MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
Capítulo 21...
—¡Aaaaaaaah!
—Paola tranquila soy yo.
Me giré rápidamente al tiempo que le di pequeños golpes en el pecho, no podía hablar porque las lágrimas no me dejaban. Álex me abrazó contra sí y su abrazo me tranquilizó con solo sentir los latidos de su corazón, me daban paz.
»Cálmate, aquí estoy, todo estará bien.
Estaba todo mojado, al parecer llegó en medio de la tormenta. Hundí mi cabeza con fuerza en su pecho. Negué y entre sollozos dije.
—¡Tengo miedo!
—Respira —Tomó mi rostro en sus manos deslizó su nariz sobre la mía—,todo estará bien, yo estoy contigo.
Mi cuerpo se estremecía con cada trueno, no sabía cómo, pero solo él tenía el poder de hacerme sentir segura, seguía aferrada a su cuerpo, él trataba de alejarme
»Paola te estoy mojando, espérame aquí, iré a la cocina por una vela.
—No —más fuerte lo abracé — .No me dejes sola.
—¡Shhh! — Puso su cabeza sobre la mía acariciando mi espalda—.No tengas miedo, aquí estoy, tranquila.
Empezó a caminar despacio, coordinando los movimientos con los de mis pies, tenía cuidado de no pisarme pues yo estaba descalza y aferrada a su cuerpo. Llegamos a la cocina, lo tomé de la mano, él me apretaba fuerte cada vez que el cielo alumbraba como para hacerme sentir que él estaba conmigo. Encontró varias velas y las encendió, yo aún tenía pánico. Se acercó con esa mirada tan penetrante y acarició mis mejillas, levanté la mirada y me encontré con esos ojos que me daban tanta calma.
—Ya, tranquila.
—Gracias — Solté todo el aire acumulado—.No sabes lo que es esto para mí.
Una lágrima rodó por mis mejillas, él me hablaba con tanta dulzura que en él era muy extraño, esa vez no lo imaginaba.
—Lo sé, por eso estoy aquí.
Lo miré confundida, con su mirada fija en mí me contó que estaba con Mateo cuando miró que el cielo se nublaba, luego los relámpagos, entonces se acordó que yo estaba sola, le tenía pánico a las tormentas y a la oscuridad, por eso tomó la moto y decidió regresar. En el camino lo agarró el aguacero por eso llegó empapado. Parecía increíble que él regresara solo porque sabía el miedo que me daba. Pero, ¿por qué lo hizo si tanto me odiaba?
—Muchas gracias por eso, te juro que donde no llegues me muero.
—Bueno subamos tengo que cambiarme — Lo tomé de la mano, él me miró muy malicioso—, flojita.
Fruncí el ceño. Caminamos hasta llegar a la puerta de su habitación, me entregó la vela.
— Listo, segura en tu cuarto.
—¿No estás hablando en serio, me dejarás sola? —inquirí.
—Ya tienes luz, además tengo que cambiarme, mira como estoy — abrió la puerta de su habitación—,si quieres ayudarme a cambiar entra.
Respiré profundo y me fui a mi habitación, puse dos velas en el piso. Me subí rápidamente a la cama, el cielo alumbraba cada vez más feo, los truenos hacían acelerar mi corazón. Me tumbé en la cama en posición fetal y subí las piernas lo más alto que pude, abracé mis rodillas. Juro que quise tragarme el orgullo para no salir corriendo a su habitación, pero tenía que ser fuerte.
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©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
RomanceMI ESTÚPIDO HERMANASTRO. Sinopsis. Mi vida era perfecta hasta que mis padres decidieron divorciarse. Un día entró otro tipo a mi casa usurpando el lugar que era de mi padre, lo peor era que tenía un hijo, o sea, tendría un padrastro y un estúpido he...