GHOSTIN - Jasper Hale.

16

—Hola —.

—Hola Mike —.

—Me preguntaba... Humm —.

Abbey miró hacia otro lado, prefería no tener que escuchar la incómoda conversación de Bella y Mike.

La castaña miró a su compañero de artes.

—¡Hey! ¡Abbey! —.

—Andrew —la joven saludó sonriente—.

—Oye, sé que estás saliendo con Hale —el muchacho miró a la joven— pero escuché por ahí que no tenías pareja para el baile —.

—¿Quieres que vaya contigo? —.

—Sí, supongo que es una buena idea —.

—Déjame adivinar —la muchacha rió— ¿Estás tratando de atrapar la atención de Jane? —.

—Bueno... Si lo planteas así... —.

—No te preocupes, tengo la solución a tus problemas, sólo invítala, creo... Que le gustas, ya sabes... Sólo dile y ya... —.

—Supongo que es así —.

El profesor Molina llamó a los alumnos para subir al autobús.

—Vamos —.

(...)

—¿Irás al baile con Andrew? —.

—Eres un tipo muy chismoso —Abbey rodó los ojos— pero no, la verdad tengo mejores cosas que hacer antes que ir a un baile escolar —.

—Seguro —.

—¡De verdad! —Abbey miró al rubio miel— además... No me gustan esos eventos... Soy indiferente con ello.

—Te creo —.

—Ese día habrá luna llena, y creo que sería buen momento para buscar el lugar de los fantasmas... —.

—Supongo que eso haremos entonces.

(...)

—¿Estás lista para irnos? —Jasper miró a la castaña, quien asintió caminando hacia la Jeep—.

El día estaba particularmente frío, habían decidido ir a buscar de nuevo al bosque, faltaban unas semanas para el baile escolar—.

—Siento que algo malo va a pasar —.

—Tranquila, nada malo va a pasar —el rubio miel miró a la castaña en cuando ambos subieron a la Jeep—.

—Seguro... —Abbey simplemente miró al rubio miel poco convencida—.

(...)

—Realmente no sé si preferiría morir de nuevo a seguir buscando —Abbey se estaba rindiendo, sus collares no brillaban por ningún lado—.

—Ten paciencia, tal vez lo encontremos más rápido de lo que creemos. —.

—Tú tendrás cientos de años para buscar, yo con suerte llegaré a los veintisiete —.

Aquella tarde realmente no habían encontrado nada, pero la habían pasado bien, estaba siendo extraño que yendo al mismo lugar, y por la misma dirección, por todos los caminos posibles, nunca encontraran nada.

Pero Abbey no se preocupaba demasiado, al menos no como el rubio miel, quien estaba ansioso por recuperar al amor de su vida.

O eso pensaba.