Arco 02: (X)

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Arco 02: Para atraparte (X)

[Veinte millones]

—Medio millón de yuanes a la primera, a la segunda. ¡Vendido!

La voz aguda y apresurada del subastador llenaba cada lugar de la sala. Su Yun y Lan Ximei escuchaban desde uno de los palcos altos.

Se encontraban dentro de las entrañas de un edifico majestuoso. Construido a la manera europea, la casa de subastas era de lejos el lugar más exclusivo de la ciudad.

—No se ha interesado en nada. Ya llevamos media hora.

La mujer soltó sus prismáticos y miró de reojo a su hermano. Su objetivo no había tenido mucho movimiento.

—Ten paciencia.

Su Yun se acomodó en su asiento de terciopelo. Después de recoger el cargamento, la contrabandista les ofreció un trato. Vigilar a ciertos miembros de la familia Kai.

Kai GuLi, anciano con más influencia en el grupo era un coleccionista entusiasta de arte y antigüedades. Ver su figura en las galerías y casas de subastas era cosa de todos los días. Si algo le ocurriese significaría un golpe mortal para la familia, pero Violet Lin consideró al par de hermanos civiles comunes y les encomendó otra cosa.

Kai Shi tenía un nieto travieso. A pesar de ser el menor de todos y el que tenía menos habilidades para dirigir el grupo, el anciano lo favoreció con fuerza. Siempre que asistía a algún evento social lo traía consigo. Aunque era amado, no era demasiado importante. Pero no dejaba de ser el sobrino de quien odiaba con todas sus fuerzas.

Otro objeto fue expuesto. Esa vez era un hermoso jarrón con motivos de dragón. El anfitrión aseguró que era una valiosa pieza de una dinastía lejana.

—Veinte millones a la primera. Es una pieza de una sola vez en la vida.

Al ritmo de la voz del hombre, la sala comenzó a alborotarse. En la parte inferior de la sala de subastas una multitud de hombres y mujeres levantaban su número y elevaban el precio.

En cierto punto supetaron el límite de los cuarenta millones. Los competidores comenzaron a disminuir. Esa era el momento en que Su Yun tenía que actuar.

—Cuarenta.

Los palcos eran un lugar especial para miembros o personas que pagasen una nada despreciable tarifa. Un pequeño dispositivo funcionaba como un micrófono cuando se apretaba un botón.

—Cincuenta.

La voz de un hombre mayor se extendió por el lugar. Ximei sonrió, ya habían mordido el anzuelo, ahora todo lo que tenían que hacer era tirar.

—Sesenta.

Otros diez millones de añadieron a la puja. El anfitrión comenzó a animar la batalla.

—Otros díez. Setenta.

Más que enojado parecía divertirse. Su Yun observó el palco contrario. El hombre ya no estaba sentado, se había levantado junto con su nieto. Miraba la acción abajo.

—Subimos a cien.

Los demás compradores habían pasado a un tercer plano. Era un tira y afloja entre sus personas.  Una parte permaneció en silencio por unos segundos. El presentador estuvo a punto de comenzar a contar.

—Fue interesante, pero esto se tiene que terminar. Dobló.

La risa del anciano terminó el encuentro.

—Por suerte persistió hasta el final. Si se hubiera retractado a la mitad tendrías que pagar el objeto con todos tus futuros sueldos hermanito.

Proyecto de rehabilitación de villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora