Proyecto de rehabilitación de villanos.

Arco01: (XX)

Arco 01:El Coronel Alfa es demasiado cruel XX.

[Hacia el final] [II]

—Vamos a ver al Coronel muy pronto, seguro que te alegraras de ello, teniente.

El joven alzó el rostro de Su Yun. Había un rastro de satisfacción cuando en su voz cuando observó la mueca del otro.

La sangre se le congeló en las venas, no dudaba que esa persona fuera capaz de hacer lo que estaba pensando. Abrió la boca, pero no pudo emitir ningún sonido, era incapaz de hacerlo.

—Bien, ahora se un buen chico y obedece. Cuando todo termine, quizás puedas conservar tu vida, seguro que mi padre está de acuerdo, querido teniente.

Una risita amable acompaño a la frase del pelirrojo, había desbordante seguridad en sus ojos. Conservar al hombre fue una buena jugada.

Estaba molesto, pero él no era un héroe imaginado, de esos que son capaces de enfrentarse a sus enemigos cara a la muerte, no en esa situación y mucho menos frente al "héroe".

La criatura fue perturbada por los movimientos del Alfa. Un sonido de provocación diminuto fue emitido antes de que una pequeña figura blanquecina se fundiera con las sombras, observando a los dos hombres.

Desde su rincón, con el filo de una daga pegada a su cuello, pudo escuchar unos pasos. Era un sonido conocido, alguien a quien nunca confundiría; Heine estaba allí. Un escalofrío bajo por su espalda, ese era el peor momento.

Adaptándose al súbito cambio, el villano entorno los ojos y se preparó para lo peor. Como esperaba, el origen de la llamada se encontraba en la cueva, todo el caos sangriento había sido provocado por ese chico que apenas había dejado de ser niño. Conocía su rostro, fue alguien a quien había visto en ocaciones anteriores, se maldijo a sí mismo por no notar su condición antes.

Algo dentro de él ardía, por un segundo ese "algo" amenazó con arrebatarle la conciencia, pero su mente logró controlarlo, él estaba allí.

Dos miradas se encontraron, incluso con la débil luz artificial, los ojos de Heine no perdían presencia. El azul brilla, tenue pero profundo. Era tan conocido y a la vez distante, está vez Heine no lo miraba.

—No me mires de esa manera Coronel, si no te mueves, quizás tu muy "querido amigo" no abandone este mundo antes de tiempo. Eso sería lástima, ¿no?

Cecil sonrió. Tenía al hombre más temido de todo el Imperio en una situación complicada, al alcanse de su mano, tan sólo bastó un poco de esfuerzo y una persona. Lo único que lamentaba era el fracaso de la operación de su padre, hubiera resultado tan conveniente, tanta sangre no se derramaría.

Su Yun observó a el villano, aquella figura alta que a penas podía pasar a través de la entrada de la cueva, seguía siendo tan imponente como recordaba, el confiable niño a sus recuerdos, impasible como siempre, permanecía en una posición rígida. Era como si hubieran amarrado a una bestia, ni siquiera Su Yun, que se consideraba a sí mismo un experto en leer las expresiones del Coronel podía descifrar si lo que se reflejaba en sus ojos era la más pura indiferencia, una ira ardiente o una mezcla de las dos anteriores.

"¡Ah!. Está subiendo, 95, nunca estuvo tan alto anfitrión, el demonio quiere morder la yugular de alguien, LinLin tiene miedo"

Más histérico que nunca, LinLin gritó con todas sus fuerzas. Las cifras aterradoras lo despertaron de su letargo, los dos personajes principales de la trama estaban presentes junto con un objeto de atla clase Deus Ex Machina[1] en un sólo lugar y para mayor ploblema, la energía ominosa que escapaba del villano era casi suficiente como para hacer estallar al plano del mundo. La escena era un desastre y el villano estaba roto.