|26: "Obsequio"|

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Iana Bennett.

Se separó de mí con una sonrisa y tomó su bolso de la isla de la cocina, se volvió hacía mí y dejó un pequeño beso en mis labios.

— Nos vemos luego Ian.

Pase una mano por mi frente y luego desordené mi cabello caminando hacía mi habitación, me metí en el baño y deje que el agua corriera por mi cuerpo. Al salir de la ducha, alisé mi cabello y me maquillé un poco, y me puse un vestido azul juntos con unos zapatos de tacón blanco, tome mi móvil junto con mi bolso y salí del departamento y llegué hasta el living.

— ¡Señorita espere!

El grito del portero del edificio yme gire sobre mis talones observándolo con mi ceño fruncido, el venía agitado y cuando llego enfrente de mi colocó una mano en su rodilla tatando de tranquilizar su respiración.

— ¿Sucede algo?

Pregunté y tardo unos minutos en recomponerse pero luego habló tranquilo.

— Dejaron un regalo para usted en el estacionamiento.

— ¿Quién?

— Un jóven serio y extraño.

Sonreí y él frunció su ceño, le comenté que se quedara tranquilo y que lo iría a ver enseguida y así fué. Cuando cruce la puerta del estacionamiento camine entre los autos que se encontraban tratando de buscar el regalo hasta que en una esquina lo vi y no podía creerlo. ¡No puedo creerlo!

Camine a pasó rápido y lo vi, era un Tesla blanco reluciente y muy llamativo.


Era un auto extremadamente costoso, debía de valer como mas de cinco millones de dólares, abrí la puerta del piloto y la llave estaba allí en el asiento, mire el Interior y todo por dentro era negro con luces fosforescente blancas. Tomé las lave y lo encendí, dejé mi bolso en el copiloto y empecé a manejar.

•••

Al llegar a la empresa subí al ascensor y pulse el piso de Max, estaba nerviosa por decirlo así, es solo que no sabía como me iba a recibir, y la emoción del auto todavía la tenía. Cuando el ascensor se detuvo salí y vi a Max reunido con unos hombres y una mujer rubia, me acerque a ellos a pasos lentos, la verdad no quería interrumpir.

— Disculpa chica pero estamos hablando algo importante y tu presencia no ayuda.

Hablo la rubia sin dejar de mirarme, me quedé buscando a Max quien al verme me sonrió.

— Si serías tan amable de retirarte.

Hablo otro hombre mirando mis senos, me ruborice y Max se acercó a mí tomando mis mejillas y dándome un beso, quise esconderme porque todas las personas presentes nos observaban.

— ¿Como amaneciste linda? ¿Te gustó mi obsequio?

— Pensé que te quedarías conmigo... Me encantó mucho el auto.

Volvió a besar pero alguien nos interrumpió en un carraspeo.

— A mi mujer no le vuelvan hablar así, y menos enfrente de mí ¿Quedó claro?

Todos asintieron pero algunos hombres no dejaban de ver el escote de mi vestido, me removí incómoda entrelazando mi mano con la de Max. Caminamos hasta la ouerta de su oficina pero antes de entrar el giró.

— Dejemos este tema para otro día. Ah, y dejen de ver a mi mujer de esa manera sino quieren que le parta la cara a todos. Incluida a ti Fanny.

Abrió la puerta y entramos a su oficina, cuando cerro la puerta tomé su cuello y empecé a repartir besos por todo su rostro. Me encanta este hombre.

— Gracias por el auto Max.

Su mano apretó mi cintura y me atrajo hacía él en un abrazo, y me sonrió, sus ojos brillaban, pasó su lengua por sus labios y tomé de nuevo su cuello.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

— Ya la estas haciendo linea, pero dime.

Se burló y me solté de su agarre rodando los ojos, y empezando a caminar por toda su oficina hasta sentarme en su silla detras del escritorio. El se acercó y se dejo su cuerpo recostado en la orilla del escritorio enfrente la silla; cruzó sus brazo sobre su torso y lo observé. Dejé mi bolso en el escritorio y me crucé de piernas. El observaba lo corto del vestido pero pasada luego a mirar mis ojos y mis senos.

— ¿Por qué gastaste tanto dinero en el auto? Cuesta como mas de diez millones de dólares...

— Me costo 15 millones linda.

Me interrumpió sonriendo pero yo estaba seria, no le veía gracia, era dinero que ni en un mes reuniría. Era tanto dinero, y mi boca se abrió sorprendida en el momento que escuche la cantidad, eso era demasiado.

— ¡Max eso es mucho dinero! ¿¡Dónde lo conseguiste!? ¡Yo no soy tonta se que de algún lado tuviste que conseguirlo!

Se acercó y tomó mis mejillas con sumo cuidado.

— Pedí un préstamo linda, quiero llenarte de lujos como mi mujer, no voy a dejar que vayas en taxi mi vida.

Sonreí maliciosa y me levanté al igual que él, me acerque a su rostro y empecé acariciar su torso mie tras quitaba su saco, su mano bajo hasta mis caderas y empezó a subieron la falda del vestido hasta posar sus manos en mis redondo culo.

— Sigue siendo mucho dinero Max... Deberías regresarlo.

— No voy a regresarlo linda. Es para tí, y punto.

— Mi sugar daddy también iba a regalarme un auto, un deportivo blanco, menos costoso y muy llamativo Max.

— ¿¡Tú qué!?

Exclamó alterado retirando las manos de mi cuerpo y empece a caminar alrededor de la silla con una sonrisa.

— Mi sugar daddy Max... Me ha dado mucho dinero estas semanas.

Sus ojos estaban furiosos, y mi sonrisa lo enfurecía aún más. Solté una carcajada y me acerqué a él pero cuando iba a colocar las manos en su cuello, me tomó por sorpresa y terminó dejando contra en escritorio. Mis manos estaban apoyadas en éste, y mis senos también junto con mi rostro. Hebras de mi cabello estaba en mi boca y Max subió la falda y mi culo quedó expuesto ante él.

— Tú no vas a tener a ningún Sugar Daddy, ¡Tú eres mía Iana!

— Eso díselo a Lily.

Pero ignoró mi comentario porque allí con mi cuerpo contra el escritorio bajó mis bragas y sin previo aviso abrió mis piernas y entró en mi fuerza y sin piedad, azotando mi culo con fuerza y acercando su boca a mi oído.

— Lily no me importa Iana. Pero el único hombre y a quien le perteneces es a mí.

***

Este es el otro capítulo en el que diré lo mismo jahsjahsjs.

"No sé que decir, bai" 🤦🏻‍♀️😂

Más Que Atracción ✓2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora