Capítulo 34 -•- Que comience el juego

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Levantó el rostro con lentitud y miro al quienes están enfrente, Dante me sonríe levemente, Michael tiene una sonrisa plasmada en el rostro, Ashley y Joules me miran con sorpresa. Mi madre me hace una señal para que camine hasta delante pero yo dudo en hacerlo, mi labio tiembla y evitó mirar a todos, quiero salir corriendo.

Cierro los ojos un instante y aprieto los puños para levantarse el rostro, aliso mi vestido y doy un paso al frente insegura para después dar otro y terminar continuando hasta llegar al frente, no presto atención a los demás si lo hago voy a caer y saldré huyendo, cosa que no quiero.

Me detengo frente a los demás haciendo una pequeña reverencia, no tengo idea de cómo actuar pero igual ya lo hice, me giró hacia los demás y antes de hacer otra reverencia escucho el susurro de Ashley diciendo que no lo haga así que me detengo, ellos hacen una reverencia hacia mí.

—Hagamos esto rápido antes de que el mundo se vaya al carajo —vaya vocabulario para la reyna y se quejaban de mí, nos hace una señal para que nos paremos juntos Ashley y yo con ella al frente— ¡Por el poder que me conceden todos por ser la más vieja de todos los Reynos y cada uno de los habitantes en cada...! —Fuertes estruendos la hacen callar, y los gritos de que están entrando resuenan por todo del lugar— un poco más rápido me parece justo, hagamos una versión resumida de un minuto lo que debía durar más de dos horas —suspira— ¡Los declaró, Rey y Reyna de Agarathaí! La bendición está con ustedes —alguien sale con dos coronas y dos centros, colocan rápidamente las coronas en nuestras cabezas— ahora con el poder que tienen... —Algunas cosas explotan, una llamarada pasa por el pasillo de la puerta y un fuerte gruñido tira los candelabros— ¡Con el poder que tienen den la orden de lo que permitirán para no terminar sin vida! ¡Al suelo! —todos nos tiramos al piso, el techo no tarda en  desmoronarse sobre nosotros.

Nos cubrimos como podemos y más gente entra golpeando a todos, entran con algunas antorchas prendiendo fuego a las seres vivos y uno se dirige a mi padre, algunos gritos dicen que paren a los que van hacia abajo donde está mi padre.

—¡NOOOOOO! —grito fuertemente levantándome de inmediato, ya lo perdí en vida y lo único que puedo hacer es darle una sepultura como es debido, eso no me lo van a quitar también. Corro hacia ellos aventando a cualquiera que se interponga, uso la magia para apartar algunos otros— ¡A mi padre no! —grito al entrar aplicando la magia para detener la mano de quien quería quemar el cuerpo de mi padre, quitó la antorcha y en cuanto la tocó el palo se vuelve azúl junto con la llama, destellos salen de ella convirtiéndose en chispas hasta que explota la llama hacia arriba y luego hacia los lado envolviendo a todos con ella, los infiltrados desaparecen dejando polvo azul. No sé a dónde se han ido ¿Los mate?

Bueno que importa ahora.

Nos quedamos solo los "buenos".

Ashley da alguna indicación que no alcanzo a escuchar por los gritos de felicidad y algunos comienzan a gritar para felicitarnos. Empiezan todos a salir apareciendo algunas armas para empezar a atacar.

Me acerco a los demás y los miro.

—Siento mi comportamiento —digo sincera— el no quiere afrontar nada por el dolor —Dante Es el primero en acercarse y besarme, lo hace de una forma tierna y delicada, pasó las manos por su cuello.

Los besos cuando el mundo se está llendo al carajo no es tan malo después de todo.

—No se den amor frente a los pobres —dice Michael y comienza a meterse entre nosotros para abrazarnos haciendo que el beso acabe.

—Perdón por lo dicho, pero si no lo hacía, no vendrías —y tenía razón, sus palabras me habían llegado y por eso estoy aquí— te amo —sonrió.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora