Capítulo 13 -•- Tú no eres nadie

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         Joules y Jade no habían dejado de pelear porque Joules quería irse de ahí pero Jade no lo haría. Su hermano menor terminó por irse sin temer a perderse.

          —Parece que a tu hermano no le gustan estas cosas. —Se recargó en el tocador junto a Jade— ¿Tú eres como él?

          —¿Así de cobarde? No, estás cosas no me dan miedo, me parecen fantásticas.

          —No me refería a eso —se sentó por un lado aún con la capucha puesta— me refiero a ser como él, en lo que se convierte —Jade la miró sin entender, con aquel gesto se veía tan vulnerable. Fingió sorpresa para seguir hablando—. Oh... ¿No estás al tanto? Creí que se contaban todo.

         —¿Al tanto de qué?

         —Sobre lo que él es... —Arrastró una silla hasta quedar frente a Jade— Sé que puedo confiar en ti y en todo eso así que te daré la cara, Jade quedó hipnotizada por tal belleza, sintió envidia de que alguien mayor fuera más hermosa que ella ¿Cómo era que podía tener tanta belleza? Incluso parecía una muñeca, sus ojos le parecían familiares y por más que buscó entre sus conocidos no logro saber a quién le recordaba. Lo que Jade no sabía era que usaba eso con ella, la mujer hacía que la viera como ella quería, jugaba con su frágil mente.

         —¿Por qué te ocultas si eres tan hermosa?

         —No te dejes engañar, tu cabecita es muy frágil —No entendió pero la mujer continuó hablando—: Los enemigos me llueven por todas partes, hasta mi propia sangre está en mi contra... Como tu hermano, me ve como una amenaza por ser como él. —Jade negó con la cabeza— Aunque te cueste creerlo no digo más que la verdad, te ha mentido aún mirándote a los ojos, ¿sabes lo qué pasa en las lunas llenas?

          —¿En la luna llena? —La mujer asintió, agarró su brazo acariciandolo mostrándole un falso consuelo.

         —¿Cuántas veces a desaparecido en las lunas llenas? —Jade hizo memoria, abrió la boca para contestar, pero no pudo—. Tu hermano es un licántropo —dijo con voz melosa.

          —No, él no es nada de eso, me lo hubiera dicho ¿Por qué ocultarlo? No puede serlo, hemos pasado noches de luna llena viendo películas ¿Por qué yo no sería así? ¡Eso no tiene sentido!

          —Porque ha sido convertido... Y sobre lo otro ¿Es que no lo entiendes? —la mujer agarró un mechón de cabello de Jade y lo paso detrás de su oreja— él no quiere que sepas lo que es porque no le conviene que te enteres de lo que es capaz, él es egoísta, tú eres bondadosa, él es el mal y tú el bien —Jade lo veía así, para ella era fácil creer esas falsas palabras, pues siempre creía ser lo mejor, por un momento pensó en que no le había contado nada por temerle a ella, la mujer pudo leer los pensamientos de Jade y amaba destrozar familias—. No te engañes, él no quiso decirte nada por tener todo el poder entre sus manos, es egoísta y no lo hizo por tu bien, él es hipócrita —pero lo curioso aquí que la hipócrita, hablaba de hipocresía.
















          —Deja de golpear todo —ya se había cansado de ver a Caroline golpear todo o aventar cada cosa que veía a la puerta de metal.

           —¡Debe abrirse! —Golpeó con frenesí la puerta de metal reforzada y una descarga eléctrica la hizo soltar un grito y caer al piso.

          —Te dije que la dejaras.

          La puerta se abrió y Caroline se levantó, no presto atención de quién había abierto la puerta, en vez de ver se dedicó a sacudirse la tierra de la ropa, Dante intentó ver quién era pero la gran capucha le cubría la mitad del rostro.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora