Capítulo 10

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Hora de desayunar, una de las comidas más importantes del día. El hotel contaba con un restaurante bar familiar, era enorme, tenía capacidad para los 194 países y 30 invitados más, sin embargo, justo ahora solo estaban los correspondientes al G20.

Lo más natural sería que todos fueran libres de sentarse donde quisieran, pero no cuando de trata de los latinos, si bien México tenía a más de uno babeando por él, todos los latinos eran considerados los solteros más codiciados entre los countrys. Algunos los seguían por sus recursos, otros por su cultura y otros, como Rusia y Alemania, tenían sus ojos puestos en algún latino por amor. 

Esto hacía que España fuer extraordinariamente cuidadoso a la hora en que estaban todos juntos. Sobre todo con los más pequeños como San Bartolomé, Panamá, Nicaragua, etc. Pues al ser pequeños desbordaban ternura e inocencia, lo cual atraía a más de uno. Por suerte para España hoy solo tendría que preocuparse por Argentina, Chile, Brasil y México. 

España quería sentarse con Argentina y Brasil, pero una mano en su hombro le impidió moverse.

-Hello Spain (Hola España)- Saludó UK. 

-Hola UK, Un placer saludaros como siempre, pero justo ahora estaba por tomar asiento para...-

-Take your breakfast, rigth? Well... I was wondering... I mean, if you do not mind of course... Do you want to sit next to me? (Desayunar, ¿Cierto? Bueno... Me preguntaba... Quiero decir, si no te molesta claro... ¿Te gustaría sentarte junto a mi?)- UK estaba nervioso, pero España es como sus hijos, no se da cuenta de nada. Estuvo a punto de decir que no pero Madrid le susurró lo siguiente.

-Andese usted con UK yo estare con vuestros niños- El español mayor solo asintió y Madrid se alejó.

-¿Por qué no? Hace mucho que no hablo contigo mi buen amigo, a que flipas con las últimas que te tengo- Dijo España tomando del brazo a UK guiándolo a una mesa.

-jeje Yeah... Friends- Murmuró para sus adentros UK mientras le seguía el paso al español.

Por otro lado México se encontraba sentado entre Chile y Rusia quienes no apartaban la mirada el uno del otro.

-Pues ya bésense ¿No?- Dijo el mexicano por la atmósfera tan tensa que se había formado. Este comentario sacó a ambos pretendientes de su duelo de miradas.

-Buenos días, nos honra recibirlos el día de hoy ¿Puedo tomar sus órdenes?- Dijo cortésmente la mesera con un notable acento.

-Uff aleluya, yo quiero unos chilaquiles bien picosos y una cervecita por favor bonita- Dijo el mexicano dedicándole una sonrisa amigable.

-Yo quiero unas machas a la parmesana si no es molestia linda- Dijo el chileno.

Ambos chicos eran muy apuestos, sus sonrisas eran hermosas y que la llamaran bonita o linda de una manera tan sincera, sin segundas intenciones, hicieron sonrojar a la chica.

-Yo quiero un Uja y té de manzanilla, por favor- Si bien Rusia era más formal, no quitaba que su expresión seria hiciera temblar a mas de uno, incluyendo a las personas.

-E-enseguida traigo sus órdenes, muchas gracias- Dijo nerviosa la chica y se fué por los platillos.

-¿Creen que la hayamos ofendido?- Preguntó preocupado el mexicano, en sus tierras el acoso es algo terrible y no le gustaría dar una mala impresión aquí.

-No weon, yo creo que mas bien lo asustó el poste con su cara de asesino- Dijo burlón el chileno.

Rusia se sintió muy mal por su actitud, que todo el mundo le tuviera miedo no era agradable, incluso los demás países pensaban que era como un robot sin sentimientos, solo Alemania y sus hermanos saben que puede llegar a ser el amigo que llora con las películas trágicas de amor. Hundió su cabeza en sus brazos sobre la mesa avergonzado, pero en eso sintió una mano quitarle su ushanka y acariciar su cabeza.

Suficiente (Rusmex) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora