William...
Abrí los ojos con pesadez, mi respiración es débil.
Hay un escudo protegiendome, y el maso del troll está ahí pegado mientras que el troll está en el piso.
Me doy vuelta con dificultad, me encuentro con el rubio tosiendo sangre respirando con dificultad, está envuelto en rayos de color azul celeste y rosados, mientras que el escucho dónde estoy es dorado.
Por un lado está Bianca tirada en el piso con una espada (que parece de cristal) clavada en el pecho, su cuerpo se va desboronando poco a poco. Definitivamente no va a morir pronto. Me levanto y en cuanto toco el escudo este se desvanece en polvo dorado, aún estoy un poco aturdido por el golpe pero estoy bien, Dante se levanta y pasa lo mismo cuando toca el los rayos que lo envuelven, humo color rosado y azul aparecen.
—¿Qué carajos...?
—Ni siquiera yo lo sé —apoya las manos en sus rodillas agachado la mirada— vi mi vida pasar realmente— limpia su frente con el dorso de la mano y se endereza— lo único que vi fue que cuando caroline cayó del otro lado en el portal el piso se ilumino, en ti el escudo se abrió en un abrir y cerrar de ojos mientras que a mí me ayudó, electrocuto a Bianca y la espada apareció en ella mágicamente —mueve los dedos— así que... Fue Caroline, no nos dejó morir y fue inconscientemente —Suspira.
Realmente estoy feliz por eso aunque no se me note.
—Vamos bajo el Castillo para encontrarlos, es el primer lugar donde iríamos si teníamos que huir, pero no es seguro así que hay que apresurar el paso.
Mire por última vez a Bianca... Había puros gusanos entre el vestido y las joyas, unos duendes corrieron por las joyas provocando su muerte de inmediato. Lo cual significa una cosa; Bianca sigue viva.
Cada paso que damos. Nuestra huella queda entre un tono morado y rosado. Un dragón o mejor dicho, la silueta de un pequeños Dragón aparece frente a nosotros, camina como si nos estuviera guiando, parece una tenue luz y es lindo, y ahí vamos a seguirlo, técnicamente podríamos estarnos dirigiendo a nuestra muerte.
Esquivamos golpes, espadazos y todo lo que pueda haber en el camino.
Caroline...
Michael me abrazo fuertemente, escondí mi rostro en su cuello apretándolo contra mí... Lo más seguro es que mí hermano y mi casi novio estén muertos.
No puedo, se suponía que tenía que ser distinto. Que sería otra cosa.
—Caroline... —Murmuró Hanna— Van a estar bien...
—No me des falsas esperanzas —dije entre el llanto— ¡Tenía que ser yo! —llore más fuerte— ¡Cambiaron como ocurrieron las cosas pero no lo que pasó! —Michael me mece suavemente entre sus brazos.
Es el único que me consuela ahora, ya no puedo más, los pasos se me han hecho lo más pesado desde ahora. Ya ni siquiera quiero seguir con esto, estoy cansada, harta...
—Shhh... Shhh... —susurra Michael— Dante no es fácil de matar y Ashley mucho menos, tu lo sabes —dice cerca de mi oído, lo único que hago es ahogar mis gritos en su pecho— Yo sé que duele... Yo sé que duele —murmura— sé que duele.
—Ya no quiero estar aquí. —hablo con toda la sinceridad en mi pequeño ser.
Un ruido me hizo separarme un poco del pelirrojo, me separe completamente el ver como se desmoronaba todo, si seguimos aquí nos va a caer encima.
Muevo los dedos sacando algunas chispas, Murmuró algo recordando algunas cosas que mi padre me ha enseñado, levanto las manos cuando una pared se desmorona, todos nos pegamos a las otras, antes de que nos caiga encima mi escudo nos cubre, tanto de la tierra como del polvo dejando el aire libre pero no se por cuanto tiempo, la antorcha se cae y se apaga dejándonos a oscuras. Hanna hace iluminar sus alas, nadie dice nada, la capa de polvo nos impide ver quien nos ha encontrado.
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El bosque lll •Sacrificio•
Fantasy(Terminada sin editar) Es normal que ponga el mundo de cabeza, es normal que siempre me meta en problemas, que arruine todo y terminé en un caos, pues así terminó esto. Estoy ocultandome de lo que he provocado, pero sé que tendré que dar la cara tar...