Habían pasado varios días, Carla ya estaba viviendo en la manada, gracias a que Cody y otros hombres lobos la salvaron.
No entendía la razón, pero Cody era el único hombre que parecía alegrarme cada minuto que pasaba con el, aún estando triste el parecía entenderme.
Estaba en mi habitación, acababa de ducharme por lo cual tenia encima una toalla blanca envolviendo mi cuerpo.
Senti unos suaves golpes en la puerta.
-¿Puedo entrar? - esa ronca voz...
-Si - grite para que me escuchara desde la habitación, aunque por muy bajo que le hubiera contestado, estoy segura de que el lo hubiera escuchado ¡Pinches super oidos!
El abrio la puerta, al instante sentí sus ojos verdes clavados en mis piernas.
-No debiste decirme que entrara Ángela, me estas obligando a quitarte esa toalla - hablo mientras se acercaba hacia mi con pasos lentos - ¿Sabes que me estás provocando?
-Cody, hay cosas de mi que no sabes, ahora no es momento de cosas como estas...-le dije mientras el se detenía en medio de la habitación y me miraba confuso - Tenemos muchos problemas que resolver, así que concéntrate.
-¿¡Como coño quieres que me concentre cuando te tengo delante mía casi desnuda!? - exclamó el con un gruñido.
-Pues controla tus impulsos - me moría de ganas de besarle, solo de mirar sus labios se me deshacía la boca de las ganas...
Pero desgraciadamente, tenia que dejar los sentimientos a un lado, no quería hacerle daño, no quería besarle sabiendo que le engañó sobre mi identidad.
Pero tampoco tenia el valor para contarle que era una guardiana del bosque.
-¿Que es lo que te pasa? - hablo el con firmeza mientras me cogía por la cintura - Estas muy extraña.
-Nada - conteste a secas.
-Si es por lo de Luis, tranquila yo le mataré, pagara por haberte echo tanto daño, no voy a tolerar que nadie te ponga una mano encima - hablo el con autoridad mientras apretaba sus manos con fuerza en mi cadera para atraerme más hacia el - todo tu cuerpo es mío.
-Cody...-suspire cuando sentí sus labios sobre mi cuello
-No sabes lo que pasa por mí mente cuando te veo casi desnuda...-susurro en mi oído exitado - quiero quitarte lo que llevas puesto.
-Solo llevo una toalla - me encogió de hombros.
-Por poco tiempo - entonces sentí como sus manos deslizaban la toalla hacia el suelo, haciendo que mi cuerpo desnudo quedara completamente expuesto ante el.
-Joder...-dijo el obserbandome de pies a cabeza mientras sus manos recorrían mi pecho - Eres perfecta Ángela.
-¿Puedo quitarte la camiseta? - le pregunté muy seria.
-No hace falta que me lo preguntes, solo tu puedes quitármela- dijo con una voz sensual mientras mi nariz inspiraba ese olor a hombre tan propio de Cody que me volvía loca -Nadie más puede hacerlo.
Justo cuando mis manos se dirigieron a su pecho para subirle la camiseta hacia arriba, mi mente me hizo recordar lo que yo era, el remordimiento y la culpa se hicieron presentes.
¿cómo iba a acostarme con Cody mientras le mentía? ¿Como podía tener la poca humanidad de besarle mientras le ocultaba mi identidad? No podía hacerlo, no hasta estar segura de que el me seguiría queriendo cuando supiera lo que era yo de verdad.
Entonces de un ágil movimiento me aparté de el, y para mí sorpresa el no puso resistencia, solo me observo con una deja levantada.
-¿Que? ¿Que haces? - dijo el obserbandome sin entender nada.
-Solo déjame pensarlo ¿vale? - respire hondo mientras me agachada para volver a ponerme la toalla en el cuerpo.
-¿Pensar el que? Joder ¿qué es lo que te pasa? Estas demasiado rara - dijo cruzándose de brazos - ¿hay algo que no me hallas dicho?
-No estoy preparada.
El se quedó callado, solo me obserbo pensativo.
-Vale, lo entiendo - hablo luego de unos segundo - no quiero meterte presión, tranquila, esperaré lo que haga falta.
Sus palabras me sorprendieron, seguramente el antes de conocerme lo habría echo con miles de chicas cien veces más guapas que yo, y ahora...yo solo le daba besos ¿acaso no le complacía lo suficiente?
Quizás el quería más, alomejor no se conforma con unos simples besitos, el ya era un hombre, sexualmente experimentado, alomejor el pensaba que yo era una simple niña virgen, que tenia miedo de hacerlo por primera vez.
Pero la realidad estaba muy alejada de eso, daría lo que fuera por sentir a Cody en mi interior, por hacerlo con el...pero no con el pensamiento de que yo le engañaba, de que le mentía. Y mucho menos con Luis suelto por ahí...
-Luego nos vemos - dijo el caminando hacia la puerta - Tengo que resolver unos asuntos con la manada vecina.
-Cody espera - le dije antes de que saliera por la puerta - ¿Acaso te molesta el echo de que yo sea virgen? - me avergonzaba decirle, pero era la verdad.
-¿Que? No, claro que no - el se acercó hacia mí con pasos rápidos, paso sus manos por mi cabello acariciandolo con suavidad - Al revés, me encanta pensar que ningún otro hombre ha estado ahí abajo, así yo seré el primero y el único que pueda hacerlo.
(.....)
Habian pasado varias horas. Cody había vuelto de la manada vecina...
Estábamos en la cocina, Cody estaba cortando con un afilado cuchillo varias verduras, para hacerme un caldo ya que a diferencia se los hombres lobos, yo no podía comer animales del bosque.
¿Que te pasa? - le pregunte seria algo incómoda por tener su mirada encima todo el rato.
-Nada - respondió mientras se acercaba hacia mi aún con sus ojos verdes clavandose en mi cuerpo - Los humanos sois tan frágiles
No soy humana ¿¡oh pero claro como mierda se lo explico!? No puedo decirle que soy una puta guardiana.
-Si bueno, y los hombres lobos tan brutos...-el me miró con una sonrisa maliciosa.
-No me desafíe, Ángela -hablo con una voz ronca mientras me miraba fijamente- No es buena idea insultarme mientras tengo un cuchillo en la mano.
-Creo que ahora mismo el cuchillo es lo menos peligroso que hay aquí - el empezo a reírse.
-Los hombres lobos no somos peligrosos...-Dije el encogiendose de hombres - bueno cuando nos enfadamos, puede que un poco...
Al instante la puerta de la entrada sonó varias veces.
-Voy a abrir - dije mientras caminaba, pero entonces sentí como Cody me frenaba con sus manos, mientras miraba con seriedad y desconfianza hacia la puerta.
-No habrás, mejor sube a nuestra habitación y espera ahí- dijo el serio mientras me hacía un gesto con la cabeza para que me fuera - Yo me encargo.
Sabia perfectamente que Cody podía oler el olor que desprendía el sujeto que se encontraba tras la puerta...
-¿Encargarte de que? ¿Quien es? - señale hacia la puerta que aun seguía cerrada.
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ALPHA CODY
LobisomemVivir con miedo y en peligro es la consecuencia de ser la mate del Alpha más poderosos que existe.... La vida de Ángela es normal hasta que conoce a Cody un misterioso chico que esconde peligrosos secretos sobre su identidad. Cody es posesivo, cel...