Capítulo 24 -•- Acaba con esto

222 30 5
                                    

         —¡Ashley y Caroline busquen a los demás y vayan a la torre!

         —Vamos Antonio... —Lo agarre del brazo aunque no lo haya nombrado.

          —Él no va, lo mandaré de vuelta a casa, puede ser peor que esté aquí.

          —Yo me quedo contigo...

           —No empieces. —Ashley me sujeto por el brazo y me arrastró con él antes de que pudiera oponerme.

          Buscamos a Dante y Michael. Corrimos hacia la torre, yo voy al final y no necesariamente porque me hayan dejado, yo sería la última en entrar... Sería, porque no lo haré. Todos pasaron y yo agarre la puerta para dejarlos encerrados ahí, le coloque un hechizo simple y me aleje observándola ante los golpes de los que están adentro.

         —¡CAROLINE ABRE LA PUERTA AHORA! —Ashley no puede estar más furioso.

         El sonido de unas pisadas me hizo girarme para encontrarme con la chica de la capucha, se dio la vuelta y desapareció de mi vista, corrí para alcanzarla, va algunos pasos más lejos, abrió una pequeña puerta y la cerró al entrar, hice lo mismo, todo está muy oscuro y lleno de polvo, apenas y si puedo caber aquí, no hay nada que lo ilumine así que lo ilumino yo para buscar a la chica y seguirla, hay arañas en las paredes haciendo que odie haber entrado aquí. El piso se me acaba y comienzo a caer por lo que parece ser una resbaladilla, mi cabeza choca contra algo duro haciéndome saber que ya llegué, me siento sobando mi cabeza, es una puerta de fierro con agujeros. La levantó, ahí afuera está la chica puedo ver su vestido. Salgo de ahí a gatas metiéndome entre el polvo, me pica en los ojos y me cuesta quitarlo, aparte de los gritos hay golpes, cosas se rompen, explosiones, distintos colores aparecen entre el humo, en unas partes hay más humo que en otras.

         Desorientada intentó buscar algo para ayudar y lo primero que se me ocurre es agacharme para curar las heridas de los caídos, sus heridas sanan rápidamente y sigo haciéndolo con algunos cuantos más.

         —¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!

         —¡NO ME QUEDARE DE BRAZOS CRUZADOS NUEVAMENTE!

         —¡Vuelve adentro, ahora! —me levanta por el brazo y me suelto.

         —Vuelve tú... —Mis palabras se quedaron a medias cuando algunos se calmaron un poco y la poco luz del sol que había se ocultó con una gran sombra, entre la nube de humo pude distinguir la figura de un dragón. Es blanco y tan grande como el castillo sino es que más, dio una vuelta y se dejó caer al piso haciendo que se sembrará un poco, más seres bajaron de él atacando a quienes nos atacaron antes, el dragón subió su cola y la bajo, si antes se había sembrado la tierra ahora había parecido un leve temblor, su cola parecía estar hecha de roca, el dragón sacó nieve, nunca había visto eso, congelo a cualquiera que su aliento tocará, derribo algunos árboles y en una de esas mi padre me empujó antes de que alguno me aplastara, intentaron capturarlo o matarlo para más fácil haciendo que se enojara aún más y comenzará a acabar con lo que fuera sin respetar si quiera a los seres. Me levanté, todos corrían el dragón se había vuelto loco y en sua gruñidos se notaba su enojo.

        —¡Caroline! —busque a mi padres entre todos ante su grito y nada... No está.

          Algunos de los armados comenzaron a abrir portales ¿Cómo pueden hacerlo así de la nada? Los abren donde sea llevandose a algunos seres. Un tronco aparecen y con su gran maso muele a unos tantos. ¡Pero sorpresa! ¡Ellos también tiene uno, más grande, tanto de lo alto como lo ancho! No hace falta decir que el que está en nuestra parte va perdiendo.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora