Capítulo 27 -•- La condición

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        Me quito la capucha al estar en mi antigua casa, me recargo en una pared no hay nada nuevo aquí... El camino aquí fue un tanto tenebroso, todo está completamente solo y las luces apagadas, como si la gente tuviera miedo de salir de sus hogares.

       —¿Qué pasa? —pregunta Dante acercándose, coloca sus manos sobre mi cintura y me besa con suavidad, llevó mis manos a su cuello enredando los dedos entre sus cabello.

         —Se me ocurría que Alex podría tener información aunque también hay una gran probabilidad de que si vamos... sería una trampa. —Me miró con una mueca de disgusto. Llegamos a la conclusión de no ir directamente hacia donde "está" Bianca hasta estar más que seguros.

        —Vamos —dijo resignado—. Sé que no dejaras de insistir —sonreí.

          Sabía que me seguiría el juego y por eso me encanta, tome su mano en todo momento y lo guíe hasta donde vivía Ashley la última vez que eso estuve aquí, entramos más fácil de lo que creí.

        —Qué hacen aquí? —habló Alex detrás de nosotros.

        —Buscándote —dije girandome hacia él, Dante me imitó.

         —¿Para qué? —levantó las cejas realmente interesado.

       —Busco a alguien —di unos pasos hacia él— a Bianca para ser exactos —me detuve al estar frente a frente— ¿Dónde está? —arrugó el entrecejo y me miró mal— contesta.

        —No sé para qué me buscas a mí, yo no sé dónde está o dónde se pudo meter... —Miente, los sé.

        —¡Estás con ella! Es obvio que vas a saber —sonrió.

        —Que lista, pero no te lo diré, no encuentro razón para hacerlo, estoy con ella, mas no contigo así que mejor regresa por dónde viniste que no te diré dónde se encuentra y no quiero estar muerto ahora —dijo de mala gana rodando los ojos.

        —No tiene que enterarse que me lo has dicho tú, te juro que no lo diré, lo prometo y puedo hacer un hechizo para no hablar de más... No desconfiaría de ti porque estás con ella.

        Chasqueo la lengua en forma de desaprobación.

       —No estoy saliendo ahora con ella, tiene más gente estúpida ayudándola y me gusta estar así, no quiero ser su conejo de indias en estos momentos —me miró con seriedad— espero que hayas tenido tú celular.

         Y así es, aquí si lo podía usar así que por qué no traerlo. Alex se acercó a mí y Dante se interpuso.

        —No te acerques —sonrió con cinismo.

        —Siempre protegiéndola es una pena que no protegidos su pequeño trasero —me miró de arriba abajo— ¿Tan bien te complace para que te la pases trás ella? Es una lástima que yo no pude saber eso, pero unos cien chicos más con los  que... —El puño de Dante se estampó en su boca haciéndolo caer, llevo una mano a su boca sin dejar de sonreír.

      —Vuelve a hacer esos estúpidos comentarios y... —Alex le interrumpió levantándose.

       —¿O si no qué? Ya estoy muerto Dante —se puso enfrente— no tengo vida, inclusive tu tienes más que yo, nada me hiere ya. —Levantó las manos como si fuera invencible.

        —¿Ni siquiera Michael? —solté y me miró, tome a Dante por el brazo para alejarlo.

        —No me vengas con ese imbécil ahora —dijo como si fuera la peor de las cosas... Y lo peor es saber que Michael lo perdonaría todo si se llegará a presentar en la casa pidiendo perdón aunque el diga que no si le llegará la a preguntar.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora