Me removía de un lado a otro, eran las seis y treinta de la mañana, y lo sabía por el reloj en la mesita de noche al lado de mi cama. No podía dormir desde las tres de la mañana, estaba despierta mientras mi mente le daba cabeza a la confesión de Max. No podía creer que su hermano fuera Omar, y lo estúpida que me puse cuando me lo dijo, no sabía que decir y como él no obtuvo respuestas se fue rendido y molesto. Ahora era yo la que tenía preguntas pero solo el tenía respuesta.Puse una de las almohadas en mi rostro y solte un grito de frustración, cuando la quité me levanté de la cama caminando hacia el baño para cepillar mis dientes y ducharme rápido, cuando salí del baño hacía frío por lo que me puse un Jean ajustado y una sudadera blanca junto con unos zapatos deportivos. Cuando salí de la habitación porque estaba dispuesta a buscarlo me detuve en el pasillo... En mi mente decía : Estás loca, tú dignidad, tú orgullo... Pero necesario hablar sobre eso, no iba a quedarme así de intrigada. Así que decidida caminé hasta su puerta y la toque con mis nudillos.
El silencio a través de la puerta era notable y extraño, ¿Y si no estaba allí? ¿Y si no me quería ver? O peor aún... ¿Si no me quería hablar? Pero cuando iba a retirarme de su puerta lo escuché... Había gritado un "Pase" y mi corazón se agitó... Tomé la manilla de la puerta y la abrí.
Mis mejillas se tornaron rojas en el momento en que me miró. Su ceño estaba fruncido mientras me miraba, vi que se encontraba sentado en su ventana con una mano en su brazo derecho mientras mi sonreía.
— Quisiera hablar contigo de lo de ayer.
Los nervios me fallaron.
— Entiendo. Siéntate.
Hizo una seña con su mano para que me sentara a su lado, cerré la puerta y caminé a pasos lentos hasta sentarme a su lado.
— No quiero molestarte Max.
— Tú jamás me molestarías, al contrario, quiero estar contigo.
Silencio. La habitación se hundió en un silencio, agache la mirada hacía el suelo y luego mira hacia en interior de la habitación.
— No dormí bien pensando en lo que me dijiste ayer. Yo... Solo quiero... Saber lo que sucedió.
Comenté nerviosa y vi su sonrisa, me derretía cada vez que sonreía mirándome, era algo que jamás olvidaría y que siempre me volvería loca.
— Omar no es mi hermano de sangre, pero si por parte de mi padre...
Asentí viendo por la ventana y en ese momento la puerta se abrió, una chica entró con una bandeja en sus manos, la dejo en la mesa enfrente del sillón de tres personas que se encontraban en la habitación. Salió sin dejar de mirar a Max y él sonriendole. En ese momento mis manos se formaron en puños, yo no podía dejar de verla, era una completa escultura, era rellenita pero tenía unas grandes pero no tan exagerados atributos.
— ¿Y porqué hizo todo esto?
Pregunté en una sonrisa falsa y el volvió su vista hacía mi, se levantó y tomó mi mano con sumo cuidado haciendo que me levantara. Estaba molesta, no más que molesta furioso ¿¡Cómo era posible que la mirará así!? ¿¡Pero qué mierda le pasa!? ¡SE SUPONE QUE ME AMA A MI!
— Vamos a desayunar.
Me levanté y quité rápido mi mano de la suya, el frunció su ceño confuso y luego yo me senté en la esquina del sillón cruzándome de brazos, Me seguía mirando y sonrió tomando unas fresas y llevándola hasta mi rostro.
— No quiero.
Respondí fría.
— Es de mala educación rechazar la comida, anda... Come, mira que estás muy flaca.
— Eso no importa.
— Claro que si importa, puedes enfermarte y no quiero que eso pasé.
Abrí mi boca molesta y el metió la fresa sonriendo.
— ¿Podrías terminar de contarme? Porque sé que me estás evitando la conversación y yo necesito saber Max.
— Y lo sabrás linda...
Empezó a comer y yo también, no podía seguir negándome a comer porque tenía hambre y mucha. Estabas en silencio y eso me molestaba aún más, hasta que terminamos de comer y por fin, comenzó a relatarme...
— ¿Recuerdas cuando te conté de mi pasado?
Asentí confusa.
— No todo es mentira, mi padre si murió, navegabamos juntos, y un día cuando estábamos por el Caribe, me contó que tenía un hermano mayor, y que el cuidaría de mi cuando muriera. Las cosas no fueron así... Al morir mi madre se enteró y rompió en llanto y dolor, Omar es mayor por tres años.
>> Pocos años después que mamá conoció a nuevo esposo, yo me propuse a conocer a Omar. Era un chico egocéntrico, le gustaba humillar a todas con su dinero. Su madre era una mujer totalmente adinerada, tenía negocios ilegales que nadie sabía al igual que una empresa.
— Sigo sin entender porque se odian.
Hablé y era verdad, me estaba contando la historia completa y me fastidiaba porque necesitaba saber ¿en dónde estaba yo en esto? ¿Y porqué?
— Con los años me convertí en un empresario éxitoso, después de la muerte del esposo de mi madre, invertí en acciones mayoritarias en empresas pequeñas y las llevé a lo que son ahora. Omar y yo manteníamos contacto ya que era mi hermana y me preocupaba. Hasta en el momento que le presenté a mi hermana. Y ahí empezó uno de mis problemas con él. Estaba sorprendida por haber conocido a mi hermana de tan solo diesiete años y con semejante cuerpo. La miraba con deseo, y sabía que no dudaría en cometer incesto.
>> Marce no entendí nada, y nunca se lo explique para que no se alarmara. Un día salí con Omar a una de las fiestas que frecuentaba y conocí a Mercedes, quien era su amiga y me cautivó su personalidad, pero también te vi a tí.
— Fue cuando celebraba mi cumpleaños... Muy poco recuerdo de esa noche.
— Estás tan hermosa como siempre Iana.
Me sonrojé y odio eso, así que con una seña para que siguiera comenzó hablar de nuevo.
— Cuando te vi, te veías como una tentación andante, llevabas aquel vestido corto y ajustado que resaltaba todo tu cuerpo, llamaste mi atención por como bailabas, todos los hombres estaban embobados contigo. Hasta que Omar te vió. Él me había dicho que debía cubrirlo con Mercedes, ya que ella era muy celosa con él, me dijo todo lo que quería hacerte. Y no pude dejar que te hiciera eso.
>> Por eso le dije a Mercedes que lo fuera a buscar... Esa noche se molestó y terminamos peleando, pero te salve de una locura. Con los días me fuí acostumbrando a la presencia de Mercedes en la casa, me gustaba tanto que me deje llevar por ella, me enamoré tanto que hice todo lo que me pedía. Hasta el momento en que Omar se enteró y nos llegó la noticia de que se había suicidado. Me lo creí. Por eso cuando la vi en tu empresa sabía que todo había sido una farsa.
>> Omar poco después de eso, empezó a reclamarme por la muerte de su amiga diciendo que por mi culpa había muerto. Pocos días después Omar empezó a querer averiguar todo sobre tí, de donde eras, tus padres, en dónde estudiabas, acerca de tus amigos. Con los años se obsesionó diciendo que tú eras la indicada y que se había enamorado por completo de tí, pero como lo había conoció tanto sabía que algo estaba ocultando. Por eso Anxo empezó a trabajar para él. Deje de juntarme con Omar y decidí buscarte, porque no quería que vivieras con él...
— Fui por ti, al principio porque quería conocerte, y saber de ti, pero cuando comencé a sentir esto por tí me di cuenta de que estaba mal, y que las cosas se volverían peores y así fueron. Por eso cuando Omar fue por tí, estaba dispuesto a seguir contigo, pero cuando te dijo la verdad me dije que ya no había nada que hacer... Te había perdido.
***
Capítulo largo, pero les dejé una explicación, pero esto no es todo. Además explica un poco sobre Omar y Max tienen diferencias.
En fin más adelante habrán más cosas por revelar.
Espero que les haya gustado 💕🎈
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Más Que Atracción ✓2
Romance"Mentiras" Era la única palabra que su mente decía cuando recordaba aquel último día que lo vio. "Amor" Era lo que el pensaba cada que leía aquel certificado de matrimonio. Ambos estaban atrapados en una red de mentiras y amor. Estaban destinados...