GHOSTIN - Jasper Hale.

31

—Bella, Jacob está enfermo, cómo va a contestarte el teléfono —Abbey subió a la camioneta de Bella acomodándose la chaqueta—.

—Han pasado tres semanas, ¿Va a estar enfermo tanto tiempo? —.

—Bueno.. uh.

—Sólo quiero ver si de verdad está bien.

Abbey sabía perfectamente que Jacob se había convertido, pero no quería que Bella se enterara.

(...)

Abbey miró a Jacob caminar hacia el bosque en cuanto Bella aparcó frente a la casa de Billy Black.

—Bella, no creo que sea buena idea... —.

La muchacha, sin hacerle un poco de caso, bajó de la camioneta llamándole, aunque su esfuerzo parecía ser en vano.

Abbey bajó de la camioneta, encontrándose entonces con su amigo.

—¿Qué sucede? —.

—Bella —ambos miraron a la humana acercarse a Sam, Paul y Embry.

—Es mejor que vayamos, Paul no puede controlarse correctamente.

—De acuerdo.

Ambos jóvenes miraron entonces a Paul convertirse, Jacob y Siwon corrieron convirtiéndose frente a Paul, quien se sintió intimidado al ver el tamaño del híbrido.

Abbey miró aquella escena perpleja, miró al enorme lobo blanco que estaba frente a ella.

—Bella, vamos —la castaña miró a la humana—.

—¡Llévalas con Emily! —ordenó Sam Uley a Embry—.

(...)

Abbey miró a Leah caminar lejos de donde los demás miembros de la manada estaban.

—¡Hey, Leah! —saludó Abbey—.

La joven saludó agitando su mano, para luego correr al bosque y perderse entre los árboles.

Cuando entró a la casa que se encontraba frente a ella, se sintió cómoda encontrándose con Emily, quien había horneado unas cuantas galletas.

—Es bueno verte de nuevo —mencionó Embry—.

—Tenemos la misma edad, supongo que ambos crecimos a nuestra manera —.

—Lo sé —.

Abbey tomó una galleta, para luego darle un mordisco.

—¡Estamos aquí! —gritó el híbrido—.

—Lamento que hayan visto eso, no puedo controlarme correctamente —mencionó Paul—.

—Supongo que nunca me esperé ver a Siwon cómo licántropo —dijo Abbey—.

—Suele pasar... Es la segunda vez que lo veo yo —dijo Embry con una sonrisa—.

—Como sea, es genial que estés de vuelta, Abbey —dijo Embry—.

—Lo es —dijo Sam Uley sonriente—.

(...)

—No puedo creer que seas aún más grande que Jacob, en tu forma lobina.

—Los híbridos no podemos pertenecer a ningún clan, por lo general no somos aceptados porque somos mucho más veloces, fuertes y tenemos un mayor autocontrol que los alfas... Jacob debía ser el alfa, pero Sam fue el primero en convertirse después de mí.

—Así que por eso te fuiste... ¿No? —.

—Supongo que es así, los híbridos no descendemos de licántropos directamente... Hay una historia distinta, nosotros no éramos una especie.

—¿Entonces? —.

—Los híbridos descienden de espíritus guerreros, pero que tuvieron que tomar un cuerpo de alguien que no podía poseer el don... Por eso no somos aceptados en las tribus.

—¿Entonces qué sucedió? —.

—Mi padre biológico también era un híbrido, pero murió mucho antes de que yo pudiese recordarlo... Mi madre, quien fue la impronta de el padre de Sam, me crío sola durante un corto periodo de mi niñez... Hasta conocer al padre de Sam.

—Ambos crecieron como hermanos.

—Sí, la madre biológica de Sam murió en el parto. —el muchacho estacionó el auto frente a la casa de Abbey— así que el padre de Sam le crío hasta conocer a mi madre... Es una historia extraña, Sam llevó el apellido Uley siendo hijo directo de un cambiaformas... Y yo sólo tuve que llevarlo frente a los demás, pero nunca fui totalmente aceptado por Sam, cuando fui el primero en convertirse, Billy me enseñó todo sobre las leyendas de los indios nativos y de la tribu... Aunque él sabía que yo era un híbrido, porque no experimenté los mismos síntomas que los demás; me ofreció ser el alfa más de una ocasión, pero jamás acepté.

—¿Nunca te sentiste bien con ellos? —.

—Sí, pero no pertenezco a su clan, sé que hay más como yo... —.

—Los hay.

—¿Qué? —.

—Conozco a alguien que es como tú —.

—¿De verdad? —.

—Sí, él es hijo de una híbrida... Uh, es amigo mío.

—Sería genial conocerlo.

—Te lo presentaré un día.

—Genial.

—Nos veremos mañana entonces, ¿No? —.

—Seguro.

La castaña le plantó un beso en la mejilla al joven, quien sonrió.

—Hasta mañana —.

—Hasta mañana.

(...)

Abbey tiró su chaqueta en la cama, dejándose caer en la misma sacó su teléfono celular de su bolsillo del pantalón y miró por un momento esperando alguna llamada o algún mensaje; pero nada sucedió.
Se recostó en su cama un momento, quedándose profundamente dormida en pocos instantes.

En su sueño, una extraña criatura le persiguió por el amplio y profundo bosque, al menos hasta llegar a un acantilado; sintió su corazón acelerarse, y la extraña ansiedad de ser encontrada le llevó a lanzarse del mismo. Pudo sentirse ahogada, sin embargo, algo más apareció en su sueño, una conocida cabellera escarlata, y aquellos ojos que le reflejaban terror, trató de moverse pero le fue imposible, hasta sentir una dolorosa mordida en la pierna que le hizo despertar agitada.

Tocó su frente sintiendo el frío sudor, miró el reloj que tenía en su mesita de noche y sus piró al ver la hora, las dos de la mañana. Aún podía sentir el dolor de la falsa mordida, miró su pierna estar intacta y sonrió agradeciendo mentalmente que sólo había sido un sueño.
Se quitó los zapatos y se cubrió de pies a cabeza con sus cobijas, abrazó su almohada y en minutos se quedó dormida.

Desde la ventana, aquella extraña criatura del sueño, que resultó ser alguien que ella conocía bien, le observó cuidadosamente dormir.

(...)

"Todo es diversión y juegos hasta que alguien se enamora,
pero ya compraste el ticket y no hay vuelta atrás".