Capítulo 12.

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MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.

Capítulo 12.

Ya no tenía voz de tanto gritar, lloraba aterrada, mi cuerpo no dejaba de temblar, me dolía el pecho, de repente la puerta se abrió de golpe. Mamá se dejó caer abruptamente de rodillas y me abrazó fuerte, acarició mi cabello arrullándome entre sus brazos como cuando era pequeña, al parecer al irse la luz y apagarse el escándalo, mi madre y Rodrigo escucharon mis gritos pidiendo ayuda.

—¡Shhh! Aquí está Mamá, todo está bien, Rodrigo ayúdame a levantarla —gritó mamá.

Al verme en ese estado mamá dejó escapar  un par de lágrimas, mi cuerpo tenía espasmos, ellos podían escuchar los latidos de mi corazón, Rodrigo me tomó de la cintura y me ayudó a levantar, llovía durísimo, mamá alumbró con una linterna.

—Paola estás sangrando — Rodrigo me miró.

—Mi niña, te lastimaste, ahora todo está bien, calma —susurró mamá.

—¿Cómo fue que te quedaste encerrada? — preguntó Rodrigo perplejo.

Caminamos por el jardín para llegar a la cocina, nos empapamos todos, entre sollozos con la voz temblorosa sólo dije. 

—Fue Álex.

La cara de Rodrigo y mi madre cambió, mamá no podía controlar las lágrimas, Rodrigo estaba molesto.

—¿Qué? —volvió a preguntar Rodrigo. 

—Esta vez tu hijo se pasó — Exclamó mi madre molesta—, pudo matar a mi hija, él sabe de su fobia.

Al llegar a la sala, todos estaban ahí  reunidos  entre risas bajo la luz de las velas, incluso Álex, todos fijaron la mirada en nosotros, al verme su cara de sorpresa  fue evidente, por el estado en que estaba, tenía los brazos  llenos de sangre. Al tratar de buscar salida se rompió un espejo y me corté, al mirarlo podía ver la expresión de sorpresa en sus ojos, tenía tanta rabia que me lancé sobre él como una fiera, le di dos bofetadas con todas mis fuerzas dejándole la cara marcada, lo tomé por sorpresa porque no pudo defenderse y con la poca voz que tenía le dije.

—¡Te odio con toda mi alma, maldito, querías matarme!

Todos estaban confundidos, Rodrigo me tomó de los brazos alejándome, con voz severa dijo.

—¡La fiesta se acabó, se van  todos de aquí!

—Pero está lloviendo, no pueden irse así —objetó Álex.

—No me importa, ¡Te callas Álex! dije que se largan todos, ¡pero ya! —Gritó.

Todos salieron casi corriendo, Rodrigo estaba muy molesto, Álex quiso irse a llevar a Thael, pero su papá no lo dejó mover, mamá me dio un calmante, aún estaba aterrada y no dejaba de llorar.

—Está vez te pasaste Álex, pudiste matarla, tú sabias de su fobia —esa vez las palabras de mamá eran diferentes podía ver dolor en su mirada.

—¿Qué estabas pensando? —preguntó Rodrigo.

Álex estaba algo tomado, sus ojos reflejaban tantas cosas, pero no le creía nada,  todo él era mierda, yo seguía llorando, más que todo lo hacía por lo que él  me hizo, cómo  pudo hacerme algo así. En verdad quería creer que no me odiaba tanto, no entendía porque me estaba doliendo, tenía miles de sentimientos y un dolor en el pecho, pero estaba segura que no era por el susto, me dolía el corazón. ¿Por qué? ni yo lo sabía, solo sentía la necesidad de llorar hasta arrancarme eso que sentía.

—Reconozco que me equivoqué, pero mi intención no fue matarla, solo lo hice por molestar, luego se me olvidó que estaba allá —respondió Álex.

—Esta vez tu hijo se pasó, estoy tan cansada de esta situación — Mamá me abrazó y subimos a mi cuarto.

©MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora