Capítulo 10 -•- De vuelta a la vida

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        Que a un hermano al ver a su hermana menor sonreír le pareciera hermoso y lo hiciera feliz a él también ¿Era normal? ¿Así se sentía tener hermanos?

        Caroline guardó su sonrisa y aclaró su garganta para contestar:

        —No, tú no tienes nada que hacer allí, no es de tu incumbencia.

        —Si te hace fe... —Ashley tosió bruscamente interrumpiendose a sí mismo— Ese no es asunto tuyo ahora, iré quieras o no, pero no te acostumbres, no soy como Dante para estarte salvando el trasero a cada segundo.

         —Obviamente no eres Dante, él es rubio, con ojos ámbar, sonrisa arrogante tremendamente hermosa... —Sonrió un poco al imaginarlo por completo cuando se lo encontró saliendo del baño aquella vez en su casa— y ni se diga de sus abdomen, por Dios...

        —¿Por qué le viste el abdomen? —Ashley junto las cejas formado la arruga entre ellas.

        —¿Qué? No, solo decía, digo, se le ve por encima de la ropa... Aunque sin camisa es otra cosa —susurró lo último, Ashley iba a regañarla pero Caroline se dio cuenta de todo lo que decía así que le ganó la palabra—. Hoy a las doce aquí mismo, no le digas a nadie y usa algo abrigador —le quitó el grimorio y esta vez no se opuso.

       —¿Solo iremos tú y yo cierto?

       —Emmm... Nooo —alargó la palabra como chicle— Hanna y Dante estarán ahí también.

        —Espera... Dante... —Hizo una mueca como si hubiera mordido un limón al pronunciar el nombre— ¿Le has contado a él antes que a mí? —le dijo llenó de celos... Vaya, gracias, eso se siente hermoso.

         —En mi defensa: él lo descubrió antes.

         —Si claro... Te veo aquí a las doce —dijo y salió de una buena vez antes de seguir peleando por el rubio.

         Caroline se quedó en su habitación con una sonrisa que no podía borrar, en verdad le parecía que las cosas saldrían bien.

          —Puedo con esto... Yo sé que puedo —susurró dándose animos.

         Cerró la puerta que Ashley había dejado abierta y caminó hasta un cajón de aquel ropero, rebuscó entre las cosas y sacó el celular, lo encendió y metió la contraseña. Observó una y otra vez las fotos con Michael y mientras lo hacía se encontraba una que otra con Dante llenándose de una extraña felicidad...











        —¿Por qué ya no buscan a Caroline? —bebió un trago de su agua y lo volvió a dejar por un lado un tanto incómodo con la mirada de Jade sobre él, la había estado ignorando todo el día.

        —¿Quién dijo que no? —preguntó de vuelta su padre.

        —Ya no sale en ningún noticiero y si no fuera por los chismes ya hubiera sido olvidada en un abrir y cerrar los ojos, ¿no se suponía que era peligrosa? —bajó la mirada al recordar lo que él es ahora.

          —No es por que nos hemos olvidado de ella. Nos hemos dado cuenta de algunas cosas un tanto asombrosas, todo esto nos sigue pareciendo sacado de algún cuento de hadas pero no es así, nos cuesta creerlo pero tenemos que acabar con esas cosas y no fiarnos ¿Me entiende? —Joules asintió.

         Ahora lo que más le preocupaba era que sacaran algunas cosas para revisar a todos y saber que eran "normales" ¿Qué pasaría si se enteran de lo que era? ¿Experimentarían con él?

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora