Proyecto de rehabilitación de villanos.

Arco 02: (VII)

Arco 02:Para atraparte. (VII)

[Violencia]

-La hija de Lin ShaoLi no tiene nada que ver con mis planes futuros.

Como siempre, la voz al otro lado del teléfono tenía un matiz frío. Su Yun tuvo la impresión de que estaba un poco, ¿decepcionado? Esa idea fugaz desapareció tan rápido como cruzó sobre su mente.

-La señorita Violet, puede que su presencia ayude a consolidar la fuerza de HeiLong en América. Es la persona ideal para establecer lazos. Además es alguien capaz y bello.

La última palabra fue algo inferior a un susurro. Mentir justo en el rostro de las personas era un sensación desagradable. Esa serie de adjetivos fue algo que difícilmente logró salir de su boca.

Por unos segundos, el otro permaneció en silencio. Estaba un poco nervioso. ¿Quizás llamar no fue la mejor opción?

-Los citaré cuando pueda. La próxima vez que nos encontremos.

Después de decir aquello, colgó sin esperar respuesta. Su Yun se quedó sosteniendo el celular. Todavía no podía determinar si su respuesta fue buena o mala.

Sobre la cima de aquel edificio de cristal, la secretaría Mo miró de manera extraña a su jefe. Los cambios súbitos en su persona eran algo más que curioso. Como confiable mano derecha no dijo una sola palabra. Cada día era más difícil descubrir como funcionaban sus pensamientos. El trabajo nunca terminaba para ella.

Pudo escuchar unos pasos por el lugar. Alguien se acercó a Su Yun. Era un hombre alto, superando con creces la media masculina local.

—Esta es una zona prohibida.

A pesar de su calma, esa era una amenaza.

Su Yun tragó saliva.

"¡Anfitrión!"

El sistema gritó algo desesperado. Pero estaba demasiado nervioso como para escuchar algo. Incluso cuando esa voz resonaba directamente sobre su alma.

—Me perdí un poco, sólo estaba realizando una llamada.

Si tuviera la habilidad de detectar peligro, la alarma se rompería en ese mismo instante. Quitando el final de la subtrama de Wei Luo, sin ninguna duda la interés amoroso de la protagonista más peligroso era Lu Bei. Un arma con forma de humano. Sus ojos eran los de alguien que había probado la sangre.

En efecto, Lu Bei fue un asesino a sueldo. El mismo que acabó con los padres de la protagonistas hace años. Buscando la redención se encontró con la única persona que dejó vivir.

—No te muevas.

Ordenó de la nada. La justificación de Su Yun parece no haberlo dejado satisfecho.

—Yo...

El sonido característico de el barril de un revólver llegó a sus oídos. Tan rápido que sus ojos a penas lograron ver el arma que habían desenfundado justo frente a sus ojos. El metal brillante producía un brillo frío.

Su Yun había olvidado lo terrible y violento que era el mundo. Tomar una vida era cuestión de respirar y apretar el gatillo. Sintió verdadero miedo.

—¿Qué estas haciendo maldita bestia?

Al otro lado del pasillo otro hombre preguntó en voz alta. Su figura avanzó hasta encontrarse con Lu Bei. Su ira no fue un secreto para nadie.

—¿Acaso no te advertimos antes? La próxima vez que intentes atacar a un estimado cliente de la señorita pagarás con tú vida. No importa si tengo que matarte con mis propias manos.