MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
CAPÍTULO 54.
Hablamos con el doctor y por fin después de un mes y dos semanas le dio el alta, por fin podíamos regresar a casa. Cuando le llevaron la silla de ruedas tuvo otra recaída, más bien un choque emocional, él trataba de ser fuerte, pero yo sabía que eso era demasiado para él, para todos.
Siempre estuve con él en todo momento, no pensaba dejarlo solo, eso Jamás. Llegamos a la casa y aunque quisimos adecuar una habitación en la parte baja él no quiso, pidió su habitación de siempre. Era más difícil por las escaleras, pero aún así quisimos complacerlo. Rodrigo lo subió a su habitación y yo me quedé con él, me senté a su lado,él permanecía en silencio, me tumbé junto a él.
—Te juro que trato de ser positivo y ver las cosas de otra manera, pero es difícil, demasiado.
Lo abracé y él apoyó su cabeza en mi pecho, aspiró bruscamente. Acaricié su cabello.
—Te entiendo mi vida, esto es demasiado difícil, es un cambio radical para todos, pero quiero decirte que aquí estoy contigo y no voy a dejarte solo.
—Hay días en los que saldrán a flote mis peores demonios y lo sabes, no quiero lastimarte —cerró los ojos.
—Me lo imagino, pero yo apagaré esos demonios así como tu apagas los míos.
—Nena, tengo miedo de lastimarte.
Un par de lágrimas se le escaparon, las limpié con la yema de mis dedos. Entendía su miedo y me gustaba saber que lo compartía conmigo, era demasiado doloroso y siempre me preguntaba; seré lo suficientemente fuerte para resistirlo.
—No lo harás, habrá días difíciles, pero pronto todo pasará. Ya pasamos lo peor, lo importante es que ya regresaste con nosotros. Como dices tú, vivamos cada día con calma, lo demás irá llegando.
Lo abracé dándole la tranquilidad que necesitaba, al igual que él me la daba a mí.
—¿Qué sería de mi vida sin ti? Mocosa insoportable tú eres la única que tiene poder sobre mí, incluso para apagar mis demonios. Te quedas ahí en días que ni yo me soporto.
—Al igual que tú lo tienes sobre mí, créeme que me quedaré a tu lado el resto de mi vida.
—Tengo miedo de no poder hacer todo lo que me gusta, sabes que amo el deporte, tal vez nunca pueda volver a surfear, me encantaría ir contigo a Mont Blanc y subir juntos a la cima, tenía tantos planes para realizar juntos.
No pudo seguir hablando, dejé un beso en su frente.
—Tenemos porque todo eso y mucho más lo cumpliremos, también quiero ir contigo a jugar con la nieve, por supuesto que te quiero ver con tu traje de neopreno todo ajustado y sexy, obvio yo no me montaré en una tabla ni loca, porque si por poco me ahogo en un río, ¿te imaginas en el mar?
—Eres una flojita — Sonrió, me encantaba cuando lo hacía—, ¿aún sabiendo que es conmigo, tampoco lo harías?
—Contigo hasta el fin del mundo si es necesario.
—Eso suena muy bonito, pero la realidad es otra, no puedo ni levantarme de la cama solo.
Otra vez esa tristeza y pesimismo.
—Esto será pasajero —alegué.
—Ojalá —cerró los ojos.
A que no adivinan quien nos interrumpió, nuestro Lucas, estaba feliz de verlo, se subió a su lado. Álex lo miró con una profunda tristeza.
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©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.
RomanceMI ESTÚPIDO HERMANASTRO. Sinopsis. Mi vida era perfecta hasta que mis padres decidieron divorciarse. Un día entró otro tipo a mi casa usurpando el lugar que era de mi padre, lo peor era que tenía un hijo, o sea, tendría un padrastro y un estúpido he...