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—¿Te parece bien si te dejo aquí? La verdad tengo que irme en seguida a volver a cargar y llevar otro viaje de vuelta —la mujer observó con sus orbes azules a la joven—.

—Está bien... Creo que puedo caminar hasta la estación de autobuses. —.

—Oh, espera —la mujer le entregó unos billetes— puedes irte en autobús...

—Gracias... Estoy apenada...

—No te preocupes —la rubia sonrió amable— es un placer ayudar, ahora, llega sana y salva a casa...

—Gracias... En serio...

—Bueno, debo irme. —la mujer encendió el camión de nuevo—.

—Seguro, hasta luego.

—Hasta luego —la mujer me dio una última mirada a la castaña antes de irse.

Abbey observó a Alexa alejarse rápidamente, y entonces comenzó a caminar.
De pronto, un auto que conocía perfectamente se estacionó frente a ella.

—Hola —Alice saludó bajando la ventanilla de su Porche amarillo canario con una sonrisa— sube.

—¿Qué haces aquí?

—Bueno, te vi venir... Y estaba de paso... Me alegra que estés bien.

Abbey abrió la puerta del vehículo y subió aliviada.

—La mujer que me trajo... Era tía de Jacob.

—Oh. —la duendecilla pareció sorprendida.

—De todas formas... Me he perdido hasta la graduación.

—Tu padre se encargó de eso, dijo que estabas muy enferma, así que recogió tu certificado... Aún... Tenemos un ejército de neófitos que llegará en tres días.

—¿Qué?

—La decisión se tomó, ellos vienen a Forks.

Abbey asintió con el ceño fruncido.

—¿Y cuál es el plan?

—Pelearemos, nosotros y los licántropos.

—Es arriesgado.

—Es la única opción.

—Pero Alice...

—Lo siento...

—Entonces pelearé.

—Jasper no estará de acuerdo —Alice comenzó a conducir lejos de aquél lugar, directo a Forks.

—No me importa... Es decir... Son ustedes... Yo...

—Tu padre ni tu hermano estarán de acuerdo tampoco... Ellos... Quieren irse a Virginia...

—¿Qué le pasa a todo el mundo? Me secuestra un maldito loco inmortal que es idéntico a Jasper y automáticamente todos se vuelven infelices y amargados.

—Creo que tú haces la diferencia...

—Ni lo menciones...












[…]












—¡Abbey! —el vampiro de cabellos mieles corrió hacia la bruja rodeándola en un abrazo—.

—Jasper... Mis costillas... —Jadeó la bruja perdiendo el aire.

—Lo siento —el rubio se separó apenado.

—Sobreviviste —Emmett apareció.

—Lo sé... Yo... Realmente no sé si él regresará por mí...

—No te preocupes, Alice lo verá y estaremos listos para atacar —Emmett mencionó con una sonrisa.












[…]












—Te extrañé demasiado —Jasper se mantenía recostado al lado de Abbey— yo... Creí que habías muerto cuando Jano se metió en mi cabeza... Creí que te había perdido.

—No será así... Lo prometo... Yo... Voy a encargarme de cuidarte, lo prometo —la bruja posó sus labios en los del rubio miel, en un pequeño y dulce beso.

—Yo debería decir eso...

—Oye, estoy aquí... ¿De acuerdo? Nada malo va a suceder... —.

Los brazos del vampiro rodearon en un abrazo a la bruja, mientras las manos de esta se paseaban en pequeños círculos imaginarios por el pecho del muchacho.

—De todas formas... Creo que debes aprender muchas cosas... Incluso si algo me llega a suceder alguna vez...

—No me gustaría imaginarlo...

—Jasper, no debes mirar a los fantasmas a los ojos...

—¿Por qué?

—Te volverás su ancla... Y no te dejarán hasta que los ayudes a cumplir sus pendientes... Tampoco veas a los ángeles de la muerte...

—¿Y eso por qué?

—Van a llevarte...

Abbey sintió una ola de calma inundar su cuerpo, aunque ella deseaba con todo su ser poder explicarle a Jasper que ella podía morir en cualquier momento, no quería dañar su corazón.

—Prométeme que intentarás ser feliz... Si algo me sucede... Que seguirás con tu vida...

—Abbey... No lo digas...

—Por favor...

—¿Cómo podría ser feliz sin ti?

—Porque tu felicidad es mi felicidad...

La bruja miró a los ojos al vampiro, el brillo de la mirada castaña de Abbey estaba perdiéndose, justo como cuando su alma estaba apagándose.

—No me dejes nunca, Abbey... Te amo... Y si te perdiera... Moriría...

—No voy a dejarte nunca... Jamás podría darme el lujo de perderte tan fácilmente... Pero si yo pudiera dar mi vida por ti... Por las personas que amo... Jamás lo dudaría... Jasper... Aún si muriera, no podría quedarme tranquila sabiendo que estás solo...

—Abbey, no voy a dejar que nada te pase... Nunca me lo perdonaría... Te amo tanto...

—¿Lo prometes?

—Lo juro por mi vida... —.

Abbey asintió cerrando los ojos, quedándose poco a poco dormida en un profundo sueño.
Jasper la protegió entre sus brazos, dándole calma y evitando el destino a toda costa, besó la frente de la bruja para finalmente admirarla tan tranquila dormir plácidamente frente a él.

—Lo juro... No te perderé otra vez... —susurró para sí mismo.














[…]







«Quiero conocer a alguien que te quiera, porque sinceramente mereces ser más feliz»








GHOSTIN - Jasper Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora