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—¡Entra a la cueva! Ahora, sólo protege a Bella —Abbey miró a Jasper asentir y en seguida jalar a Bella hasta la pequeña casa.

—¿Qué tengo que hacer ahora?

—¡El collar! ¡Pide un deseo!

—¡Pero siempre que pido un deseo alguien sale lastimado!

—¡Sólo hazlo!

—¡De acuerdo!

—Hola, Abbey —aquella voz le llamó la atención—.

—Jano.

—¿Te preguntabas quién se encargaba de todo esto? Pues aquí estoy —.

El inmortal se acercó.

—¿Por qué haces esto?

—Dije que me vengaría, te iban a convertir sólo para protegerte, qué tontos... Por suerte, las brujas no pueden entrar a esta cueva. —Abbey se lanzó contra el inmortal.

Y una fina batalla se desarrolló entre la bruja y el inmortal.

Jasper tomó el cuarzo de su collar entre sus manos, pidiendo un deseo mientras Isabella se encontraba en el helado suelo de la cueva, sangrando.

—Maldita sea, que Isabella no muera... —masculló desesperado.

Un extraño sonido proviniente de las afueras llamó la atención de Jasper.

—Hasta que la muerte los separe —Jano entonces enterró su mano en el pecho de la castaña.

Abbey jadeó adolorida mientras la sangre comenzaba a correr por su pecho.

—Un movimiento más y estás muerta... Nada personal, pero todo tiene un precio.

El inmortal sacó su mano del pecho de Abbey, y entonces la bruja cayó al suelo, con la mirada desorbitada.
Jano rió suavemente con el corazón de la bruja en su mano derecha, finalmente, el inmortal bebió la sangre del corazón de la bruja, arrojando el órgano por la entrada de la cueva, dejándolo rodar hasta el vampiro, en cuestión de segundos, Jano había desaparecido entre los árboles del bosque.

—¡Abbey! —el vampiro gritó con un hilo de voz apenas—.

Y como pudo quedó frente al hueco de la entrada, mirando el cuerpo de Abbey tirado en el suelo.
Su corazón se rompió en mil pedazos, Jasper cayó sobre sus rodillas arrastrándose hasta donde la bruja, sin importarle el lago de sangre, la tomó entre sus brazos.

—¡Por favor! ¡Por favor! ¡Dime que es una maldita pesadilla nada más! —.

Clavó sus colmillos en las muñecas de la bruja, pero nada pareció surtir efecto.

—¡Abbey! ¡Por favor no me dejes! —.

Sus gritos eran totalmente desgarradores, y sus emociones se vieron totalmente depresivas en segundos.
Quería llorar, aún sabiendo que no podía, su primer instinto le hizo temblar, sus manos temblorosas tomaron a la bruja, rodeándola en un abrazo.

—¡Lo lamento tanto! ¡Juré que iba a protegerte!

El teléfono de Jasper sonó de repente, sin fuerzas, sacó el aparato de su bolsillo trasero, contestando la llamada en seguida.

—Jasper, hola... ¿Bella está bien?... ¿Jasper? ¡Jasper, dime algo! —Edward preguntó a través de la bocina—.

——E–Está bien... —el rubio miel apenas podía hablar.

—¿Qué sucede? ¿Qué pasa? Ese tono no es de felicidad.

—Edward... Está muerta... Abbey está muerta... —.

Un silencio sepulcral adornó el momento.

—Ya casi llego, no te preocupes... —Edward colgó en seguida—.

Jasper dejó caer el teléfono celular al suelo, aún cuando esté terminó lleno de sangre, sus manos temblorosas se pasearon por el rostro de la bruja.

—Perdóname... Por favor... Perdóname... —.

El vampiro se quedó en silencio, lamentándose y ahogándose en su dolor por unos minutos, hasta que vio a su hermano adoptivo aparecer frente al cuerpo de la bruja.

—¡Jasper! —el cobrizo corrió a donde su hermano—.

De rodillas, frente al vampiro, le observó.

—¿Intentaste con el veneno?

—¡Le sacó el corazón! ¡Maldita sea! —gritó desesperado—.

Estaba por volverse loco.

—Voy, voy a llamar a Carlisle, n–no te preocupes —Edward tomó su teléfono celular torpemente entre sus manos.

—¡No hay nada qué hacer! ¡Murió por ella! ¡Murió en lugar de Bella! —Jasper le gritó a Edward—.

El nudo en la garganta amenazó al estado de ánimo de Jasper.

—Tal vez haya una forma...

—¡No hay nada qué hacer! —los labios de Jasper temblaron de ansiedad—.

—Jasper, no–no te preocupes... Voy a arreglarlo...

—¡No puedes arreglarlo! —gritó adolorido— ¡No puedes decirme que no me preocupe! ¡Acabo de perder al amor de mi vida! ¡Joder! —.

Edward tragó duro, sintió los efectos del don de su hermano en él, y entonces sintió una enorme oleada de dolor, un dolor inexplicable, totalmente mortal, totalmente inhumano.

—Sólo... Bella está adentro...  —el vampiro apenas pudo articular.

—De acuerdo...

Edward se levantó y comenzó a caminar hacia la cueva.
Jasper tomó entre sus brazos a Abbey, poniéndose de pie mientras le cargaba, el rubio miel recordó un par de cosas que la bruja me había mencionado antes de aquél trágico momento.

«No mires a los fantasmas a los ojos, ni a los ángeles de la muerte, además, no importa qué pase después de hoy, no pierdas la cabeza, siempre voy a estar cuidándote, no debes olvidarlo»

Jasper miró a Edward salir junto a Bella en brazos.

—¿Y Abbey? —Bella preguntó asustada a Edward—.

—Ella... Murió... —susurró avergonzado—.

Bella miró a Jasper sintiendo los efectos de la pathokinesis en su persona, los tres comenzaron a caminar, adentrándose entre el frondoso bosque, Jasper con un paso más lento de lo normal, entristecido, deseando la muerte para sí mismo, y por primera vez, deseando que toda su realidad fuera una mentira, para posteriormente comenzar a volver a Forks.











[…]






“Sólo dios sabe dónde estás ahora”.








GHOSTIN - Jasper Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora