Capítulo 39

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MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.

CAPÍTULO 39.

Me miró y murmuró.

—Aparecieron — Me quedé en shock.

—¿Quién? —preguntó Katia con curiosidad.

—¿De qué hablas? —preguntó Mateo.

—Nena aparecieron —Me tomó de las manos, dejó un beso en mis labios, dos lágrimas rodaron por mi mejilla, sentí que el corazón se saldría de mi pecho.

—¿Eso qué quiere decir? — Me levantó, dio una vuelta conmigo deslizándome por su cuerpo.  

—Están vivos.

Escuchar esas palabras me dejaron en shock, pero esa vez emocional, sentí una felicidad tan grande que no me cabía en el pecho, no me salían las palabras y empecé a llorar.

»Nena, están vivos, volveremos a verlos.

—Álex esto es increíble, ¿no estamos soñando verdad? —pregunté.

—Es real mi mocosa, esto es increíble.

—Pero quién te llamó, ¿cómo pasó? ¿dónde están? —volví a preguntar.

—Calma nena, te va a dar algo.

—Siento una felicidad tan grande que no puedo creerlo.

—Dios, esto es un milagro — agregó Katia.

—Que buena noticia —añadió Mateo.

El agente le contó que encontraron a los siete desaparecidos en una pequeña isla, entre ellos a nuestros padres, esto parecía mentiras.

—¿Cómo están? ¿Dónde? ¿Están bien? —Indagué con curiosidad.  

—Calma nena — Tomó mi rostro en sus manos —,creo que están bien, los están revisando, llegarán a más tardar mañana en la mañana.

—Muero por verlos y saber que están bien —Sonreí.

—Igual yo nena.

—Que pena con los enamorados, pero aún estamos aquí — Mateo intervinó.

—¡Existimos! — Katia soltó una carcajada, soltaron una risita, los abrazamos, la felicidad era demasiado grande—,nos alegramos tanto chicos.

—Tengo que avisarle a papá —añadió Mateo.

—A prepararles una bienvenida por lo alto — propuso Katia.

—Tienes razón —respondió Álex. 

—Entonces a preparar todo para mañana —dije.

Mateo llevó a Katia, yo salí con mi novio, pasamos a la casa ya imaginan la felicidad de Rosa. Luego nos fuimos  al centro comercial para conseguir todo lo que necesitábamos para preparar su bienvenida. Caminé de la mano de Álex, aunque se suponía que  nuestra relación debía permanecer en secreto, pero cada vez era más difícil, siempre que podía me robaba besos.

—¿Olvidas que es un secreto? —arqueé una ceja.

Me rodeó con sus brazos besándome con esa fuerza salvaje y murmuró.

—Aquí nadie nos conoce, qué tiene de malo que quiera un beso de mi novia.

—Podrían vernos, pero suena tan lindo —sonreí.

—Perdimos a Álex —comentó Mateo.

—Y a Paola— Katia soltó una carcajada

Pusimos los ojos en blanco, ellos soltaron una risita, terminamos de comprar todo, luego pasamos por un helado. Parecía que todo iba a mejorar,  esperaba que fuera para bien. Estábamos en la heladería, no sé si alguna vez les pasó que están en un lugar y sienten que alguien los observa, yo sentía que alguien nos observaba.

©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora