Lily Bennett.
Un día antes.
Al salir de mi trabajo había pedido reunir con Connor en un café cercano, pues la verdad teníamos muchas cosas de que hablar. No podía creer que si era mi amigo lo que pudo hacerme. Caminaba lo más apresurada posible, pues quería saber la verdad. Cuando entré a Starbucks se me fue imposible no pedir un café, son tan deliciosos que jamás podría resistirme. Había frío en Seattle, las nubes estaban grises y era tiempo lluvioso. Me senté en una mesa e hice mi pedido, mientras descansaba con mi móvil en mano recibí un mensaje.
"Necesito tu ayuda"
Max.Fruncí mi ceño a lo que le respondí que lo llamaría más tarde. En ese momento el carraspeó hace que levanté mi vista, y Connor había llegado, mi rostro se puso serio mientras él sonreía tan tranquila. ¡Provoca partirle la madre al desgraciado!
- Hola Lily.
- Hola Connor.
En ese momento trajeron mi café y guarde mi móvil en el bolsillo de mi pantalón, para mirarlo.
- Aquí estoy, ¿Para qué necesitabas verme perra?
- Para que me expliques el ¿Por qué me ocultaste que habías visto a Iana? ¿Tanto te costaba decirme hijo de puta?
Le di un sorbo a mi café y su rostro se puso nervioso. Lo miré totalmente sería, me crucé de brazos sin dejar de observarlo.
- Estoy esperando por ti idiota.
- Sin ella estamos mejor y lo sabes. Por eso no te dije.
- ¿¡Pero qué mierda!? ¡Claro que no estamos bien sin ella!
Exclamé en un susurro y él puso sus labios en una fina línea.
- ¡Estás loco! ¡Ella es mi amiga, mi hermana, lo es todo! ¡Me iré con ella Connor!
- Estos cuatro años solo hemos sido tú y yo Lily, ella no nos hizo falta. Traté de hacerte entrar en razón, que te dieras cuenta que jamás le importaste, pero no me crees.
- Ella llego primero que tú Connor. Siempre será primero ella, y le importe o no, es mi amiga.
Recogí mi bolso junto con el café.
- ¿Sabés dónde está? Para al menos cuando te una patada ir a buscarte.
- No, y créeme que si lo sé, no te iba a decir. Te creía mi amigo Connor, estuvimos juntos los tres todo ese tiempo.
- Cuando la vi, me hice el que la extrañaba, se creyó que estaba preocupado por ti, pero por dentro estaba agradecido de que estuviera en ese infierno. Me sentí feliz. Debería graduarme de actor, porque hice una actuación y nadie se dio cuenta.
- Maldito desgraciado, eres un puto imbécil, y a mí no vuelvas a buscarme en tu vida, porque la patada que te daré en tu precioso culo no será para nada bonita.
Me levanté y caminé furiosa fuera de aquél Starbucks. Me subí en un taxi y me fuí hasta mi departamento, eliminándo cada foto que me tomé con el puto de Connor.
•••
Luego de haber salido de la ducha, envolví mi toalla alrededor de mi cuerpo y fui a cambiarme, estaba todavía furiosa y no sabía nada de Max. Durante estos cuatro años, había estado sola, y a quien más le había escrito era a Max, habíamos creado una amistad, debido a que ninguno sabía sobre Iana, y me sorprende que me haya escrito porque hace varias semanas que no me decía nada y el trabajo me mantenía tan ocupada que tampoco me acordaba. Y justo en ese momento una llamada de WhatsApp sonó.
- ¿Hola? - el rostro de Max apareció en mi pantalla.
- Necesito un favor, lo más urgente posible.
- Hola Lily, ¿Cómo estás? Yo excelente ¿y tú? Vaya hace mucho que no me escribes para saber Iana... - hablé irónicamente haciendo alguna señas con mi mano.
- ¡Lily! ¡Esto es urgente! ¡Es sobre Iana!
- Habla pues - respondí ansiosa y él sonrió negando.
- Está conmigo Lily.
- ¡A mí no me jodas de esa manera Max! ¡Idiota tendrás que ser! ¿¡Por qué mierda no me dijiste!? ¡Voy saliendo para allá!
- ¡Espera! No estoy en Seattle...
- ¿¡Y dónde jodida mierda estás Davis!?
-Nueva Zelanda.
- ¡A la verga! ¡Eso está en otro continente! ¿¡En qué mierda estás pensando!?
- Ya compré tú boleto Lily, sale en cuatro horas, necesito que vengas yo regreso mañana a primera hora. Y deja de decir tantas groserías
- Qué te vaya bien.
Corte y corrí por toda la habitación, la emoción corría por mi piel, volveré a estar con ella.
•••
El vuelo se había tardado más de lo que yo imaginaba, habia empezado un nuevo día y en el cual no pude dormí mucho, y las turbulencias eran una mierda. Cuando me baje del avión y aire fresco de Nueva Zelanda me recibió con tantas ganas, me sentí viva. Un auto me estaba esperando y subí en el emocionada. No podía creer que me encontraba a solo unos kilómetros de mi amiga.
El auto se empezó a frenar constantemente, el tráfico era horrible. Estaba molesta porque quería llegar lo más rápido hacia la casa de Max. Eran las tres de la tarde y el cambio de hora hacia que me diera un hambre horrible. Y el chófer me contaba sobre Iana y Max.
- Si supiera señorita, no paran de discutir, y la señora Iana, solo se la pasa en su habitación, yo no sé qué problema tendrán pero deben de ser muy fuertes.
- ¿Estan solos?
Pregunté y en ese momento el auto estacionó en una gran casa.
- No señorita, está la hermana del señor y su mejor amigo. Ya llegamos.
Era una casa preciosa, en ese momento una chica con traje de servicio abrió la puerta, el chófer saco la maleta y yo bajé del auto, la brisa azotó mi cabello y caminé apresurada hacia la puerta y cuando entré, siemplemente grité.
Estaba devuelta. Mi amiga estaba devuelta.
***
¿Qué tal el capítulo de hoy? Espero que les haya gustado, voten y comenten 💕
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Más Que Atracción ✓2
Romansa"Mentiras" Era la única palabra que su mente decía cuando recordaba aquel último día que lo vio. "Amor" Era lo que el pensaba cada que leía aquel certificado de matrimonio. Ambos estaban atrapados en una red de mentiras y amor. Estaban destinados...