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Hanna...

Aún recuerdo ese día en que la conocí, estaba más que perdida, fue la niña más torpe del mundo, la cual, aprendió mucho de todo... En la cuál juzgue mal ante su valentía y todo aquello que pudiera hacer.

Estoy parada desde el balaustre mirando la escena, hay más gente conmigo aquí arriba, mi cabello se despeina por el aire (si es que podría despeinarse más) las ganas de llorar no paran y tampoco me detengo a hacerlo.

Aún recuerdo aquel día con perfección, aquel día en que le dije como iba a terminar o por lo menos, una parte de ella.

Tiempo atrás...

—¿Qué tanto ves? —preguntó el chico rubio.

—A esa chica... Es muy linda pero da miedo —Contestó la peli-rosa.

—¿Cuál chica? —preguntó desconcertado.

—La de los ojos violeta brillantes, la que esta parada por la tienda que acabamos de salir, ahí en la esquina.

—Caroline ahí no hay nadie... —Ella podía verme y ellos no, la chica es especial, lo puedo sentir pero también yo me estoy ocultando de los demás.

—Ahí está —murmuró, y sí, aquí estoy— esa que viene caminado —sus ojos no se mueven de mí como si temiera que desapareciera nuevamente, la gente pasa y entre ellos me escabullo para que me pierda de vista—... Bueno, ahí estaba.

—¿Qué tienen? ¿Por qué tienen esas caras? —preguntó Dante llegando hacia un pelirrojo.

—Caroline se está volviendo más loca, imagina chicas de cabello rojo y ojos violeta. —Debo admitir que eso me causo gracia pero no reí, permanecí seria.

—¡Estoy segura de qué la vi! —Esbgracioso como los chicos no le creen a excepción de Dante.

—¿Cómo era exactamente? —Dante no pudo ocultar el nerviosismo de su voz, ya sabe quién soy.

—Un poco más alta que yo, delgada y muy linda con unos ojos color violeta intensos, su color de cabello es rojo cereza y su piel...

—... Es extremadamente pálida —completo él.

—¡Sí! ¿Ves? No estoy loca Dante también la ha visto —Parece feliz de que el rubio sabe quién soy y nuevamente me encuentra—. Es ella.

—Vámonos —La chica ni siquiera pudo reaccionar cuando el rubio ya la tenía tomada por el brazo para huir— apresura el paso y no hagas preguntas.

La chica voltea hacia atrás buscándome con la mirada pero yo ya no estoy por aquí por arte de magia.
Dante se detiene de golpe al verme enfrente suyo y la chica choca contra su hombro.

En todas las conclusiones que llevo es que:

Es demasiado torpe.

Tomo su mano y solo se sorprendió ante mi frío tacto.

—Con que escapando, eh Dante. —Sé que al rubio no le parece que este ahí, pero no me importa si es así o no.

—No nos importa lo que vayas a decir —De apresura a decir.

—Shhh, shhh, no es para ti, es para ella. —Hago un gesto con las cejas refiriéndome a la castaña.

—Bueno pues no quiere saber —pude notar el desagrado en la chica, eso no le había agradado y la respuesta cambio, la cual es la que me importa y no la del rubio.

—Sí quiero saber —Dante gruñó y sonreí por como le llevaba la contraria, y algo pequeño surgió... Entre ellos pasaría algo.

Ya me comienza a agradar.

El bosque lll •Sacrificio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora