Prólogo

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El sol se ocultó, todos los elegidos a la profecía habían tenían nervios un día antes de su cumpleaños, ninguno quería morir, ninguno se salvó de estar pensando en todo momento en qué sería de ellos.

¿Podrían sobrevivir?
¿Podrían morir?
¿Podrían ellos solos?
¿Estaban realmente preparados?
¿Cuánto podrían sacrificarán?

Éstas y más preguntas se hacían siempre presentes aunque sea una vez en ellos.

Lo que nadie había entendido es que la profecía elegía, ellos estaban ahí por algo y ése algo perjudicaba en un futuro, la profecía nunca había permitido que alguien tratara de destruir el mundo creado para la magia, en todos los casos la profecía actuó para evitar eso, pero como siempre, a veces las cosas cambian. No pasaba muy seguido ese tipo de cosas en que los elegidos cambiaban las cosas, pero no era imposible, aún así, se enteraban tarde o temprano cuál era su deber, en alguno que otro su futuro era realmente encantador aunque para algunos otros era lo contrario.

A veces la vida te da a elegir entre los demás o tú, no puedes escoger ambas cosas, sólo una.

Puedes ser egoísta, no importa, es tu decisión, pero nunca es bueno llevarte a los demás a costa de tu felicidad y de lo que quieres.

El día siguiente llegaba, la mayoría lo esperaba, pues ahí se decidiría su libertad o su esclavitud.

Algunos no les importa ni su propia vida.
Algunos se sienten demasiado seguros de sí.
Algunos solo van por salvarlo todo.
Algunos más tratan de evitar todo eso.
Algunos más son capaces de sacrificarlo todo.

Pero todos tienen algo en común: todos saben al final lo que tienen que hacer, está en sus manos hacerlo o no, saben las consecuencias, sabes que hay otras salidas o que no las hay, saben que podrán ser libres de la profecía o no, saben a lo que se enfrentan si no hacen lo debido, saben perfectamente cómo actuar pero sobre todo:

En sus manos estamos todos.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora