Iana Bennett.
- ¿Estás bien?
Preguntó acercándose rápidamente tomando mis brazos para que me levantara un poco, estaba alterada, tenia los nervios de punta, mis labios no dejaban de temblar. Su rostro de preocupación era demasiada, estaba aterrado y no sabía que hacer, luego pasó a tomar mis mejillas y ahogué un quejido de dolor pero lss lágrimas salieron.
- ¡Mierda! ¿¡Quién te golpeó!? ¡No estás bien Iana, buscaré a Lily y te llevaremos a casa!
No dije nada. Igor tomó las bolsas del suelo y tomó mi brazo llevándome a rastras por el centro comercial, mientras que a lo lejos vimos como Lily nos miraba sonriendo, pero al verme se asustó.
- ¿Qué sucedió? Solo te dejé diez minutos sola, Iana respóndeme.
No lo hice.
- Vamos a llevarla a casa, de seguro estará mejor con un té y una pomada para el golpe.
- Iana... ¿Qué pasó?
La miré y estaba triste, no sabía que decirle, o que hacer. ¿Qué podía decirle? »Me encontré con mi dueño ¿sabes? Si, ese al que mi padre me vendió para ir hacer una vida con otra mujer y su hija, y ahora me acaba de advertir que si no iba con él por las buenas les haría algo a tí y todos los que me rodean... ¿Que te parece Lily?« no estaba tan loca, y necesitaba hablar con alguien que no fuera ni Lily, ni Max, no quería seguir siendo una carga para ellos, y tampoco su preocupación diaria.
Llegamos al auto de Igor, pero me preocupaba mi auto. No quería dejarlo aquí, podían robarme así que Lily se dispuso a llevarlo a petición mía, e Igor dejó que me fuera con él, cosa de la cual estaba agradecida, Lily venía detrás de nosotros y no podía lograr sentir nervios de que dañara mi auto.
- Gracias por dejar que me viniera contigo, no quería el interrogatorio de Lily.
- No hay de qué Iana, lo que si quiero saber es en el problema en el que andas metida.
Silencio.
- Vi cuando ese hombre te golpeó...
Parpadeé y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, justo lo que no quería que pasara pasó. No quería involucrar gente en esto, era mi problema y por alguna razón quería resolverlo yo sola.
- Igor... Yo no estoy metida en ningún problema o tal vez vez sí. Pero no porque yo quisiera.
Asintió.
- Te escucho Iana.
Mientras estaba pendiente de el tránsito de Seattle cuando llegamos a un semáforo comencé hablar delicadamente, y omitiendo alguna que otras cosas.
- Mi padre me vendió a un hombre que no conozco para vivir con una mujer y su hija, me crío solo para venderme. Ese hombre me esta buscando y me advirtió que si no volvía con él, traería consecuencias. Por eso me golpeó.
Su ceño se frunció y tenía el rostro totalmente consternado.
- ¿Dije algo malo?
Me preocupé al instante, se había tensado y estaba tan serio que se me fue inevitable no preguntar, me sentía culpable por haber dicho eso, no pensé que le afectaría.
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Más Que Atracción ✓2
Romance"Mentiras" Era la única palabra que su mente decía cuando recordaba aquel último día que lo vio. "Amor" Era lo que el pensaba cada que leía aquel certificado de matrimonio. Ambos estaban atrapados en una red de mentiras y amor. Estaban destinados...