El bosque lll •Sacrificio•

Epílogo

—Tu historia es muy fantasiosa —Dijo un rubio interrumpiendo a su compañera de la escuela.

—Nunca nos dijeron que tenían que ser realistas —se defendió—. Mejor cállate y déjame terminar, tu turno ya pasó y que no haya estado ni Siquiera un poco interesante. —Realmente estaba molesta, después de todo, se había realmente esmerado para hacer esa pequeña narración.

—Joven —habló el profesor— deje que su compañera acabe, guardé silencio por favor.

Le dio la palabra a ella y prosiguió.

—Dicen, que en la noche todavía se puede ver a la princesa bailar desde la torre más alta, algunos de los habitantes de ahí juran que la han visto; con sus lindo vestido cayendo delicadamente en cada parar de cada vuelta que da. Otros más juran escuchar la cajita músical sobre todo en la noche y a la hora en que falleció...

Mientras la chica relataba su historia frente a sus compañeros de clase alguien más le ponía atención que todos los que compartían su misma clase.

—Ese es el fin de la historia detrás de esta pintura. - Se hace a un lado para dejarla ver bien; es un paisaje, la chica de había demorado algo de tiempo en hacerlo pero lo finalizó, en el bosque se podía ver entre los árboles, un ent, una pequeña hada, la luna llena resplandecia haciéndote sentir que estabas en el bosque bajo la luz de la luna, pero lo que más llamaba su atención era la chica entre los árboles, estaba de espaldas y con el cabello rosado.

—Otros más aseguran que en la pintura el cabello cambia de color, no es notorio en exageración... —miró la pintura buscando algo, en realidad, sí le aprecia especial, y sabía que ocultaba cosas.

—¿Esa es la pintura que decían que era de una chica que vivía entre hadas y no sé que más? —preguntó un chico un tanto confundido por eso.

—Sí —dijo rápidamente— Según lo dicho por la chica, había seres de otros lados, hombres lobo, licántropos, vampiros, brujos ¡Hasta hadas! —dice realmente entusiasmada y suspira— pero así como también es hay personas que juran que existe, está la otra parte que no cree en eso, cada quien es libre de elegir en qué creer. Por otro lado están estos pequeños retratos —señalizò algunos— según cuentan; ellos solían estar aquí y fueron los creadores de la pintura, este chico es un misterio y la creencia es que era algo de la chica de las pinturas —quedo embobada por sus ojos, casi juraba que le seguía con la mirada, solo podía verse en una parte una inicial, la cual era: "D"—, o eso nos gusta pensar con el nombre de abajo —tocó el retrato suavemente— el pelirrojo era Michael y se dice que este de aquí era su hermano —Señalo otro retrato con una parte de la hoja rota y sin poder leer el nombre, había más retratos y dibujos pero algunos estaban más maltratados que otros...

—Muy bien, un aplauso jóvenes. —Todos los alumnos y alumnas aplaudieron, algunos quedaron con más curiosidad mientras que a otros les dio a igual, el profesor miró su reloj— Tenemos 15 minutos  de descanso, nos vemos aquí después de eso.

Cada uno tomo su camino, unos en grupo, otros más solitarios y la chica que acaba de explicar todo eso se quedó mirando la pintura.

Un chico se acercó, él más que nadie sabía la Historia detrás de esa pintura, y la sabía perfectamente así como también sabía quienes eran los del retrato.

La gorra del chico cubría su cabello y los lentes de sol escondían sus ojos, se acercó a la chica colocándose a su lado.

—Lamento haber oído todo eso pero realmente me había interesado. —Se refirió a la historia contara por aquella chica de cabello de colores— Es curioso como algunos le agregan, otros más le quitan...