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La mirada castaña de Abbey se paseó por la blanca nieve, había tenido que soportar el drama del triángulo amoroso de Jacob, Bella y Edward, pero no se quejaba, estaba allí de apoyo, adoptando una forma lobina mientras vigilaba la zona.

¿Recuerdas esa vez en la que te pregunté sobre el sentido de la vida? —Edward escuchó en su mente hablar a la bruja.

—Lo recuerdo perfectamente.

—Ahora me gustaría preguntar... Sí vale la pena morir por alguien a quien amas.

—Es inevitable, es honorable pero también es trágico, ¿Por qué lo preguntas?

Me he preguntado... Si de verdad Jasper y yo estábamos destinados... O si fue sólo por el hecho de nacer como dobles mortales.

—Jamás había presenciado un lazo muy fuerte, pero si tienes tus dudas... Deberías descubrirlo tú misma.

Últimamente me he sentido tan cerca de la muerte...

—¿Crees que morirás pronto?

—Mis instintos nunca fallan, a eso le temo...

—¿Y lo has hablado con él?

—Está tan asustado como yo...

—Entonces evita el destino.

No se puede evitar, tarde o temprano sucederá...

—Abbey, no dejaré que mueras... Eres la única persona que me escucha... Y eres la compañera de mi hermano.

—A veces eres un baboso, obviamente nadie querría escucharte...

—¿Eh?

—Lo siento, sólo bromeaba.










[...]











—Es Victoria, no está sola... —Edward miró a Abbey.

La bruja, en su forma lobina, cubrió a Edward y a Bella, cuando un extraño muchacho de cabellera rubia y ojos escarlata apareció.
Un pequeño diálogo entre el lector de mentes y el vampiro se desarrolló, hasta que Victoria apareció.
Abbey se lanzó contra el vampiro de ojos escarlatas mientras Edward se encargaba de Victoria, Seth Clearwater apareció ayudando a Abbey a inmovilizar al vampiro.

No obstante, el vampiro y Victoria lanzaron a los lobos lejos, tratando de inmovilizar a Edward.
Un enemigo sorpresa apareció en la escena, Jano miró a Abbey desde los árboles, cuando un olor a sangre humana llegó a las fosas nasales de la bruja, Riley junto a Victoria observaron a Bella sangrar del brazo, dándole tiempo suficiente a Edward y a Seth para despedazar a los dos vampiros.
El inmortal cayó de pie sobre la blanca nieve, con una sonrisa ladina.

—¿Me extrañaste? —.

Los cuerpos de Riley y Victoria se prendieron en llamas, despedazados, Abbey observó a Edward, quien asintió.
Bella subió al lomo de la bruja, sin importar que el blanco pelaje fue pintado de rojo carmesí.

—Oh, no huyas de mí... Es inevitable.

Edward se abalanzó contra el inmortal, dándole algo de batalla y algo de tiempo a Abbey para que pudiera escapar junto a Bella.

La bruja comenzó a correr en su forma lobina, lo más rápido que pudo, con Bella aferrada a ella y a la vida, en cuestión de minutos estaba en donde los Cullen, quienes les aguardaban.
Jasper no siquiera prestó atención al olor de la sangre de Bella, cuando escuchó en su mente la voz de Abbey.

Tenemos que escapar, Jano está aquí.

—Tengo que irme —Jasper miró a Carlisle— Jano está aquí.

—Entonces ve, detendremos a los Vulturi. —mencionó el patriarca de la familia—.

Y entonces Jasper comenzó a correr al lado de Abbey entre los árboles y el frondoso bosque.

—¿A dónde iremos?

—Al lugar de los fantasmas.

Jasper asintió recordando el camino.

El corazón de Abbey latía rápidamente mientras la adrenalina se apoderaba de su cuerpo, su mente estaba nublada y llena de preocupaciones, no podía evitarlo.

En su mente sólo rondaba una sola palabra, muerte.

—¿Tienes el collar que la vieja bruja te dio? —Jasper escuchó en su mente.

—Sí, lo llevo a todos lados.

Si es necesario, tendrás que pedir un deseo.

Pero siempre que alguien pide un deseo... Alguien sale lastimado —masculló recordando todas las tragedias que habían sucedido a causa del collar.

—¡No importa! ¡Tenemos que tener una solución para cualquier caso!

Abbey siguió corriendo al lado de Jasper, y después de unos minutos, encontraron aquél lugar.
Una cueva estaba frente a ellos.

—Toma a Bella, tengo que cambiar de forma.

El vampiro asintió tomando a la humana entre sus brazos.
En un abrir y cerrar de ojos, la bruja había tomado forma humana, de pronto.

—Está perdiendo mucha sangre... —Abbey observó a Bella aferrarse a la vida mientras sangraba.

—No podré convertirla...

—Encontraremos otra solución... —los ojos de la bruja miraron la cueva— entremos.

Abbey fue incapaz de entrar a la cueva, una especie de barrera invisible se lo impedía, sentía que estaba perdida.
El vampiro no supo que hacer, estaba entrando en pánico, igual que Isabella, los tres se miraron ansiosos, no sabían que pasaría, pero algo muy en el fondo, supo que era el final de alguno de ellos, nadie quiso saber quién, pero sólo Abbey parecía saberlo, para su desgracia.



















[…]
















«Cariño, sólo te dejaré vivir»















GHOSTIN - Jasper Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora