—No puedo creer que le vayas a dejar la carta en su casillero —Lizette miró a su amiga con una sonrisa—.
—Es lo que hay —la muchacha se encogió de hombros y sonrió, cuando estuvo frente al casillero dejó la carta caer por una de las rendijas—.
Caminaron un par de metros, hasta que la muchacha de ojos verdes jaló a su amiga poniendo su dedo índice sobre sus labios.
—Escucha —susurró—.
Alexa Blake estaba hablando con el rubio miel.
—Mira, yo sé que realmente no nos conocemos totalmente y que simplemente compartimos asiento en álgebra, pero me gustas mucho —.
Lizette tomó de los hombros a su amiga.
—Vámonos, no tenemos porqué estar aquí, olvídalo, vamos. —.
Y por última vez miró a Alexa darle un beso al rubio miel.
(...)
Ambas chicas entraron a los baños.
—Es una reverenda tontería esto —Lizette se miró en el espejo— como sea, no debes ponerte mal por eso —.
Abbey asintió sin decir nada.
—Lo que sea que haya pasado después no nos incumbe, y Jasper se puede ir a la mierda o a donde sea, ¿De acuerdo? Olvídalo, tendrás dos meses para olvidar a ese chico, ¿Sí? —la muchacha abrazó a su amiga—.
—Vámonos —dijo Abbey— ¿Por qué no vamos por una hamburguesa? —.
—Suena bien, vayámonos, nuestro horario acabó —.
Abbey abrió la puerta de la salida, al salir chocó con Alice Cullen, haciendo que algunos cuadernos se cayeran.
—Lo lamento —Abbey se agachó para ayudarle, pero en el momento en el que tocó el cuaderno que la muchacha del corte pixie también había tomado un par de imágenes aparecieron en su mente—.
Cuando la castaña despegó su mano del cuaderno le dió los demás.
—Disculpa el inconveniente —.
—No es nada —Alice fue la única además de Abbey que vio el collar de la castaña brillar—.
—Bueno, adiós —Abbey se despidió amable de la vampiresa, quien dedicó una pequeña sonrisa—.
Lizette miró la escena por un segundo, hasta que vio a su amiga hacerle señas de que debían irse.
Ambas caminaron juntas.
(...)
—¿Qué fue eso? —.
—No lo sé, yo tampoco lo sé —Abbey entró junto a su amiga a la cafetería de Forks, un lugar muy acogerdor—.
Jessica Stanley, Ángela Weber, Mike Newton y Eric Yorkie también estaban allí.
Jessica miró a las jóvenes con una sonrisa.
—¡Abbey! ¡Liz! ¡Vengan a sentarse aquí! —dijo Mike con una sonrisa—.
(...)
—¿Entonces te fue bien en la prueba de literatura? —Abbey asintió ante la pregunta de Jessica—.
—Un noventa y nueve de cien —.
—Genial —.
—Tal vez deberías entrar al comité del periódico escolar —dijo Ángela—.
—Lo pensaré —.
—¿Y tú, Liz? —.
—Cien de cien, en todo —la muchacha sonrió satisfecha—.
—Son increíbles ustedes dos —dijo Eric Yorkie—.
—Me recuperé inesperadamente —dijo Abbey con una sonrisa, para luego darle un sorbo a su batido—.
—Ojalá pudiéramos pasar tu cumpleaños contigo —dijo Ángela— pero te irás de vacaciones, qué suerte —.
—No es para tanto... —Abbey se encogió de hombros— es mi primer cumpleaños sin mi madre —.
—Es cierto... —dijo Ángela con un poco de pena—.
—Cuando regreses tenemos que ir a La Push —dijo Mike Newton aligerando el ambiente—.
—Seguro, quiero ver a Jessica surfear. —.
—Ya verán, será genial —.
—Ya lo creo —dijo Liz—.
(...)
—Bien, ha hacer las maletas —Abbey dejó caer su maleta en su cama—.
Comenzó a llenarla de prendas que probablemente utilizaría, y las cosas importantes como su laptop.
—¿Problemas con la maleta? —dijo Robert entrando a la habitación—.
—No realmente, estoy por terminar —.
—Genial, entonces me llamas cuando esté, la dejaré abajo directamente —.
—De acuerdo —.
(...)
Abbey se miró en el espejo y suspiró, abrió el grifo y dejó caer el agua fría, mojó su rostro y lo secó con la toalla para manos de su baño.
Al terminar, se dirigió a su clóset, de dónde sacó algo de ropa cómoda para ponerse, encontrando un pantalón de pijama y una camiseta blanca.
Se vistió y se dirigió a la cama.Suspiró una vez más antes de apagar la luz y cubrirse con sus cobijas.
Apagó la luz, cerró los ojos, y sonrió.
—Ay, Jasper Hale, ¿Qué clase de amarre me hiciste? —soltó un bostezo y abrazó su almohada, quedándose en poco tiempo dormida—.
Jasper la lo observó dormir desde una esquina de la habitación, sus collares brillaron una vez más, y el vampiro pensó en las palabras del ángel de la muerte.
Miró a la muchacha dar un par de vueltas a la cama y tirar su almohada sin darse cuenta.
El rubio miel se acercó cauteloso y levantó el cojín, trató de ponerlo entre los brazos de la muchacha, pero lo único que consiguió es que está de aferrarse a la almohada y a sus brazos.
Cuando no tuvo más remedio tuvo que recostarse en la orilla, pero terminó entre los brazos de la muchacha, quien entre sueños disfrutó tener algo que abrazar.
Jasper apreció totalmente el olor de la muchacha, era un olor dulce, probablemente como la vainilla, pero no le causaba sed, su sangre pasaba desapercibida para el olfato del vampiro.
Toda la noche el vampiro se quedó así, observándole hasta que el sol comenzaba a ponerse y la muchacha soltó de nuevo al muchacho a su almohada.
Esa sería la última vez en que la vería antes de que Abbey se fuera de vacaciones.
O antes de que cambiase totalmente.
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GHOSTIN - Jasper Hale.
Fanfiction"Cada lágrima es un desfile de lluvia del infierno, has sido tan comprensivo, has sido tan bueno". . . . . . . . . . . . . . . Historia hecha sólo por diversión. Historia mía, basada en la Saga novelística y cinematográfica: "Twilight" y/o "Crepúscu...