Abbey bajó de su motocicleta, sin encontrar por ningún lado del estacionamiento al rubio miel, pero sí a Isabella Swan, caminó hasta con una sonrisa.
—Hola Bella —la castaña le sonrió a la humana—.
—Dije que no quería que nadie supiera que era mi cumpleaños —.
—Bueno, no importa, no creo que entonces necesites la chaqueta que querías tanto... —.
—¿Qué? -.
—¿Recuerdas que la querías mucho? Bueno, la conseguí para ti.
—¡Gracias! —Bella abrazó emocionada a la bruja, quien le entregó la bolsa de regalo-.
—Sabía que te encantaría -.
Abbey miró llegar a los Cullen, Alice y Edward; Jasper se había graduado ya junto a su melliza falsa, Rosalie Hale.
—Bueno, me iré primero, tengo clase de cálculo y no quiero reprobar.
—Claro.
(...)
—¿Vendrás esta noche a la fiesta de Bella? —Abbey miró al rubio miel afuera de su casa esperándola-.
—Tal vez —Abbey miró al muchacho— ¿Quieres pasar? Aún tengo que mirar qué voy a llevarme -.
—De acuerdo -.
La Abbey que conocía Jasper se había esfumado desde que el amuleto había sido destruido, ahora era una muchacha mucho más seria y ruda; completamente a la Abbey que solía sonrojarse con solo mirar al vampiro de cabellos dorados.
Ambos jóvenes entraron a la casa.
—Puedes dejar tus cosas en el sofá, ¿O prefieres subir conmigo? —.
Ambos jóvenes terminaron dirigiéndose a la habitación de Abbey.
La muchacha se quitó su chaqueta dejándola en la cama.
—¿Qué debería ponerme entonces? -.
—No lo sé —el muchacho se sentó en la cama-.
—Ya sé —la muchacha simplemente sacó algunas prendas del armario-.
El muchacho tragó saliva.
La joven dejó las prendas en la cama y rió divertida.
—Eres realmente extraño —la muchacha de tiró en la cama— como sea —le miró— ¿Saldrás un momento o te quedarás aquí? -.
El rubio miel se quedó anonadado ante la personalidad de la joven.
—O simplemente... —la muchacha se le acercó peligrosamente hasta quedar a centímetros del muchacho, una sonrisa le adornó los labios-.
El teléfono de la castaña sonó.
—Maldita sea —la joven contestó el teléfono haciéndose a un lado— ¿Hola?
—Adivina quién regresa a la reservación... -.
—¿Jay? ¿Me llamaste sólo para... -.
—Siwon. -.
—¿Eh? —la joven miró al rubio miel-.
—Ajá, el mismo, resulta que terminó la universidad, supe por allí que regresaría... Y adivina porqué... Creo que quería encontrarse con cierta bruja... -.
—Te llamaré luego, adiós —la joven colgó-.
—¿Qué sucede? -.
—Nada importante, me cambiaré y nos iremos, quiero ayudar en algo aunque sea -.
La joven simplemente se quitó sin pena su camiseta para ponerse una camisa.
El rubio miel miró hacia abajo, juró que si fuese humano ha se abría sonrojado totalmente.
—Listo —la muchacha se había puesto una camiseta de color negro.
—Casi me da un infarto —.
—¿Los vampiros no pueden morir de eso? ¿Cierto? -.
—No, pero metafóricamente sí.
—De acuerdo.
Y él sabía que sólo lo hacía para molestar.
La muchacha se desabrochó el cinturón de cuero y dejó caer su falda al suelo.—Ay dios mío... —el muchacho se tapó el rostro con una almohada-.
La castaña soltó una carcajada divertida.
—No creo que quieras ver más —la joven rió-.
El muchacho estaba hiperventilando.
Y después de unos minutos la joven le lanzó un cojín al vampiro.
—Estoy lista —la muchacha mostró su conjunto orgullosa— vámonos ahora antes de que me lleguen más ideas a la cabeza.
Abbey tomó su chaqueta y caminó junto al rubio miel hacia el auto del mismo.
(...)
—Todo es realmente bonito —Abbey sonrió maravillada al ver toda la decoración que había hecho Alice—.
—Bella va a llegar en cualquier momento. —Alice anunció— es hora de que todos nos reunamos ya, ahora vengo, voy a reunir a los demás —la muchacha se dirigió delicadamente a la segunda planta de la casa.
La puerta principal se abrió dejando ver a la Swan y al vampiro cobrizo entrar tomados de las manos.
—Estamos aquí —dijo Edward mirando a la bruja y al Hale—.
—Alice y los demás vendrán en seguida.
—Todos están emocionados... Es la primera fiesta de verdad que tenemos desde el 1937 tal vez —explicó Edward—.
Abbey miró atónita al cobrizo.
—¿En serio? —.
—Sí —.
—Ah.
(...)
—Es hora de que abras los regalos —Alice le sonrió a la Swan con emoción, Abbey estaba disfrutando todo, le parecía un lindo detalle todo lo que le habían preparado a su amiga; y mucho más, le alegraba que todo le inspirara felicidad.
—El mío fue un estéreo, ya no tienes que preocuparte por tener un sistema de audio decente para ese pedazo de... —Bella interrumpió a Emmett—.
—Oye, no le digas así... —todos los presentes rieron.
—Ahora el de Carlisle y Esme —.
—De acuerdo —.
Abbey, quien estaba abrazada del brazo del rubio miel, sonrió con alegría, sin saber lo que se apresuraba.
—Me corté —la Swan miró una pequeña gota de sangre caer por su dedo—.
Y todo pasó muy rápido.
Abbey fue echada a un lado por el vampiro, golpeándose así la nuca con la pared.
Pero lo peor se aproximaría cuando Bella terminaría en el suelo sangrando con pequeños vidrios incrustados en el brazo.Cuando el rubio miel fue detenido fuertemente por el agarre de Emmett y Carlisle, se dio cuenta de la gravedad del asunto.
—¿Estás bien Abbey? —preguntó Rosalie poniéndose de rodillas ante la joven—.
—No lo sé... Uh, sólo me duele un poco la nuca, no estoy segura de que esté sangrando. —.
—Llévala a mi despacho, iré junto a Bella —dijo Carlisle.
—De acuerdo —dijo Rosalie —.
El rubio miel sólo miró culpable a su compañera y a la compañera de su hermano.
Se sentía mal.
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GHOSTIN - Jasper Hale.
Fanfiction"Cada lágrima es un desfile de lluvia del infierno, has sido tan comprensivo, has sido tan bueno". . . . . . . . . . . . . . . Historia hecha sólo por diversión. Historia mía, basada en la Saga novelística y cinematográfica: "Twilight" y/o "Crepúscu...