Arco 02:(XIV)

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Arco 02: Para atraparte (XIV)

[El hombre más terrible del mundo, el zorro y el espejo]

Un cuadro cayó con el sutil forcejeo entre las paredes empapeladas. La mujer tiró hacia el interior mientras que el hombre intentaba salir. El aire frío de la puerta que quedó a medio abrir golpeaba en las mejillas de ambos.

—No vuelvas a hacer nada como eso. Papá sentiría vergüenza.

Lan Ximei forzó una sonrisa cordial en su rostro asolado por el cansancio. Contuvo al hombre más alto por uno de sus brazos y por primera vez en mucho sintió la necesidad de bajar la cabeza y rogar como una niña pequeña.

Su guardaespaldas se mantenía con los músculos tensados. A punto de salir de la casa y hacer una locura de que puede que no salga, ninguno de los dos.

MoYiFeng estaba nervioso y enojado a partes iguales. La noche anterior, cuando escuchó esa noticia tarde se estremeció al punto de que actuó mas como una tormenta que un hombre. Una silla y una pequeña mesita de noche fueron el saldo de su ira, no estaba satisfecho pero la vergüenza de ver como Ximei lo observaba detuvo el próximo ataque.

—Todo ocurrió por mi egoísmo, quería honrar la memoria de Wei, pero las cosas se complicaron.

Tomó su mano de una manera diferente y suspiró. Parte decaída y parte impotente.

—Señorita, fui yo el que debí advertirle desde el principio. No tenía un buen presentimiento pero deje que siguiera adelante con todo esto.

Mo YiFeng siempre mantuvo la distancia con los hermanos Lan. Era algo más que un sirviente, pero no estaba cerca de ser un igual. Quizá fue el tiempo que se mantuvo alejado del par. Aunque todo eso cayera sobre sus hombros no podía dejar de guardar infinito cariño por los niños que sostuvo hace mucho en sus brazos. La ira estaba justificada.

En medio de aquella conversación sincera, el sonido suave de una tos discreta llega a sus oídos. Mo los observaba con su característica mirada fija cubierta con aquellos cristales que tan poco armonizaban con su imagen.

De la misna manera en que desaparecía, la asistente de Feng You les hacía visitas en la casa que había conseguido junto con su silencioso compañero. Esa era la segunda vez que la veían desde tarde en la madrugada.

—De nuevo entraron por detrás.

MoFei soltó la mano significativamente más pequeña y suave. Le mostró una sonrisa irónica a las dos nuevas personas. No era amigable ni cordial.

—Y él... ¿Como está ahora?

Ximei se acercó a la mujer y se aferró a ella de la forma en que sólo las personas aflijidas podían hacerlo. Sacudiendo un poco su ropa.

—Está en el lugar donde debería estar. No creo que salga herido, por lo menos no de la manera tradicional, señorita Lan.

Mo estaba estable como una roca. La primera parte del plan ya había sido cumplida con algo de retraso, informar los avances formaba parte de su ética.

—No tenemos razón para confiar sólo en tus palabras. Él puede hacer cualquier cosa. Ya derramó más sangre en estos días que toda la ciudad en dos años.

Mo YiFeng entecerro los ojos, desconfiado de la mujer y su acompañante. Los días turbulentos y de huida comenzaban a afectarle. De ser otra la situación, ya estarían en un punto donde los golpes no estaban fuera de lugar.

—Interesante observación, pero su estado mental nunca ha sido tan estable. Por lo menos desde que lo conoció. En otro momento, usted es resultarían eliminados sin ninguna contemplación.

Proyecto de rehabilitación de villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora