MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
CAPÍTULO 62.
Trataba de no llorar, pero eso era demasiado, ver al amor de tu vida con una pistola en la cabeza no es nada fácil, mucho menos mantener la calma.
—Haré todo lo que digan, pero no lastimen a nadie, pueden llevarse todo lo que quieran —susurré.
—¡Aquí las órdenes las doy yo! —gritó molesto.
Me llevé las manos al pecho porque sentía que el corazón se me iba a salir en cualquier momento, era doloroso. Bajé la mirada e hice conexión visual con Álex, me miró fijamente.
»Pon mucha atención a todo lo que te diga, no pienso repetir.
Asentí, mientras mordía mi labio inferior con fuerza tratando de ahogar los sollozos. Me tomó del brazo y me acercó a Álex, pero no me dejaron tocarlo. Mis manos y piernas empezaron a temblar, no podía detener las lágrimas.
:—¿Cambiarás de lugar con tu noviecito?
—sí, sí, sí, si… haré lo que me pidan —respondí sin dudarlo.
—Quiere decir que si en este momento te digo que me lo llevó a él, ¿tú tomarás su lugar y vendrás con nosotros? ¿Entiendes?
—Sí, lo haré.
Por mi mente pasaban tantas cosas, las cosas más escalofriantes, nada de esto tenía sentido, lo único que me importaba era que Álex estuviera a salvo. El tipo empezó a rodearme como una fiera acechando a su presa, se detuvo a mi lado inclinó la cabeza acercándose un poco, pasé saliva y entonces soltó.
—¿Acepta usted casarse con esté cabrón?
Por un momento me congelé aturdida. Todos se quitaron las capuchas y soltaron una risita. Álex se puso de rodillas y sacó una pequeña caja de su bolsillo con un hermoso anillo de compromiso. Yo seguía en shock, todos empezaron a sonreír.
Rayos todo fue una maldita broma, todo estaba planeado, cubrí mi rostro con mis manos aún temblorosas, no podía dejar de llorar, eso fue demasiado intenso, el corazón aún seguía latiendo tan fuerte como si quisiera romper mis costillas, eso fue demasiado intenso. Álex estaba loco, lo sabía, pero jamás imaginé que mi pedida de mano fuera así. Una lluvia de sensaciones empezaron a invadirme.
—¡Rayos! —susurré y lo miré, él seguía de rodillas —, ¡eres un hijo de puta, te voy a matar, lo juró, de esta no te vas a salvar!
Gruñí molesta.
Álex sonrió, tomó el anillo el cual era realmente hermoso.
—Antes de matarme, podrías responderme, ¿quieres casarte conmigo y vivir como uno mismo hasta el final de nuestras vidas? ¿Quieres casarte con este hijo de puta?
Una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios, mi corazón empezó a latir con más fuerza, pero esa vez era diferente, todo mi cuerpo se cubrió por piel de gallina, no podía contener las lágrimas, lágrimas de felicidad.
Ese maldito estúpido sabía como dejarme sin palabras, no podía hablar, lo miré a los ojos y ellos respondieron por mí, tendí mi mano y Álex puso el anillo, estaba hermoso. Ahora mis lágrimas eran de emoción, ese loco sabía cómo dejarme sin palabras, estaba en un shock emocional, tenía las manos heladas. Álex se levantó y me rodeó con sus brazos, le di pequeños golpes en el pecho.
—¡Casi me matas del susto, estás loco, ¡Rayos! ¡Te mato! —Fruncí el ceño.
Dejó un beso en mi cabeza y me abrazó con más fuerza.
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©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
RomanceMI ESTÚPIDO HERMANASTRO. Sinopsis. Mi vida era perfecta hasta que mis padres decidieron divorciarse. Un día entró otro tipo a mi casa usurpando el lugar que era de mi padre, lo peor era que tenía un hijo, o sea, tendría un padrastro y un estúpido he...