Max Davis.
— Mierda, mierda y más mierda.
Murmure al verla sorprendida, la tomé en mis brazos y la abracé con fuerza, no podía creer que estaba apunto de golpear a mi esposa, ella por su parte solo me abrazaba fuerte, esperaba que se fuera que me dejara pero al contrario solo me abrazaba, se quedó allí apretando su cuerpo al mío, y por un gran rato estuvimos así de esa manera, sin decir palabra alguna y sin siquiera tener la fuerza para preguntarle si estaba bien.
— Max... ¿Qué nos está pasando? Llegamos a Seattle y todo se complicó.
— Perdóname linda, estaba muy alterado, todo se me está yendo de las manos y pagué la frustración contigo cuando no te la mereces.
Murmure y ella asintió pegándose más a mi cuerpo, nos encontrábamos recostados en la cama, Iana estaba sobre mi pecho y yo solo acariciaba su cabello seguido de su rostro. Sé que en parte los dos teníamos una gran culpa pero aún así solo tratabamos de olvidarlo lo más que podíamos.
— Me dijiste que dejarias lo impulsivo... Pense que habia quedado atrás.
— Yo también lo pensé.
Susurré en su cabeza y ella sonrió triste... A decir verdad todo se me fue de las manos, se que le he estado mintiendo a Iana, pero sobre todo ocultandole algo que tiene que ver con ella misma. ¿La razón? En verdad no puedo decirlo porque sería muy riesgoso y así no tendría la oportunidad de hacer lo que tamto quiero para que ésto termine de una buena vez.
Anxo y yo habíamos estado trabajando mucho en ellos, y las posibles conclusiones me tenían jodido, quería que de pronto hubiera una solución mejor pero no, y aunque no quería hacerlo era la única manera de salvarla.
— Lamento ocultarte cosas, sé que te hice una promesa y la estoy rompiendo, pero dame tiempo y te juro que lo explicaré todo linda.
Levantó su mirada y sus tristes ojos cafes me observaron, sentía un cosquilleo de culpa en mi pecho, necesito hacer algo urgente antes de que me arrepienta aún más.
— Max... En las buenas y en las malas, recuérdalo.
Asentí pensativo.
— Yo nunca te pondría en riesgo linda. Me culparía de por vida, confía en mí, verás que lo arreglaré todo lo prometo.
Terminó resignandose y solté un suspiro, me alivie y me relajé por completo...
— ¿Recuerdas que te prometí una tarde increíble?
La idea apareció de nuevo en mi idiota mente, le habia prometido una tarde asombrosa y no había cumplido.
— Sí, lo recuerdo, pero no quiero salir, además me duele el tobillo, solo quiero estar aquí toda la tarde.
Asentí triste. Era mi culpa.
•••
Al día siguiente las cosas seguían igual, el tobillo de Iana se encontraba bien aunque le costaba un poco caminar yo estaba allí ayudándola. ¿Que las cosas estaban bien? En realidad no, puesto que luego de haber pasado una tarde tensa, ninguno se sentía cómodo el uno con el otro... Iana lo es todo para mí, pero aveces pierdo la cabeza cuando hace cosas estúpidas o intensa, el que me haya propinado una cachetada me habia vuelto loco.
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Más Que Atracción ✓2
Romance"Mentiras" Era la única palabra que su mente decía cuando recordaba aquel último día que lo vio. "Amor" Era lo que el pensaba cada que leía aquel certificado de matrimonio. Ambos estaban atrapados en una red de mentiras y amor. Estaban destinados...