes a bordo.

Esto fue como recibir un golpe directo al corazón, quedé en shock, me dejé caer abruptamente en el sofá, perdí el color, no lograba asimilar lo que mis oídos escuchaban, lo peor fue cuando escuché que de las escaleras pronunciaron mi nombre.

—¿Álex quién era?

Levanté la mirada, ella tenía una  hermosa  sonrisa que al instante  se borró al ver la expresión de mi rostro, corrió hacía mí, se sentó a mi lado, me miraba confundida, yo aún no lograba asimilar nada de lo que estaba pasando, la miré con los ojos cristalizados y con un nudo en la garganta.

»¿Álex qué está pasando? — no me salían las palabras.

—¿Imagino que usted es Paola?

—Sí señor.

Tomé su mano la apreté con fuerza, sus ojos bellos se cristalizaron, ella entendió perfecto lo que mis ojos le gritaban, sabía que algo grave había pasado, nos entendíamos perfectamente  con tan solo  una  mirada.

©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora